Este miércoles 9 de mayo, se llevó a cabo la subasta pública por quiebra para el ingenio Las Toscas en Buenos Aires.
El Juez interviniente había puesto un piso de casi 22 millones de pesos, lo que motivó que en esta primera subasta termine por declararse desierta la misma, ya que no hubo oferentes.
Los ciudadanos del norte santafesino, sabemos de quiebra y remates, por lo que la agonía se extenderá durante algún tiempo más.
Indudablemente que los trabajadores, al aceptar dinero en carácter de indemnización de quién fuera el único que supo administrar el ingenio, Romelio Snaider, la terminaron por hacer desaparecer a la cuenca cañera santafesina, ya que no supieron o no quisieron defender el futuro laboral.
El ingenio, con el correr del tiempo, seguramente terminará siendo un montón de chatarras, para viveza de algunos pocos buitres que lo desguazarán completamente.