Una forma de mantener el poder adquisitivo de tu dinero es hacer plazos fijos ajustados por inflación, conocidos popularmente como plazos fijos UVA.
La característica de estos plazos fijos es que se pueden realizar a partir de un período mínimo de 90 días.
Hay dos tipos de plazos fijos UVA. Por un lado, los pre cancelables que son a 90 días, pagan inflación más 1% y, en caso de pre cancelación, pagan una tasa del 41% anual. Por otro lado, los plazos fijos UVA que podés realizar a un plazo mayor a 90 días y pagan una tasa del 0,25% anual.
A modo de ejemplo, imaginamos una inversión de $ 300.000:
. – Constituimos un plazo fijo UVA pre cancelable a 90 días de $ 100.000
. – Constituimos otro plazo fijo UVA a 120 días $ 100.000
. – Por último, constituimos un tercer plazo fijo UVA a 150 días $ 100.000
Es cierto que, durante los primeros 89 días, no tenemos ningún vencimiento, pero, a partir del día 90, comienza a vencer el primer plazo fijo, el cual, nuevamente, renovaremos a 90 días.
Al día 120 vence el segundo plazo fijo, el cual también renovaremos a 90 días.
Por último, al día 150, vence el tercer plazo fijo que renovaremos a 90 días.
De esta forma armamos una calesita, cada 30 días nos vence un plazo fijo ajustado por inflación, con la inflación acumulada del período pactado. Este nos dará una tasa más alta a la inflación, si es que capitalizamos intereses.
Supongamos una tasa de inflación del 68% para los próximos 12 meses, esto implicaría una tasa de inflación trimestral del 17%.
Si acumulamos los intereses, en un año, obtendremos una tasa del 87,4% anual.
Lo interesante de esta calesita es que todos los meses tendremos vencimientos, en la primera etapa con intereses equivalente a la inflación acumulada de 90 días, 120 días y 150 días y, a partir del cuarto mes, intereses equivalentes a la inflación de 90 días. A esto hay que sumarle los intereses según el plazo fijo pactado.
Es una inversión muy interesante, que es muy buena para armonizar con otros productos. Por ejemplo, si tenés títulos públicos, tomar una caución con estos títulos a una tasa del 48% anual y colocar dicho dinero en plazos fijos UVA, a través de los cuales podrías obtener un máximo de tasa del 87,4% anual, siempre y cuando la inflación se sigue comportando como en los últimos meses.
Podés hacer miles de combinaciones, es una inversión excelente y ayuda a perderle miedo al peso. En los últimos años esta inversión le ganó holgadamente a la evolución del dólar MEP, Contado Con Liqui y Blue.