Si el objetivo de Elisa Carrió – por motivos que solo ella sabe – es impedir el armado en Santa Fe de un gran frente opositor para destronar al peronismo, solo de la madurez de quienes articularán el armado de esa mega coalición, dependerá que mas tarde o temprano lo concrete.
Carrió llegó a Santa Fe con la decidida intención de proscribir a Antonio Bonfatti de un futuro gran frente opositor; ahora, si Carrió cree que el socialismo, a quien ´”preservó” como Partido de las “nefastas” figuras de Bonfatti (y también Galassi, a quien agregó a su cuenta de indeseables) va a prescindir de quien fuera Gobernador, y junto con Binner y Lifschitz gran elector, con tal de formar parte de la coalición ampliada, es de suponer que sabe muy bien que ello no ocurriría.
Desde la cúpula del radicalismo prefirieron ponerle un manto de piedad a los mandobles de Carrió hacia sus principales compañeros de ruta de los últimos 25 años, en el convencimiento de que es importante preservar el bien superior: ganar la Provincia. “No queremos escalar en declaraciones que solo beneficiarían al peronismo, y tampoco vamos a permitir que las actuaciones de dirigentes nacionales eviten el triunfo de nuestro frente”, deslizó Felipe Michlig.M
Por lo pronto, Juntos por el Cambio dio el primer paso como coalición provincial rumbo al 2023, firmando la alianza para competir en las elecciones en la ciudad de Avellaneda, que este año deberá elegir a quien finalice el mandato de intendente que ostentara el actual senador nacional Dionisio Scarpín.
Fue así como la UCR, el PRO, la Coalición Cívica, UCeDe, U.N.O y UNIDOS rubricaron el jueves pasado en esta capital, en secreto, sin fotos, para no herir susceptibilidades después del paso de Carrió, la colocación de la piedra basal de la alianza (a la que se sumará formalmente mas adelante Encuentro Republicano Federal, que ya viene trabajando dentro de la coalición) que, al decir de uno de sus componentes “hará que Avellaneda sea el Marcos Juárez del 2023” (en el año 2015 en esa ciudad cordobesa comenzó lo que luego sería el triunfo nacional de Cambiemos).
Deuda Nación- Provincia: un pago con problemas
El Presidente de la Nación Alberto Fernández el martes pasado en esta capital le anunció al gobernador Perotti que esta semana firmará el pago de la deuda – de unos 130 mil millones de pesos – que Nación tiene con Santa Fe por detracciones ilegales de la coparticipación para el Ansés.
Pero el radicalismo descubrió un “pequeño inconveniente”: si el pago no es de contado y en dinero, implicará que la Provincia estará dando crédito y/o aceptando medios de pago cuyo poder cancelatorio depende de la voluntad del acreedor, por ejemplo en bonos tal como sucedería, motivo por el cual – aseguran los radicales – .
Requiere un acuerdo de parte entre Nación y Provincia, cuya competencia por art 55 inciso 11 de la Constitución Provincial le corresponde a la Legislatura.
Y por si fuera poco, los radicales advierten que si en el acuerdo se incluyen bonos en pesos (CER + tasa), habría que ver de reojo lo que está sucediendo con ese tipo de papeles, porque hubo corrida en mercado secundario que ya casi no quiere esos bonos a largo plazo, por preocupación sobre la situación en su vencimiento.
Corte con biodiesel al gas oil: una salida salomónica
Finalmente la Nación accedió a las demandas de incrementar el corte de biodiesel en gas oil, que pasó del 5% vigente al 7,5% del volumen total del gasoil, de acuerdo a la ley de Biocombustibles, al lo que vía DNU -que modificó aspectos de la ley 27.640- se dispuso un adicional de 5 puntos porcentuales de manera excepcional por los próximos 60 días, con lo que corte por ese lapso será de 12,5%.
Santa Fe quería que del actual 5% se pasara al 15% para, tal como explicitó en este Medio el Ministro de la Producción Daniel Costamagna, se evitara la importación de unas dos millones de toneladas de gas oil, pero de igual manera, tanto desde el gobierno como de la Cámara Santafesina de Energías Renovables se mostraron satisfechos.