Esta visita se realizó en el marco del proyecto Alianza, que es coordinado por INCUPO en Argentina y por Welthaus en Austria, con el financiamiento del Ministerio de Ambiente del país europeo.
Durante el recorrido, se intercambiaron experiencias con familias agricultoras, instituciones que investigan y diversos sectores que apoyan este modo de vivir y producir sustentable.
Acompañados por INCUPO, nueve productores de las provincias de Santa Fe, Chaco, Corrientes, Formosa y Santiago del Estero recorrieron granjas, cooperativas e instituciones educativas y de investigación en Austria.
La visita a este país europeo se enmarca en un proyecto de cooperación bilateral llamado Alianza, que se desarrolla con el fin de conocer e intercambiar de primera mano las experiencias de la agricultura familiar a ambos lados del océano y promover iniciativas y políticas que acompañen el crecimiento del sector.
El proyecto es gestionado por INCUPO en Argentina y por la organización Welthaus en Austria. La presentación del documento final en Viena, consistió en una renovación del compromiso realizado en Buenos Aires y una solicitud abierta a la consideración del cambio climático en las decisiones políticas y productivas.
El acto contó con la presencia de la ministra del Clima Leonore Gewessler de Austria y del obispo de la Conferencia Episcopal Austriaca para la Iglesia Mundial Monseñor Werner Freistette; y el embajador de Argentina en Austria Holger Federico Martinsen.
Experiencias y aprendizajes del viaje, que duró desde mediados hasta finales de abril, tuvo como objetivo conocer de primera mano las experiencias productivas sustentables en Austria. Y, se dio también como respuesta a la visita que realizaron productores de Austria a Argentina en noviembre del año pasado.
El presidente de INCUPO, Ernesto Stahringer hizo una síntesis de todo lo vivido, poniendo en valor la experiencia del grupo que viajó y el gran recibimiento de las familias austríacas. Comentó que se busca responder a qué motivos generan la disminución y desaparición de productores de la agricultura familiar, problema común a los dos países, a pesar de las diferencias existentes entre ellos.
Así, resaltó que ambas visitas son el “comienzo de una construcción de conocimiento, con el que tenemos dos años por delante para generar proyectos”. “Pudimos ver productores con esquemas de trabajo forestal, granja y huerta en el verano; agricultores diversos, desde iniciales hasta algunos que tenían una gran cantidad de maquinarias, y muchos de ellos eran la décima generación de familias que habían mantenido la tradición productiva”, comentó el presidente.
En cada lugar la comitiva argentina fue recibida por familias locales, quienes contaron experiencias familiares y de organizaciones y les ofrecieron comidas típicas y les mostraron tradiciones musicales.
Una de las reuniones más trascendentes fue con la Cámara de Agricultores, con la que se pudo ver la importante representación sectorial y asistencia técnica que brindan a quienes producen para organizar qué actividad productiva desarrollar de acuerdo al contexto y las transformaciones debidas al cambio climático. “Fue interesante observar cómo a través de este organismo se articula la experiencia de los productores en la chacra con el Estado, y también la participación que tienen en las 22 escuelas agrícolas que hay en la zona”, relató Stahringer.
Como coronación de esta importante visita, toda la experiencia fue publicada en las portadas de diarios regionales y medios nacionales también, destacando el enfoque político y la valoración de las experiencias intercambiadas en el marco del proyecto Alianza.
La comitiva de Argentina estuvo representada por:
– Isabel Blanco es de Corrientes, habla español y guaraní y es actualmente tesorera de la Asociación Unión de Productores del Departamento de San Luis del Palmar (UNIPRO).
– Aníbal Frete, quien lleva adelante en su campo (en la zona de General San Martín, Chaco), en este momento es la ganadería, con una fuerte mirada agroecológica y regenerativa, por medio de un pastoreo racional.
– Raul Cococcioni, productor de Villafañe, Forma. Junto a su familia lleva adelante una producción diversificada de ganado vacuno, cerdos, aves, y una huerta con maíz, mandioca y otros alimentos agroecológicos.
– Dina Domínguez es una agricultora familiar que lleva a cabo el manejo de bosques con ganadería integrada. En Colonia Durán, ubicada en el norte de Santa Fe, ella trabaja la tierra y participa activamente de la organización Creciendo Juntos.
– Pablo Pailolle es agricultor familiar de cerdos de una vieja tradición familiar, en el sur de Santa Fe. Participa activamente en Bases Federadas e integra el Consejo Asesor Nacional del INTA.
– José Luis Castillo es agricultor familiar y produce alimentos en sus 10 hectáreas en Villa Ocampo, Norte de Santa Fe. Integra la organización Obreros del Surco (que tiene 100 socios) y de ACINA (Asamblea Campesino Indígena del Norte Argentino, de alcance regional).
– Florencia Sager es agricultora familiar del Norte de Santa Fe. Se dedica a la ganadería vacuna con manejo de bosque nativo. Es hija de agricultores familiares y estudia veterinaria. Ella participa de la organización Creciendo Juntos.
– Francisco Príncipe es agricultor familiar en Villa Eloísa, en el sur de Santa Fe. Realiza ganadería vacuna con rotación de cultivos. Participa de Agricultores Federados Argentinos.
– Emilse Luna es agricultora familiar cabritera y de aves. Sus hijos están en la Escuela de la Familia Agrícola de Avellaneda. Produce y comercializa con su familia carnes de pollos criados con frutos del bosque con preparaciones de balanceados caseros.
Los desafíos futuros expuestos en la carta:
● La contaminación ambiental y los efectos del cambio climático pueden observarse en todo el mundo. La agricultura familiar se ve especialmente afectada por ello.
● Ecosistemas como la Amazonia, la región chaqueña y el Acuífero Guaraní son ecosistemas esenciales, y es urgente conservarlos.
● El comercio mundial de productos agrícolas y la intensificación e industrialización de la producción agrícola conducen a la deforestación y a la elevada utilización de las tierras, los recursos y la energía.
● Los consumidores están perdiendo cada vez más el contacto con la producción y el procesamiento de alimentos.
La sobreproducción y el desperdicio de alimentos están adquiriendo proporciones problemáticas.
La concentración de las grandes empresas alimentarias va en constante aumento.
Cada vez menos personas trabajan en la agricultura.
No hay suficiente inversión en las zonas rurales.
La falta de infraestructura y servicios es una consecuencia. Además, los jóvenes están migrando a las ciudades.
El papel estratégico de la agricultura familiar no está adecuadamente valorado y protegido.