Luego de los 10 allanamientos realizados en la localidad de Tartagal la semana pasada a locales que comercializaban carne vacuna que no eran faenados en frigoríficos o mataderos bajo las normas legales que exige la ASSAL, varios vecinos reclamaron la finalización del matadero comunal.
El despliegue policial, que afectó a gran cantidad de personal y móviles, fue realizado en simultáneo en un total de 10 locales comerciales del rubro carnicería, y como resultado de los mismos, se secuestraron 1.560 kilos de carne vacuna, alguna de ellos en mal estado, según se informó desde Relaciones Policiales de la Guardia de Seguridad Rural “Los Pumas”.
Noemí Cuellar, quien ayer finalizó su gestión de gobierno, explicó que “tanto en Tartagal como toda la Cuña Boscosa se estaba carneando como se lo hace de toda la vida en los parajes, se trae a la carnicería y se abastece a la población”. En relación al matadero comunal dijo que ”se hizo todo pero, cuando pedimos la habilitación, vinieron a inspeccionar y nos dijeron que faltaba un drenaje hacia afuera para decantar toda la bosta de los animales.” “Me puse en contacto con el Ministerio para poder terminar el proyecto, faltaban días para que llegue ese dinero y cumplir la última etapa. Nos falta muy poco y no nos permitieron ponerlo en funcionamiento desde la ASSAL” señaló.