Sin regla monetaria y cambiaria, el gobierno desconcierta a la mayoría de los analistas de mercado, que somos una máquina de errar pronósticos. El problema de no tener regla, o fijarla, pero no cumplirla, implica que los resultados son siempre negativos. El peso esta al garete, la devaluación es del 80,5% anual.
El gobierno no logro sellar la paz cambiaria, ni los 90 días de tranquilidad que eran indispensables para poder cerrar las metas de inflación, fiscales y monetarias. Esto desarticulo todas las hipótesis de un invierno y primavera tranquilos. Los cambios en la presidencia del Banco Central trajeron consigo expectativas muy positivas, ya que se anunció una reforma estructural que nunca habíamos escuchado, y lamentablemente todo quedo en anuncios.
El plan de capitalización del Banco Central esta caído, la tasa de interés nunca bajo, y el desarme de lebac que parecía una buena noticia, fue nocivo ya que genero una alta volatilidad en el mercado, y no logro el objetivo de bajar la tasa de interés, pero sí de devaluar al peso.
El Banco Central se comprometió a reducir las ventas de dólares diarias de U$S 100 a 50 millones de dólares, luego dijo que no vendería más dólares, y ahora vende dólares con autorización del FMI cuando lo dispone arbitrariamente.
En síntesis, en el Banco Central no hay una regla monetaria, por ende, todo queda librado al Estado de ánimo del mercado y del presidente del BCRA.
Hay un rumor de mercado que indicaría que llegarían unos U$S 15.000 millones adicionales para apuntalar las reservas, generar confianza y restablecer la calma. El anuncio luce auspicioso, pero el rumor no detuvo la venta de bonos y acciones, menos aún la compra de dólares en el mercado.
Para poder ingresar en un escenario de estabilidad monetaria, necesitamos que el Banco Central defina la regla monetaria, deje de actuar arbitrariamente, y logre estabilizar al tipo de cambio por 90 días. Si esto no ocurre, el mercado seguirá comprando dólares, y su cotización seguirá reptando a la suba.
La mayoría de los analistas de mercado, equivocamos el diagnostico, muchos suponíamos que el gobierno tendría más eficiencia para manejar los créditos que le otorgaron, que sería astuto a la hora de asignar los recursos, y que el Presidente de la Nación podría seducir a la clase empresarial e inversores que inviertan en la Argentina. Nada de esto ocurrió, el dólar esta intratable, no hay confianza, y la incertidumbre invade a los agentes económicos.
El mercado está optando por 3 caminos, el primero es comprar dólares, algo sencillo y que deja conforme al que los adquiere, dice que con los dólares puede dormir tranquilo. En segundo lugar, los agentes económicos retienen mercadería, lo que implica una suba especulativa de los precios, ya que los bienes de cambio pasan a ser escasos, y esto empuja una suba de precios en el corto plazo. En tercer lugar, el que tiene un excedente compra propiedades, ya que la escritura lo deja dormir tranquilo.
De las tres alternativas enunciadas, la única dinamizadora de la actividad económica es la compra de propiedades nuevas en pozo. La compra de dólares y retener mercadería son opciones que le generan al país más recesión incertidumbre y volatilidad de precios (inflación).
En este contexto el gobierno nacional no sale a disipar las dudas que tienen los agentes económicos, que se vuelcan masivamente al dólar. Esto genera una subvaluación de los títulos púbicos y las acciones.
Entre los títulos públicos traemos el caso del Bonar 2020, el bono vales U$S 103 dólares. Paga renta de U$S 4,00 el 8 de octubre próximo, U$S 4,00 el 8 de abril e 2019, U$S 4,00 el 8 de octubre de 2019, U$S 4,00 el 4 de abril de 2020 y U$S 4,00 el 8 de octubre de 2020, momento en que te devuelven los U$S 100 de valor nominal del título.
En resumen, invertís U$S 103,00, y en 2 años y un mes te devuelven U$S 120,00. Esto implica una tasa de retorno del 8,2% anual, si le detraemos le impuesto a la renta financiera te queda en 7% anual en dólares. No parece poca renta.
Conclusión general
1) El gobierno nacional no tiene una regla monetaria y cambiaria, solo tiene una regla fiscal. Mientras no fije y mantenga en el tiempo una regla, el mercado no se cansará de comprar dólares, porque hoy desconfía de lo que realiza el gobierno en materia de política económica.
2) El gobierno puede conseguir un crédito, pero billetera no mata galán en economía. El mercado necesita tener reglas claras para crecer, y hoy no las tiene. Un crédito es como un placebo, calma hoy, pero el dolor vuelve mañana.
3) El presidente debe trabajar en coordinar mejor a su equipo económico. Las políticas se siguen dictando desde la jefatura de gabinete de Marcos Peña, el ministro de economía Nicolas Dujovne está subordinado a lo que indiquen los comisarios en materia economía que son Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Luis Caputo en el Banco Central esta descoordinado, solitario y anda a los ponchazos. Emilio Basavilbaso es el titular del Anses y maneja un fondo de U$S 62.000 millones, que trabaja como el llanero solitario.
4) Nunca son parte de la solución, los que fueron parte del problema. La economía argentina fue manejada en los últimos 3 años por la jefatura de gabinete, la expresión más cabal de lo que planteamos se dio el 28 de diciembre pasado, y a partir de dicha fecha se sucedieron una serie de eventos inéditos, que nos llevaron a la situación actual, y nunca en la historia económica se hicieron pronósticos tan desacertados, dado que permanentemente se cambió la política económica o monetaria a llevar adelante.
5) Comenzamos el año proyectando una inflación del 15% anual, nosotros advertíamos una inflación no menor al 25% anual. El gobierno y nosotros nos equivocamos, a poco de andar, la inflación se descontrolo y hoy se proyecta una inflación del 37% anual.
6) A principio de año alertamos que venía una gran recesión, producto de la sequía del campo. El gobierno no solo que soslayo este problema, cuando lo reconoció no tomo dimensión de la caída de actividad que se venía para los meses de julio de 2018 a marzo de 2019.
7) El gobierno no tuvo un buen diagnóstico de los problemas, se quedó sin financiamiento externo, y pretende salir del laberinto sin un plan monetario y cambiario. Así vamos al garete, mi pronóstico, es que, al no haber política clara, es imposible hacer un pronóstico. El dólar en un año subió el 80,5%, es hora que el gobierno tome nota, y corrija lo que no funciona, de lo contrario el escenario económico será de terror. Ayer muchos diarios de tirada nacional, no tenían en su portada el tema económico, ¿raro no?.
Salvador Di Stefano
Asesor en Negocios, Económico y Financiero tanto de empresas de la ciudad y la región; como de individuos y empresas familiares ligadas al comercio, industria y campo.