El acuerdo con el FMI mostrará un cambio en la política monetaria y cambiaria, el déficit va a financiarse con más crédito y menos emisión monetaria. El sector privado tendrá mayor dificultad para conseguir financiamiento bancario. Todos los caminos conducen al mercado de capitales.
Por Salvador Di Stefano
Asesor en Negocios, Económico y Financiero
El gobierno nacional firmó un acuerdo con el FMI por el cual se compromete a un déficit fiscal primario del 2,5% para el año 2022. De ese total, solo podrá financiar con emisión 1,0%, mientras que el 1,5% restante tendrá que salir a buscarlo al mercado. A esto hay que sumarle que la Tesorería paga intereses por el equivalente a 1,5% del PBI.
En este escenario la Tesorería tendría que salir a buscar al mercado financiamiento por el equivalente al 3% del PBI.
Resulta interesante destacar que los préstamos del sistema financiero al sector privado equivalen al 9,1% del PBI. Si no hay un incremento del ahorro, se verá afectado el crédito al sector privado.
Para el año 2023 el gobierno argentino se compromete con el FMI a un déficit primario del 1,9% del PBI. De ese total, solo podrá financiar con emisión el 0,6%, mientras que el 1,3% restante debería buscarlo en el mercado. A esto hay que sumarle que la Tesorería paga intereses equivalente al 1,5% del PBI.
En el escenario 2023 la Tesorería tendría que salir a buscar al mercado financiamiento por el equivalente al 2,8% del PBI.
Si miramos lo que le resta transitar al gobierno, tenemos por delante dos años en los cuales el esfuerzo crediticio para financiar al gobierno es del 5,8% del PBI, mientras que el stock de crédito del sistema financiero al sector privado es del 9,1% del PBI.
Si miramos a los bancos notamos que, del total de depósitos, buena parte es destinado al financiamiento del Estado.
Con datos al 27 de enero, el stock de depósitos en pesos es de $ 9.916.147 millones, que equivalen al 20,1% del PBI.
De este total de depósitos, $ 943.797 millones van a constituir encajes en el Banco Central. Un total de $ 4.698.704 millones son colocaciones del sistema en letras y pases del Banco Central y solo $ 4.231.902 son préstamos al sector privado.
Esto nos indica que del total de depósitos solo el 42,7% se destina a financiamiento privado.
El total de los depósitos en dólares suma U$S 18.556 millones, que equivalen al 4,1% del PBI.
De ese total hay constituido en encajes un total de U$S 11.942 millones, y en préstamos al sector privado la suma de U$S 3.896 millones.
Esto nos indica que del total de depósitos en dólares solo el 21,0% se destina a financiamiento privado.
Bancos concentrando negocios
Los bancos están en un proceso de concentrar negocios, buscando menos sucursales, más tecnología y menos atención personalizada. Esto los llevó a reducir personal. La banca está dejando de lado los negocios al sector privado, ante la voracidad de crédito que le solicita el Estado y no le deja margen para oponerse a financiar a quien es el ente regulador de sus negocios.
Las casas de bolsa, trabajando directamente con el mercado, están tomando el liderazgo en muchas operaciones, ya sea vendiendo cheques en bolsa, colocando fideicomisos financieros, pagares u obligaciones negociables. Cambió el mostrador de las casas de bolsa, en donde antes solo se ingresaba para ahorrar, ahora hay mucho trabajo financiando a emprendedores, pequeñas y medianas empresas.
Conclusión
. – Vemos un escenario de menos crédito bancario para el sector privado, las tasas tenderán a subir, por ende, nos encontraremos con iliquidez y tasas más altas que la inflación. Mal presagio para aquellas empresas que trabajan apalancadas.
. – El mercado de capitales se transformará en el lugar elegido para las empresas, que buscarán financiación a través de cambios de cheques (operación de corto plazo) y colocación de pagarés, fideicomisos y obligaciones negociables de más largo plazo.
. – Las sociedades de garantía recíproca tendrán más protagonismo, ya que los inversores buscarán instrumentos que tengan una mayor garantía de cobro.
. – En el nuevo formato de negocios para el año 2022 y 2023, financiarse saldrá mucho más caro que en los años 2020 y 2021, con lo cual sacarán más ventaja los que tienen capital propio o acceso privilegiado a tasas subsidiadas.
. – El gobierno debería salir a buscar financiamiento en dólares, para no ahogar el desarrollo del mercado financiero local. Endeudarse en pesos es matar el crecimiento de pymes.
. – Vamos a un escenario similar al que vivimos en el año 2018, si este es el camino cuidado que podríamos estar hipotecando el crecimiento del año 2022 y 2023.
. – Hay que estar preparado para mutar del crédito bancario al mercado de capitales, no todos lo podrán realizar, pero los que se anticipen estarán un paso adelante en la difícil tarea de crecer en un mercado que es cada año más pequeño.