11 de octubre: Día Mundial del huevo

En la cocina de cada hogar argentino hay un alimento nutritivo, sencillo y versátil que, aunque modesto, tiene un impacto profundo en nuestra salud y en la economía del país. Ese alimento es el huevo, un verdadero superalimento que, año tras año, continúa ganando protagonismo.

Cada segundo viernes de octubre, el mundo celebra el Día Mundial del Huevo, una oportunidad para reconocer el valor de este producto que va mucho más allá de ser una simple opción en nuestra mesa diaria.

El huevo es uno de los alimentos más completos y accesibles que existen, aporta proteínas de alta calidad y una impresionante variedad de vitaminas como la D, A, E, B12, biotina y folatos, que contribuyen a mantener nuestro organismo en óptimas condiciones. Además, es una rica fuente de minerales esenciales como el hierro, fósforo, zinc y selenio, todos cruciales para el buen funcionamiento del cuerpo[1]. Y no solo eso, también contiene colina, un nutriente clave para el desarrollo del sistema nervioso y la memoria.

Con estas propiedades no es de extrañar que en Argentina el consumo de huevo haya crecido exponencialmente, pasando de 127 huevos por persona en 2003 a más de 350 en la actualidad.

Últimamente, inclusive, aumenta la cantidad de clientes que compran directamente a los productores y reciben los maples a domicilio. Este crecimiento no solo refleja una mayor conciencia sobre sus beneficios nutricionales, sino también el motor económico que representa la avicultura para el país.

Desde los desayunos nutritivos hasta las cenas improvisadas, el huevo es protagonista o componente esencial en la cocina de todos los días. Su versatilidad no tiene límites: desde la clásica tortilla de papas hasta los panqueques, omelets, ensaladas y postres como el flan casero.

Javier Prida, Presidente Ejecutivo de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA) y Coordinador del Instituto Latinoamericano del Huevo, señala: «Gracias a las investigaciones y al trabajo realizado por la Cámara para eliminar los mitos en torno al huevo, los médicos hoy en día recomiendan consumir dos huevos al día sin problema, siempre acompañado de un estilo de vida saludable».

El impacto del huevo va mucho más allá de su aporte nutricional. La avicultura argentina es un pilar fundamental de la economía nacional, no solo porque transforma materias primas como el maíz y la soja en un producto de alto valor, sino también porque genera empleo para más de 50.000 personas, directa e indirectamente.

«El 97% de los huevos que se producen en Argentina son consumidos localmente, pero también exportamos a mercados internacionales como Rusia, la Unión Europea y Japón», destaca Prida, subrayando la relevancia de la industria para el desarrollo del país.