Revivió el dolor de otros dos desastres viales

EL ACCIDENTE DE LAS MAESTRAS – Aunque los accidentes se produjeron en distintas zonas y con diferentes mecánicas, la vinculación fue insoslayable. La tragedia de Tostado trajo a la memoria inmediatamente otros dos desastres viales ocurridos en el norte santafesino.Aunque los accidentes se produjeron en distintas zonas y con diferentes mecánicas, la vinculación fue insoslayable. La tragedia de Tostado trajo a la memoria inmediatamente otros dos desastres viales ocurridos en el norte santafesino: el que tuvo como víctimas a nueve alumnos de la escuela Eco, entre otros fallecidos, y el de Villa Ocampo, donde murieron 14 personas, entre ellas, cuatro chicos.

Los alumnos del colegio Ecos, de Villa Crespo, en la Capital Federal, constituían una delegación de 59 personas que regresaban de un viaje al Chaco para ayudar a comunidades originarias y realizar tareas solidarias en una escuela rural de El Paraisal, en los alrededores de Quitilipi. El micro en el que viajaban estudiantes, ex alumnos, profesores y directivos de la institución aquel 8 de octubre de 2006 tuvo un brutal choque en la ruta 11, cerca de Margarita, donde fue embestido por un camión cuyo conductor estaba ebrio. Este último y su acompañante murieron, al igual que nueve estudiantes y una docente. También hubo una veintena de heridos, algunos de gravedad.

La otra tragedia que se asemeja por sus tremendas consecuencias ocurrió el domingo 26 de septiembre de 2010, también en la ruta 11, pero a la altura de Villa Ocampo, en el norte santafesino. En aquella ocasión murieron 14 personas que viajaban en una trafic, cuatro de ellas niños de un ballet folclórico de Villa Guillermina.

La combi, que pertenecía a la comuna, volvía a última hora del domingo de un festival folclórico en Villa Ocampo y se estrelló contra un camión con acoplado utilizado en la zafra, cuyo conductor, un joven de la zona, salió sin tener paso desde un camino vecinal a la ruta, en una recta con gran visibilidad. Pero era completamente de noche y el camión cargado con caña no tenía luces. La combi se estrelló de lleno sin que su conductor atinara siquiera a frenar: al igual que en el caso de Tostado, se encontró del golpe con el acoplado en su camino.

El chofer del camión, de 18 años, no poseía carné habilitantes para conducir, y el vehículo, un viejo Ford 7000, estaba en pésimas condiciones.

La Capital