Pullaro asegura que la paritaria 2023 era sabido de imposible cumplimiento, y propone atarla a los ingresos provinciales.
El conflicto está planteado, solo resta saber de qué manera lo abordarán los sindicatos que representan a los trabajadores estatales de todos los sectores. El gobierno de Maximiliano Pullaro no pagará diferencia salarial alguna surgida del acta paritaria 2023, y se escudará en los escuálidos números provinciales (baja de recaudación, déficit heredado, incluso 13 mil nombramientos en la administración pública) para conversar sobre la paritaria 2024.
Por lo pronto, Pullaro no acudirá a la “solución Llaryora” de pagar cifras no remunerativas, y les sugerirá – a través de sus ministros – a los sindicalistas estatales que deberán hacer el mismo esfuerzo que el resto de la población, con la esperanza de que – según los economistas – para mediados de año la inflación baje, aumente la recaudación y con ello las mejoras salariales pretendidas.
Es por ello que en la segunda reunión paritaria con los docentes, tal como anticipamos ayer en este Diario, los ministros participantes solo se limitaron a mostrarles a los gremialistas los números de la Provincia sin arrojar cifra alguna de aumento salarial. Lo mismo harán el lunes con UPCN y ATE; “vamos a conversar con los números sobre la mesa, no tenemos nada que ocultar”, ventiló el Ministro de Gobierno Fabián Bastía, quien además hizo notar, en el caso de los docentes, el tema del ausentismo que ronda el 32.5% como vara de negociación.
En el caso de los sindicatos que representan a la administración central, el lunes les harán saber – además de los números de la Provincia – que la gestión de Omar Perotti nombró a unos 13 mil nuevos agentes que, según dicen en Economía, repercute también en la masa salarial. No serán muchos los que podrán darán de baja: apenas unos mil que fueron nombrados violando la Ley de Responsabilidad Fiscal.
El ahogo financiero a las Provincias que promete extorsivamente el Presidente Javier Milei si el paquete de leyes no sale como él quiere del Congreso, involuntariamente fortalece la antipática decisión del gobierno provincial de ajustar también a los empleados públicos; “no puedo condicionar el arreglo de las rutas, la compra de móviles policiales y ambulancias, el arreglo de edificios escolares, pago de deudas atrasadas por meses a los contratistas y proveedores del Estado al pago de los sueldos”, comentó el Gobernador.
En definitiva: los sindicalistas docentes ya salieron a denunciar públicamente que el gobierno de Pullaro “no pagará la actualización salarial prevista del 84% por acuerdo paritario y homologado por el Ministerio de Trabajo” mientras amenazan con paro, y seguramente el lunes los sindicalistas de UPCN y ATE dirán lo mismo junto con las gremiales médicas AMRA y SIPRUS. Fuentes gremiales anticiparon que el diferendo se llevará a los Tribunales.
Quienes frecuentan al Gobernador lo notan preocupado por el incierto panorama gremial estatal que deberá afrontar (después de la movilización del miércoles los sindicatos están envalentonados), pero más aún por lo azaroso en la discusión de la Ley Bases y su derrotero parlamentario.
Milei juega fuerte, extrema posiciones que nadie sabe si son fintas estratégicas o visiones dogmáticas irrevocables. Y ello asusta.