Detrás del Hospital Oncológico J.B. Iturraspe de Santa Fe existe una casita amarilla por dentro y blanca por fuera. Es pequeña, pero el amor que contiene es inmenso. Allí funciona Acupa, una asociación de cuidados paliativos sin fines de lucro.
Son un grupo de almas amorosas y caritativas que donan su tiempo y conocimientos para mejorar la calidad de vida de enfermos de cáncer y sus familias.
La casita les quedó chica porque la demanda es grande. Hay pacientes que vienen de otras localidades y hacen su tratamiento oncológico en Santa Fe. No tienen donde alojarse y Acupa les abre sus puertas.
Al entrar encuentran una cama confortable, buena alimentación, atención de médicos y enfermeros. Además, un grupo de voluntarios les enseñan cómo alimentarse, los entretienen y les brindan asistencia psicológica a ellos y a sus familias. Es tanto el cariño que reciben que muchos no se quieren ir.
Cáncer sinónimo de aprendizaje
Cristina Masin tiene 60 años y es de Villa Ocampo. “Tuve cáncer de mama y para hacerme los rayos me alojé en Acupa. Tengo tres hijos ya grandes y la soledad me pesa. Aquí encontré un lugar de contención, nos damos ánimo entre todos porque sabemos por lo que el otro está pasando y qué es lo que necesita. Es importante poner tu mente y tus pensamientos en otra cosa que no sea la enfermedad y así el tratamiento se pasa mejor. Tan bien me siento en Acupa que me cuesta volver a mi casa, hoy siento que son mi familia”.
“Esta enfermedad me enseñó a valorarme, a quererme, a cuidarme, a mirarme al espejo y hablarme con amor. Antes no lo hacía. No tengo una mama, pero me acepto, me veo bien y me quiero. Lo tenía todo y no valoraba nada. Hoy soy consciente de cada momento y lo disfruto”. Cristina quiere dejar este mensaje a los lectores: “Lo más importante del tratamiento son los controles posteriores a la quimio y los rayos. No sirve de nada lo que hiciste, si luego abandonás todo”.
Ser positivos siempre
Ana María Sánchez tiene 45 años y, al igual que Cristina, vive en Villa Ocampo. “Tengo un cáncer en el mediastino que no se opera, pero debo tratarlo. Tenía que trasladarme por las quimios cada 15 días, durante nueve meses. Hace más de dos años que estoy en tratamiento”.
“Mi enfermedad –continúa– nos tomó por sorpresa a toda la familia. Estábamos en pandemia. Para hacerme radioterapia debía quedarme en Santa Fe un largo tiempo. Tengo dos hijos chicos y estar lejos de ellos fue abrumador. Recuerdo el día en que llegué a la casita, mi esposo me dejó en la puerta y se fue con el corazón en la mano. Me ayudó mucho la contención psicológica que recibimos y el teléfono celular para estar comunicada. Me fui adaptando de a poco”.
“El cáncer es mi maestro, aprendí a vivir el día a día y ser partícipe de detalles mínimos que antes no sabía aprovechar. Me enseñó a ser empática con el prójimo. Hoy acompaño a quienes están empezando el tratamiento y esta labor me llena el alma. Mi lema de vida es sonreír y ser positiva ante la adversidad. Dibujarte la sonrisa y disimular el dolor de alguna manera. Sacar la fuerza que tenemos dentro, porque todos la tenemos y levantarnos para vivir a pleno el día. Deseo poder hacer kayac y senderismo que es mi pasión y, con ese objetivo, estoy poniendo todo de mí en el tratamiento”, completa Ana María.
Contagiadas de amor
Fue tanto lo que Ana y Cristina recibieron en Acupa que decidieron ponerse a disposición y trabajar para lo que sea necesario. “En Villa Ocampo hemos hecho muchos beneficios para recaudar fondos, trasladamos pacientes de un lugar a otro, pedimos ayuda a políticos, porque la casita lo amerita”.
Te bingo para la comunidad
El trabajo de Acupa es a pulmón y se sostiene con donaciones de la gente. Hay capacidad para 12 personas alojadas y queiren hacer una habitación más y dos baños, porque es mucha la demanda.
«El paciente se aloja lo que dure el tratamiento porque al tener las defensas bajas no puede deambular de acá para allá”, explica Ana.
Con el objetivo de recaudar fondos para la obra de ampliación, Acupa organiza un Gran Té Bingo el domingo 8 de octubre a las 16.30 en el Centro Social Friulano (Salvador del Carril 2394).
Para adquirir las entradas o donar materiales de construcción, pueden acercarse a Obispo Gelabert 3558 o llamar a los teléfonos 0342-154238157 o 0342 – 4575757.
gentileza aire de santa fe