El gobernador Antonio Bonfatti mantuvo una prolongada reunión con el próximo gobernador Miguel Lifschitz. El candidato electo recorrió despachos y escucha a actores políticos y económicos de la provincia.
Falta mucho para el 11 de diciembre, pero Bonfatti dijo que va a gobernar hasta el último día. Las reuniones de gabinete posteriores al 14 de junio se caracterizaron por el énfasis puesto en la continuidad de tareas encaradas por la gestión. Lifschitz también estuvo un largo rato en el despacho de Ángel Sciara, ministro de Economía, en la planta alta de Casa de Gobierno.
Fue a solas, sin el resto del equipo económico y habrá que observar en las próximas semanas cómo se empieza a trabajar en la elaboración del proyecto de Presupuesto 2016 para entender el significado de la reunión.
También el gobernador electo se cruzó a Tribunales donde tomó un café en la Corte Suprema de Justicia con Rafael Gutiérrez para hablar de temas informales pero que -en definitiva- hacen al funcionamiento del Poder Judicial.
En los pasillos de la política empiezan a circular nombres de posibles integrantes del gabinete que viene.
Lifschitz no lo informará hasta noviembre aunque su compromiso es un mayor equilibrio político y territorial, especialmente con el radicalismo.