Las tasas de los bonos en pesos ajustados por inflación convergen a las tasas de los bonos en dólares, en un clima de tasas en pesos positivas y dólar planchado. La tasa interna de retorno de las LECAP se ubica en torno del 54% anual a 63 días y el 59% anual a 276 días. Estas tasas son muy positivas frente a la inflación, si estimamos una inflación en torno del 30% dentro de los próximos 12 meses.
Si tomáramos los datos del relevamiento de expectativas de mercado del Banco Central, la tasa de inflación esperada rondaría el 44,0%, lo que también nos dejaría como resultado una tasa de interés positiva. La tasa implícita del dólar futuro se ubica en torno del 45% anual, esto implica que la tasa de LECAP en pesos también es altamente positiva.
La tasa de devaluación del peso se ubica en el 30% anual, por ende, una tasa de LECAP en torno del 54,0% al 59% en los próximos meses es altamente positiva. En este contexto, debemos decir que la alta tasa de interés termina disciplinando a los distintos tipos de dólares con los que convive un empresario en Argentina, dólar mayorista en $ 968, dólar oficial en $ 989,50, dólar importador $ 1.040, dólar exportador $ 1,040, dólar MEP $ 1.214, dólar Senebi $ 1212, dólar CCL $ 1234, dólar blue $ 1.240 y dólar tarjeta $ 1.583.
Como podemos apreciar, tenemos una compresión entre los distintos valores del dólar, en donde los dólares alternativos comienzan a bajar, mientras que el dólar mayorista y oficial a subir en busca de una cotización común en torno de los $ 1.100.
Este mapa de tasas que hemos analizado también nos invita a replantearnos la posibilidad de trabajar con dinero de terceros en la empresa. Convalidar una tasa de préstamos a empresas en pesos en torno del 55% anual nos dejaría como resultado una tasa de interés muy positiva frente a la inflación. Si el proyecto que llevamos adelante no logra una tasa de rentabilidad superior, estaremos en un verdadero problema. Por otro lado, las financiaciones en dólares son mucho más económicas que las financiaciones en pesos, dado que el peso se está revaluando en la República Argentina.
Bonos convergen
Cuando asumió Javier Milei, el bono en pesos ajustado por inflación TX26 mostraba un rendimiento equivalente a inflación menos 2,0%. Una obligación negociable de YPF en dólares, con vencimiento en el año 2026, rendía el 10,0% anual, y un bono soberano en dólares, como el AL 29 rendía el 50% anual.
En la actualidad, el bono TX26 rinde inflación más 10,0%, el bono Bopreal serie 3 rinde el 14,0% anual, el bono AL29 rinde el 22,5% anual y una obligación negociable en dólares de YPF 2026 rinde el 7,8% anual.
Vamos por partes. Antes de que asumiera Javier Milei la presidencia, el mercado descontaba un default de los bonos argentinos en un escenario de alta inflación. La tasa en pesos ajustada por inflación era negativa en el 2,0%, mientras que una obligación negociable en dólares de YPF a un plazo similar tenía una tasa positiva del 10,0% anual. En la actualidad, ambas inversiones se invirtieron, la tasa de retorno del bono en pesos ajustada por inflación es positiva en un 10%, y la obligación negociable en dólares de YPF rinde el 7,8% anual, ubicándose por debajo de la tasa de un bono en pesos.
La brecha de las tasas en dólares y pesos ajustados por inflación está por converger a igual tasa, tal como se aprecia en la comparación entre la tasa de retorno del bono en pesos ajustado por inflación TX26, que rinde inflación más 10%, y la tasa de retorno del Bopreal en dólares, que rinde el 14,0% anual.
Inflación
Todo haría suponer que la tasa de inflación del mes de septiembre rondaría el 3,5%, mientras que, en octubre, la probable baja de energía eléctrica, gas y combustibles podría colocar al índice de precios más cerca del 3,0% o inclusive que la medición del mes comience con 2.
En un contexto de inflación a la baja, muchos inversores están arbitrando bonos en pesos ajustados por inflación por LECAP. Las letras rinden a un año en torno del 59% anual, los bonos en pesos ajustados por inflación rinden inflación (la estimamos en el 30% anual) más una tasa adicional del 10%. En este contexto, lograríamos una tasa del 43,0%, lo que nos deja un sabor amargo en esta inversión frente al rendimiento de las letras.
Conclusiones
. – Las LECAP están mostrando rendimientos altamente positivos frente a la inflación, lo que nos deja como resultado una compresión entre el valor de los dólares mayoristas y los alternativos. Por otro lado, las LECAP empalidecen el rendimiento de los bonos en pesos ajustados por inflación.
. – Las altas tasas en pesos para las financiaciones en empresas obligan a que los emprendedores utilicen capital propio, búsqueda de un socio o que cambien sus preferencias por financiamiento en dólares que son mucho más baratos en términos de tasas de interés.
. – Las tasas de los bonos en pesos ajustados por inflación se ubican en niveles más elevados que las tasas en dólares de las obligaciones negociables, y apenas por debajo de los bonos boreales del Banco Central, esto nos indica que el riesgo de invertir en pesos y en dólares es similar, con lo cual el mercado nos marca que no ve una devaluación, y menos aún una espiral inflacionaria por delante.
. – En diciembre del año 2023, antes de que asuma Javier Milei, la tasa interna de retorno del bono soberano en dólares AL29 se ubicaba en el 50% anual. A 10 meses de gobierno, rinde menos de la mitad, con una tasa del 22,5% anual. Evidentemente el resultado fiscal positivo, la capitalización del Banco Central, dejar de emitir dinero y menos inflación garpa en la República Argentina. Dato, no relato.