La sequía actúa como la pandemia del campo

La sequía actúa como la pandemia del campo. Con la mitad de los ingresos posibles en el año 2023, tendrá quebrantos que afectarán a la economía en general.

La pandemia 2020 dejó sin ingresos a buena parte del planeta, afectando a la economía urbana. El sector agrícola pudo sobrevivir a esos problemas, porque trabajó durante dicho lapso de tiempo.

En la actualidad la economía urbana, que viene dañada por las fuertes descapitalizaciones que sufrió durante la pandemia, trabaja en forma normal, aunque sin rentabilidad adecuada. La economía urbana se paralizó en el año 2020 y eso hizo que el PBI cayera el 9,9%, dejando a las Cuentas Públicas desfinanciadas con un déficit primario del 6,4%, intereses 2,0% y déficit cuasifical del 2,7%. En total, un déficit del 11,1% del PBI. Se recurrió a la emisión monetaria para financiar los gastos, con una inyección de $ 2,2 billones y el peso se devaluó el 40,5%.

En el campo, los últimos 3 años de sequía nos llevaron a un escenario similar al de la pandemia 2020, en donde se carece de ingresos suficientes, se incurre en desembolsos importantes de dinero, los concursos y quiebras emergen en el horizonte.

En la campaña de trigo del año 2021 se cosecharon 23 millones de toneladas, mientras que, en el año 2022, fueron 11,5 millones de toneladas. En el caso de la soja, en el año 2022 se cosecharon 43,3 millones de toneladas y, para este año, se estiman solo 20 millones de toneladas. En el caso del maíz, en el año 2022, se cosecharon 51,1 millones de toneladas y, este año, solo se cosecharon 30 millones de toneladas.

Recordemos que en el campo entre el 25% y 40% de los ingresos se lo lleva el alquiler de la tierra y, entre el 50% y 65% de los gastos, se lo llevan los costos asociados al negocio. Tener una pérdida del 50% en los ingresos le deja al campo un quebranto difícil de financiar con crédito bancario. Este año el hombre de campo ingresará en un proceso de descapitalización, tendrá que vender stock de mercadería, liquidar ahorros y/o vender una porción de sus inmuebles.

La ganadería también se ve afectada por la sequía, el estado corporal de las vacas no permitirá que tengamos una alta preñez en el año 2023 y esto afectará el destete del año 2024. La sequía deja sin pasto a los campos, con lo cual muchos tuvieron que adelantar la venta de los animales, esto implica una liquidación de vientres muy importante. Los novillos, novillitos y vaquillonas aumentaron en los últimos 12 meses el 55% mientras que la inflación fue del 109%, las vacas aumentaron el 15,4% en un año y, en los últimos 6 meses, no mostraron variación en precios. Las pérdidas son irremediables.

La ganadería porcina y avícola se vieron afectadas por carácter transitivo, el bajo valor de la carne vacuna le pone un techo a la carne porcina. La gripe aviar acrecentó aún más la crisis del sector avícola, con fuerte baja de precios y pérdidas irreversibles para el sector.

El sector lácteo no quedó al margen de estos problemas, con un clima hostil la producción láctea disminuyó, los altos niveles de inflación le quitan rentabilidad a un sector que es capital intensivo y de baja rotación.

Para el año 2023 estimamos un déficit fiscal del 4,0% PBI, intereses que seguirán en torno del 2,0% del PBI, y un déficit cuasifical que podría ubicarse en el 6,0% del PBI, esto implica que vamos a un déficit fiscal superior al del año 2020 ya que se ubicaría en el 12,0% del PBI. Las consecuencias de financiar el déficit con emisión monetaria ya se hacen sentir con una inflación que apunta al 160,0% para fin de año, un dólar oficial cercano a los $ 400 y dólares alternativos superando los $ 800. El PBI para el año 2023 podría caer un 5,0%.

Conclusión

. – Los 3 años de sequía nos dejarán como resultado un escenario de fragilidad económica y fragmentación política, muy similar a lo vivido en el año 2001 cuando también se vivió la consecuencia de 3 años seguidos de sequía.

. – La economía urbana se verá afectada por la sequía del campo, se venderán menos propiedades, vehículos, maquinarias agrícolas, habrá menos visitas desde el interior del país y los bancos recibirán menos dinero.

. – El Estado tendrá menos recaudación y dólares, lo que incrementará el déficit fiscal y cuasifiscal del Banco Central. El faltante de dólares impactará en menos importaciones, lo que será determinante en la actividad económica de la industria.

. – Muchos emprendedores van a quebrar y esto se hará sentir en la economía en general. Viviremos un cuadro de descapitalización, nos llevará 3 años como mínimo volver al nivel de PBI agrícola 2019.

. – La pandemia/sequía del campo tendrá sus consecuencias en la economía argentina, nos asombra la falta de evaluación de esta problemática a nivel nacional, y una clase política que luce totalmente al margen de este problema.