El gobierno provincial, a través de los programas Abre Vida y Lazos, viene incentivando la propuesta de fiestas sin alcohol.
Específicamente, Lazos acompaña en territorio a los protagonistas que conforman en cada escuela los Consejos de Convivencia Escolar, que trabajan temáticas vinculadas a la violencia y a la prevención de consumos problemáticos de sustancias psicoactivas. En ese marco, alumnos de nivel secundario de ocho localidades santafesinas se animaron a organizar un evento sin la bebida alcohólica como protagonista.
La diversión giró en torno al encuentro y los vínculos entre pueblos vecinos en San Antonio, uno de los lugares donde se realizaron estas fiestas.
Al respecto, la ministra de Educación, Claudia Balagué, indicó que en la provincia de Santa Fe hay alrededor de 400 Consejos de Convivencia en las escuelas secundarias, en los que están participando más de 8 mil personas entre papás, docentes y asistentes escolares junto a los chicos.
“Se está dando una fuerte concientización sobre qué significan la violencia y las adicciones, y cómo abordarlas y trabajarlas sin ocultarlas. La idea es darles la palabra a los chicos y formarlos como preventores para que puedan hablar en iguales condiciones con muchos jóvenes para salir de este tema. Y si la concientización viene de la mano de una fiesta en la que los chicos se divierten, qué mejor acción de prevención que la que se hace con alegría”, destacó.
Por su parte, la Agencia de Prevención del Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones (Aprecod) lleva adelante el plan Abre Vida para abordar la problemática en toda la provincia. Su titular, Cecilia Nieto, señaló la importancia de propuestas saludables de este tipo que surgen de los mismos protagonistas de espacios de debate y reflexión, como los Consejos de Convivencia Escolar.
“Estas actividades nos dan la certeza de que involucrar a jóvenes y adultos de diversas instituciones de la sociedad civil es el camino indicado para abordar la problemática de los consumos, entendiendo que todos debemos asumir un rol protagonista y, desde el Estado, por supuesto acompañar y propiciar estas iniciativas”, resaltó Nieto.
UNIR A LA COMUNIDAD
Además de San Antonio, la pruebas ya se hicieron en Clacson, Carcarañá, Vera, San Genaro, Helvecia, Venado Tuerto y Santa Fe, en diferentes propuestas como el día del estudiante, la noche de brujas, las despedidas de fin de curso o el último primer día. Y para este año se están organizando fiestas similares en distintas localidades de la provincia.
“Había gente que nos decía de antemano que no iba a funcionar la fiesta porque no iba a haber alcohol, pero terminó viniendo todo el mundo”, dijeron Andrea Gratton, Aixa Suárez y Enzo Blanco, estudiantes de 5to año del Núcleo Rural EEM N° 252 de la localidad de San Antonio, uno de los ocho lugares de la provincia donde ya se realizaron estas experiencias.
Cada vez que alguien habla de restringir el consumo de alcohol comienzan las críticas a esta idea muy instalada socialmente de que no puede haber diversión sin su ingesta. Pero los estudiantes de San Antonio decidieron, en el Consejo de Convivencia Escolar, que era hora de romper el molde; se animaron al desafío y les fue muy bien.
Esa pequeña población rural, ubicada sobre Ruta Provincial Nº 70 -20 kilómetros al oeste de Rafaela- está separada de Castellanos, el pueblo vecino, solamente por una calle. La fiesta se hizo sobre esa calzada, frente al club del lugar, con la idea simbólica de unir a ambas poblaciones en un convite sano al que estaban invitados los 400 vecinos de ambos pueblos.
“Realmente fue sin alcohol la fiesta. No vendíamos en la cantina bebidas alcohólicas y tampoco la gente llevó por su cuenta. Cortamos la calle frente al club, hubo un fogón y una banda de música. Había amanecido nublado el día y para la hora programada había venido poca gente. Pero a poco a poco se fueron sumando y terminó siendo una multitud que ni nosotros podíamos creer”, dijeron los chicos, que organizaron la celebración el año pasado, para el día de la primavera.
La entrada a la fiesta era un alimento no perecedero que los estudiantes se encargaron de repartir luego entre las familias más necesitadas de San Antonio y Castellanos. “El alcohol no fue el centro de la diversión”, señalaron después de la experiencia. “La verdad es que en todas las fiestas por ahí se generan discusiones o problemas a partir del exceso en el consumo de alcohol y nunca terminás de disfrutar la reunión de principio a fin. Nuestro consejo: te podés divertir sin tomar”, aportaron los estudiantes que, junto a sus padres, vendieron en la cantina hasta la última gaseosa.
ACCIONES PARA LA CONVIVENCIA
En el Núcleo Rural EEM 252, el Consejo de Convivencia empezó a funcionar en el 2017 y, desde un principio, se propusieron generar más vínculos con la comunidad y achicar distancias entre los dos pueblos.
“A pesar de que somos una comunidad chica, hay una brecha entre ambas localidades, con sus diferencias, como suele suceder en otros lugares. Entonces, tanto este evento como otros organizados por la secundaria, tienden puentes entre nuestras comunidades”, destacó Camila Tuninetti, exalumna de la escuela.
Además de la fiesta, los estudiantes pintron una serie de murales el día que se festejó el centenario de la iglesia. “Fue una sorpresa que le hicieron a la comunidad y la gente se enganchó mucho. La idea fue esa: salir al pueblo, hacernos visible como escuela y fomentar los lazos”, comentó la profesora Romina Nazzetta.
En ese sentido, Vanina Mendoza y Lucas Fino, coordinadores del programa Lazos, junto a Maricel Mangini, coordinadora del Núcleo Rural, subrayaron que la idea de los Consejos de Convivencia Escolar es, justamente, generar un mejor vínculo entre escuela y comunidad.
“Desde el principio se sumaron mamás y hubo un trabajo interesante con los dos presidentes comunales”, sostuvieron. Para este año, los chicos tienen previsto un té bingo con propuestas artísticas y deportivas y la idea es repetir la exitosa fiesta sin alcohol.