La gigantesca grieta de una plataforma de hielo, que mide 112 kilómetros y ha sido captada por la NASA, muestra con elocuencia cómo la Antártida se está quebrando y rompiendo después de miles de años.
Tiene algo más de 90 metros de ancho y 530 metros de profundidad.
Numerosos expertos atribuyen este fenómeno a una consecuencia más del cambio climático, cuyos efectos devastadores quedarían plasmados en el continente blanco.
En este sentido un grupo de científicos que integran la denominada «Operación IceBridge» han comenzado a documentar cómo la realidad está cambiando una zona de la Antártida en el Polo Sur.
Si la tendencia se acentúa, como todos los indicios apuntan, la gigantesca grieta -que atraviesa completamente la plataforma de hielo pero no llega a toda ella- una vez que lo haga producirá un iceberg aproximadamente con una extensión de casi 6500 metros cuadrados.
La misión IceBridge recopila por estas horas información sobre el cambio que se está produciendo en la tierra en el mar polar de hielo.
Los cambios profundos que viene experimentando la Antártida sorprenden a los científicos.
Una investigación publicada este año en la revista Nature revela que las predicciones realizadas por el panel de Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés) podrían haberse quedado muy cortas al abordar una de las cuestiones que más desvela a los investigadores: el continente blanco podría esconder el secreto del aumento del nivel del mar que predicen los expertos como una de las consecuencias más preocupantes del cambio climático.
El trabajo de los investigadores de las Universidades de Massachusetts en Amherst y de Penn State (ambas en EEUU), que fueron divulgados por el mencionado medio, ha incluido por primera vez en los modelos climáticos los efectos del deshielo superficial y en el lecho marino de la Antártida.
Las conclusiones indican que si no se frenan las emisiones de gases de efecto invernadero, el mar podría aumentar en algunas costas hasta 1,5 metros antes de final de siglo, más del doble de lo previsto por el IPCC.
Cabe recordar que la Antártida fue el principal causante del aumento del nivel del mar en el pasado y puede serlo también en el futuro.
Gran parte del hielo del continente se encuentra sobre la superficie terrestre y cuando se derrite, el incremento del volumen de los océanos es mayor que el que produce el hielo que flota sobre el agua, como sucede en el Ártico.
En la actualidad, según observan los autores, las grietas (como la antes enunciada) en las plataformas de hielo flotantes que se encuentran a baja altitud se están profundizando.
Esto provoca que el agua salada entre en contacto con el agua dulce proveniente de las precipitaciones, cada vez más frecuentes por el calentamiento de las temperaturas del aire.
Además, una vez que el hielo flotante se derrite, el agua choca contra la superficie terrestre helada.
Como los acantilados de la Antártida son tan altos, no pueden sostener su propio peso y terminan por derrumbarse.
Surgen así más plataformas de hielo sobre el océano que terminarán erosionando el continente. Este fenómeno también se produce regularmente en algunos de los grandes glaciares de Groenlandia y la Antártida.
FUENTE: Noticias de Ciencia