Los pacientes con EPOC podrían sufrir una disminución de oxígeno en sangre. ¿Cómo detectarlo previamente y de qué manera puede solucionarse?
En los últimos tiempos, los viajes aéreos se volvieron habituales y la cantidad de personas que se trasladan aumenta año a año de manera casi exponencial. No cabe duda de que en esta población de viajeros existan pacientes con distintas patologías respiratorias crónicas tales como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), Asma, Fibrosis Pulmonar, Enfermedades Vasculares, entre otras, que podrían verse afectados durante su viaje.
Teniendo en cuenta que la EPOC tiene una alta incidencia en la población general y que la misma sigue aumentando en nuestro medio, especialmente en mujeres, ofrecemos información para los viajeros que padecen esta patología y están planeando un viaje en avión.
¿Quiénes deben tomar recaudos a la hora volar?
Es recomendable que los pacientes con enfermedades asociadas, tales como enfermedad cardiovascular, tratamiento inmunosupresor o recuperación total luego de una exacerbación, sean convenientemente evaluados por un médico especialista, ya que su condición podría influir en la decisión de viajar con seguridad. Asimismo, es necesaria una correcta evaluación de quienes durante viajes anteriores han tenido síntomas como disnea, dolor torácico, confusión o síncope o tienen EPOC severo o enfermedad bullosa.
También hay que tener en cuenta que algunas enfermedades asociadas, podrían empeorar con la falta de oxígeno. Hablamos de patologías como la enfermedad cerebrovascular o cardíaca, hipertensión pulmonar, riesgo o antecedente de tromboembolismo venoso o pulmonar, tuberculosis pulmonar, entre otras. Es muy importante saber que las cabinas de los aviones están presurizadas sólo a 550 mmHg, por lo tanto, en estas condiciones los viajeros pueden sufrir una disminución de oxigenación en sangre.
Mientras que las personas sin enfermedad pulmonar no se ven afectadas, algunos pacientes con EPOC pueden sufrir disminución de la oxigenación, con valores de saturación de oxígeno riesgosos durante el trayecto. Esto puede llevar a un aumento importante de la disnea, taquicardia, palpitaciones y aumento de la presión arterial. Todo esto se exagera durante actividades físicas livianas, tales como caminar hasta el baño o acomodar el equipaje.
¿Cómo saber si un paciente corre riesgos en altura?
Aquellos pacientes que a nivel del mar tienen una saturación menor de 92% requerirán oxígeno suplementario durante el vuelo. Aquellos que presenten saturación mayor de 92% y sobre todo obstrucción severa o muy severa de la vía aérea, deberán realizar la llamada Prueba de Simulación de Altura. La misma reproduce las condiciones de presión barométrica que se pueden encontrar durante el vuelo.
Durante la misma se elige el peor escenario posible, con una altura de 2500 metros, lo que permite predecir con cierta exactitud la saturación de oxígeno que tendrá el paciente durante el vuelo. Si fuera por debajo de los valores de seguridad, el paciente requerirá oxígeno suplementario.
La prueba de Simulación de Altura se puede realizar en una cámara hipobárica a 550 mmHg de presión, que es la que mantiene eventualmente la cabina del avión a altura de vuelo. Sin embargo, en nuestro medio hay pocas cámaras hipobáricas y no son todas accesibles.
Existe una forma más simple y generalmente utilizada que es la que el paciente respire una mezcla con menor contenido de oxígeno (15.0 %) que simula la cantidad que se respira en la cabina a altura de crucero. La respiración de esta mezcla gaseosa se mantiene durante 20 minutos monitorizando la saturación y si cae por debajo de 85% indica que el paciente requerirá oxígeno suplementario durante el vuelo. El resultado positivo de esta prueba no impide la realización del viaje, sino que demuestra la necesidad de utilizar oxígeno suplementario durante el mismo.
¿Qué sucede si un paciente necesita oxígeno suplementario durante el vuelo?
Suponiendo que existe la necesidad de oxígeno suplementario durante el vuelo, corresponde realizar el trámite correspondiente en la aerolínea para solicitarlo. El médico deberá completar un formulario con los detalles del estado del paciente y su requerimiento de oxígeno. Este formulario es común a todas las líneas aéreas y confeccionado por un organismo de control internacional (IATA), quien también proporciona un listado de los equipos concentradores de oxígeno que están aprobados para ser utilizados a bordo (prácticamente todos los que están en el mercado).
Si el paciente cuenta con uno de estos equipos, propio o alquilado, hay que tener en cuenta la duración del vuelo y posibles demoras para calcular los “packs” de baterías necesarias. El flujo del oxígeno es indicado entre 2 y 4 L/min y en ocasiones, según la aerolínea se exige que el paciente viaje acompañado.
Estos son los lineamientos generales para que un paciente con EPOC pueda realizar vuelos con seguridad. La prueba de simulación de altura permite definir si el paciente requerirá oxígeno suplementario durante el vuelo. Si así fuera, la solicitud de oxígeno a la línea aérea es relativamente simple y la cooperación suele ser muy buena.
Asesoró: Dr. Guillermo A. Raimondi, Neumonólogo (MN 38588), Socio Fundador de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
AAMR Prensa (Asociación Argentina de Medicina Respiratoria)