Históricamente, el turismo emisivo supera al receptivo, es decir que los dólares que ingresan por turismo no logran compensar a los que salen. Por cada dólar que un turista extranjero gasta en Argentina, un argentino gasta U$S 7 en el exterior.
Una de las principales consecuencias que se desprende de esa diferencia es que los dólares que ingresan a nuestro país por la partida de turismo no logran compensar a los que salen, ocasionando un déficit muy importante en la balanza de dólares.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos publicó información sobre el turismo internacional a marzo de este año. Si analizamos lo que ocurrió durante el primer trimestre del año encontramos que 501.800 argentinos fueron los que viajaron al exterior durante el período, implicando un crecimiento respecto al mismo trimestre del año anterior de 195,4%. Recordemos que todavía la base de comparación interanual sigue siendo baja ya que, durante comienzos del 2021, la pandemia continuaba golpeando el turismo internacional en gran parte de los países del mundo.
Con respecto al turismo receptivo, durante los primeros 3 meses del año, la Argentina recibió 322.700 turistas extranjeros, mostrando un crecimiento interanual de 610,8%. Si bien el turismo receptivo crece a una tasa ampliamente superior, estos números significaron un déficit de turistas extranjeros de 179.100 personas.
Por su parte, en lo que respecta a los últimos 12 meses, 970.200 argentinos fueron los que viajaron al exterior, representando un incremento interanual de 239,6%, mientras que 488.600 fueron los turistas extranjeros que arribaron a nuestro país creciendo a un ritmo de 511,5%.
Al igual que desde la óptica trimestral, el turismo receptivo avanza a una tasa superior, de todas formas, lejos está la posibilidad de que consiga superar a la cantidad de argentinos que salen del país. En el último año, el déficit de turistas fue de 481.600 personas. Suponiendo que la cantidad de argentinos que viajan al exterior se mantiene igual, para que ambas partidas se igualen, la cantidad de turistas que vienen a la Argentina se debería duplicar.
Analizando los datos trimestrales y anuales llegamos a la conclusión de que, durante los primeros 3 meses del año, viajó el equivalente al 51,7% de todo el turismo emisivo de los últimos 12 meses. Por el lado del turismo receptivo, el 66,0% de todos los extranjeros que visitaron Argentina en el último año se concentró en el primer trimestre de este año.
El Banco Central República Argentina publica información mensual respecto al mercado de cambios. En dicho informe, se visualiza el movimiento de ingresos y egresos de dólares a través de distintas partidas, entre ellas la partida de turismo.
Durante los últimos 12 meses, el gasto en viajes y otros conceptos en el exterior con tarjeta de crédito fue U$S 3.189 millones. Si lo dividimos por la cantidad de argentinos que viajaron al exterior durante igual período descubrimos que el gasto per cápita de los argentinos fuera del país fue U$S 3.287.
Durante los años 2017 y 2018, el gasto per cápita promedió los U$S 2.300, mientras que, durante los años 2019 y 2020, descendió a U$S 1.700. Sin embargo, a lo largo del 2021, el gasto promedio per cápita ascendió a U$S 4.500.
Como contrapartida, el Banco Central informa lo que pagan con tarjeta los turistas que visitan Argentina. Durante el último año, el gasto de los turistas extranjeros acumuló U$S 233 millones, lo cual implica un gasto per cápita de U$S 477. Durante los años 2017 y 2018, el gasto per cápita promedió los U$S 745, mientras que, durante los años 2019 y 2020, descendió a U$S 660. Sin embargo, a lo largo del 2021, el gasto promedio per cápita ascendió a U$S 1.700.
Estos valores implican que, a marzo 2022, por cada dólar que un turista extranjero gasta en Argentina, un argentino gasta U$S 7 en el exterior.
La situación de las reservas del BCRA es crítica desde hace mucho tiempo. Las reservas netas son negativas y, a pesar de los pedidos del FMI y de los precios records de las materias primas que el país exporta, no logran incrementarlas. Este escenario resulta una amenaza constante para los importadores, ya que conviven con la incertidumbre permanente de que las importaciones podrían ser restringidas.
Al margen de lo que ocurra con el comercio internacional, el turismo es una partida a través de la cual son más los dólares que se van que los que ingresan al país, situación que, al menos bajo esta gestión, está lejos de revertirse.