El hermano mayor de Javier Mascherano, Sebastián que el viernes 10 de noviembre estará cumpliendo 47 años de edad, habló de su adicción a las drogas y contó cómo las superó.
Sebastián Mascherano es el hermano de Javier (el que jugó en River, uno de los emblemas indiscutidos de la selección argentina y del Barcelona), estará el próximo lunes 13 de noviembre a partir de las 20;00 horas brindando una charla-Taller en el Club de abuelos de la ciudad de Las Toscas y durante toda la jornada del martes 14 de noviembre, disertando en distintas escuelas de nivel medio de la ciudad de Villa Ocampo.
“Soy un enfermo rehabilitado que pude cambiar el estilo de vida” expresó Sebastián Mascherano, comenzó contando su dura historia de vida, que lo tuvo entre las sombras por más de 18 años.
Desde los 16 años que se inició con algunas bebidas alcohólicas, luego comenzó a consumir Marihuana y a los 17 años, en su viaje de egresado hacia Bariloche, comenzó a probar la Cocaína, veneno que dominó su vida hasta los 34 años.
Pudo pedir ayuda, logró visibilizar su adicción e ingresó a un tratamiento exhaustivo que lo mantuvo en ese estado de recuperación inicial por algo más de 18 meses, manifestando que se dejó ayudar y que pudo salir adelante gracias al apoyo de los profesionales.
Hoy, brinda charlas en distintas provincias del país y ya ha recorrido más de 400 localidades, considerando que puede ayudar a otros con los mismos problemas.
“Soy un enfermo rehabilitado que pude cambiar el estilo de vida. Tuve que aprender nuevamente. Recién cuando tomé la gran decisión en marzo de 2012 de dejarme ayudar, llegué a una comunidad terapéutica y pude entender de qué se trataba”, reconoció Sebastián al aire de la radio.
A punto de cumplir 47 años de edad y con 12 años como rehabilitado, pudo aprender todo en base a esta enfermedad y sostuvo que la misma no se cura. «Aquel que se enferma con las drogas y el alcohol lo va a llevar toda la vida», acotó.
Sebastián Mascherano, que de adolescente se estaba formando como jugador de futbol en la cantera de Rosario Central, reconoce que ha perdido todo a raíz del consumo de estupefaciente, “Cuando digo todo, me refiero hasta las ilusiones y las esperanzas”, dijo.