El dólar acercándose a la zona de $1.000.-

Si los agentes económicos siguen cambiando dólares para hacer transacciones en pesos, el dólar seguirá bajando, hay que hacer circular al dólar.

Por Salvador Di Stefano

El martes 5 de noviembre hay elecciones en Estados Unidos. Nadie sabe quien ganará y tampoco el tiempo en que se dilucidará el ganador. Esto podría generar una volatilidad en el mercado, que deje errático el rumbo de las cotizaciones. En el caso de los bonos de tesorería americano, está clarísimo que la tasa sigue muy alta, a 1 año se ubica en el 4,3% anual, 2 años el 4,20% anual y 10 años al 4,32% anual. Esto implica una tasa plana en los retornos de los bonos del Tesoro para el enorme plazo entre 1 y 10 años. La tasa de corto plazo en Estados Unidos se ubica entre el 5,0% y 5,25% anual, quedan dos reuniones de la Reserva Federal, y se bajaría solo el 0,25% anual, mucha presión para el ente rector monetario en USA.

Brasil es una fuente inagotable de conflictos económicos, el déficit fiscal es del 6,9%, la deuda se ubica en el 88,0% del PBI y las exportaciones de materias primas vienen cayendo fuertemente. Esto hizo que bajaran las exportaciones totales, por carácter transitivo, cayeron las importaciones, con lo cual la inversión está ausente. La bolsa de Brasil cayó un 20% en dólares este año, el real se ubica en 5,8 por dólar, muy cerca de escalar por encima de 6 reales por dólar. Lo más positivo es que tiene reservas por U$S 368.455 millones, que le permiten comprar tiempo, porque el desenlace es inevitable, sin superávit fiscal Brasil más temprano que tarde, va a una devaluación de su moneda.

En Argentina, tenemos superávit fiscal del 0,5% del PBI y reservas que no pueden pasar los U$S 30.000 millones. Hay un blanqueo en torno de los U$S 18.000 millones en efectivo, que se terminará volcando al mercado, ya sea en más transacciones comerciales, más depósitos en el sistema financiero, un incremento del financiamiento y hasta podrían empujar las reservas a la suba. En este contexto, el gobierno sigue mostrando austeridad, las reformas estructurales del Estado continúan en marcha y el Banco Central deja de emitir pesos.

Financieramente, llegamos a la última parte del año con mayor demanda de pesos en la economía. Los bancos no tienen los pesos necesarios para desarrollar sus actividades y tienen que recurrir a ofertar más tasa en el mercado, la tasa de plazo fijo efectiva está entre el 50% y 52% anual. Los bancos recurren a solicitar al Banco Central pases activos para resolver sus problemas de liquidez, pagando tasas efectivas del 55,5% anual. El viernes bajaron la tasa de política monetaria del 40% al 35%. Por ende, creemos que estas tasas bajarán en igual proporción.

Sin pesos en el mercado, las tasas pasivas se espiralizan a la suba. Este costo que tienen los bancos es el primero para determinar la tasa activa. A esta tasa hay que sumarle el costo de los encajes, gastos y utilidad esperada. Esto deja a los agentes económicos que exigen financiamiento con una tasa efectiva que va entre el 65% y 70% anual. Si lo comparamos con una tasa de devaluación que estaría en el 26,8% anual y una probable tasa de inflación a 12 meses en torno del 30% anual, los emprendedores se enfrentan con tasas de interés tremendamente positivas contra la inflación.

Con tasas tan elevadas, se produce un efecto de sustitución en el mercado, el emprendedor no toma financiamiento y procede a financiarse con capital propio, echando mano a sus ahorros. En Argentina, mayoritariamente se ahorra en dólares billetes. Por ende, nos enfrentamos a una venta masiva de dólares para inyectar en las empresas, como resultado de financiamiento a tasas elevadísimas.

La oferta de dólares con una demanda inexistente nos lleva a que el precio del dólar arbitre a la baja. Si a esto le sumamos que hay una venta masiva de dólares que vienen del blanqueo, para transformar esos billetes en bienes registrables, casi que no tenemos piso para el dólar.

Es natural pagar en dólares en transacciones inmobiliarias, pero esto mismo no ocurre en otros sectores. Los ciudadanos deberían acostumbrarse a pagar en dólares, de esta forma, omitirían un paso delicado en las transacciones, que es llevar el dinero de un lado al otro con los problemas de seguridad y perdida de dinero que generan este tipo de transacciones.

Conclusión

. – El escenario internacional es adverso, las elecciones en Estados Unidos no ayudan y los datos macroeconómicos de Brasil preocupan.

. – En Argentina faltan pesos y sobran dólares. Si nos financiamos en pesos, la tasa es muy elevada, en dólares, mucho más razonable. Los empresarios no cambiaron el chip y no pasan de financiarse de pesos a dólares.

. – El financiamiento de una empresa lo podemos hacer en el banco o en el mercado de capitales. En el banco, solicitando un crédito en dólares, si no estamos en la línea de la exportación, el banco nos negará dicho financiamiento. Si vamos al mercado de capitales y emitimos un pagaré en dólares con garantía de una Sociedad de Garantía Recíproca, no tendremos ningún problema porque es un acuerdo de partes.

. – El empresario se puede financiar en el banco o en el mercado de capitales, a la tasa que más le sea conveniente. Si tiene ahorros en bonos y acciones, puede ponerlos como garantía para financiarse al 40% en pesos o al 2,0% en dólares, siempre en el mercado de capitales.

. – La tasa es el principal enemigo de la bolsa, con una tasa en pesos subiendo, iliquidez en la plaza y mayor demanda de pesos para transacciones, los activos financieros tienden a bajar. El que más baja es el más popular, en este caso el dólar.

. – Recomendación: Hace circular los dólares, es una moneda que tiene poder cancelatorio, ahorras tiempo, más seguridad y agilidad en la operación. Si seguimos cambiando dólares por pesos para nuestra vida cotidiana, el dólar tendrá como piso el valor del dólar oficial acercándose a la zona de $ 1.015.