¿Caprichos de oficialismo y oposición que terminan anulándose mutuamente?; ¿rencores nunca resueltos?; ¿pulseada política de cara al 2023?. Capaz que de todo un poco. Lo cierto es que después de algún tiempo (le había sucedido a Hermes Binner en el año 2009 y Antonio Bonfatti en el 2013) el gobierno de Omar Perotti arrancará el 2022 sin presupuesto.
Después de una seguidilla de atentados y muertes violentas en Rosario, coincidentes con la renuncia de una docena de funcionarios que pertenecían al staff de Marcelo Saín, y de allanamientos en las oficinas del Ministerio de Seguridad de Rosario (y Santa Fe), Omar Perotti convocó a todo el arco político legislativo para buscarle una salida al tema inseguridad, básicamente en Rosario.
Ello desembocó en la Ley de Emergencia en Seguridad que el parlamento santafesino sancionó entre el miércoles y jueves último.
Semanas más tarde, el Gobernador hizo lo propio con los 22 legisladores nacionales por Santa Fe, cita a la cual solo faltaron un par.
El diálogo que la oposición dice que no fue
Este jueves en la Cámara de Diputados al momento de fundamentar por parte de la oposición el no tratamiento del presupuesto, algunos legisladores hicieron notar: “creíamos que el gobierno había iniciado una instancia de diálogo maduro con la oposición”, pero inmediatamente se rectificaron: “vemos que no fue así”.
Desde la Casa Gris lo niegan “sottovoce”, pero en el recinto – ni por zoom- ningún peronista desmintió a la diputada socialista Clara García, cuando le endilgó al Ministro Walter Agosto no haber respondido un petitorio que se había llevado una semana atrás, cuando fue a la Cámara a explicar aspectos del presupuesto. “Nada, de nada, de nada”, abundó García para dejar en claro que nunca obtuvieron respuestas a sus demandas.
Con fecha 27 de diciembre – dos días antes del tratamiento del presupuesto – desde la Comisión de Presupuesto y Hacienda la remitieron una misiva al Ministro Walter Agosto recordándole los puntos que aún no había respondido. “Nada, de nada, de nada”.
Fue ahí cuando radicales Neo-Evolución, pares de Juntos por el Cambio y el Frente Progresista decidieron no darle tratamiento al presupuesto, dejándolo para el mes de febrero, cuando se reanuden las sesiones extraordinarias tras el receso parlamentario, “a la espera de mayor diálogo y consensos”, se escuchó repetidamente.
Olivera una vez más se puso el gobierno al hombro
El diputado Ricardo Olivera, cual Cid Campeador, tomó la lanza y se hizo cargo de la defensa del presupuesto que no se iba a tratar, señalando sus bondades tales como las inversiones en infraestructura escolar y cultural ($9.463 millones), salud ($5.260 millones), vivienda y urbanismo ($5.475 millones), justicia ($3.177 millones, obras contra las inundaciones ($3.540 millones). Como así también las transferencias a municipios y comunas (que Agosto no había respondido), boleto educativo ($7.077 millones), comedores escolares ($4.648 millones) entre otras menudencias políticas.
Olivera sabía que las cartas estaban echadas, y si bien en su doble condición de diputado oficialista y presidente del Partido Justicialista, tenía el mandato político y moral de defender a su gobierno, no ocultaba su desazón por la soledad en la que prácticamente lo había dejado sus compañeros de ruta.
Un funcionario del gobierno despotricó duramente contra algunos diputados que también lo habían abandonado a su suerte con la oposición.
En clave 2023 de un lado y del otro
La oposición radical – socialista compitió en sus discursos para ver quien se congraciaba mas con los municipios y comunas, a la hora de reprocharle al gobierno la discriminación a la que sigue sometiendo a las administraciones que no son del peronismo.
Gabriel Real del PDP tampoco se quedó atrás a la hora de repartirle lonjazos al gobierno. Lo atacó duramente por la falta de diálogo acusándolo de “miopes”, “autistas” y “raquitismo político”.
Maximiliano Pullaro le reprochó al gobierno de Omar Perotti estar pensando “en clave 2023” (desde la Casa Gris dicen exactamente lo mismo sobre ellos) y le recordó como perdió las últimas elecciones: “menos del 35% lo acompañó”, rescatando el esfuerzo del Secretario de Gobierno Oscar Urruty por prestarse al diálogo, comprometiéndose junto a su bancada Neo-Evolución, “a trabajar durante todo enero para que en los primeros días de febrero haya presupuesto”.
Sobre el final de su encendida alocución, Pullaro rescató al gobierno de Miguel Lifschitz “como el mejor gobernador en la historia de la Provincia”, y curiosamente le pidió al oficialismo que si la oposición ganare las elecciones en el 2023 le deje “una Provincia ordenada como le dejamos nosotros”, rematando con una arenga propia de campaña: “fin del relato y la mentira, compañero Perotti”.
Presupuesto reconducido: la salida constitucional
Clara García, adelantándose a lo que vendría advirtió: “ojo con andar diciendo que no podrán hacer cosas porque no tienen presupuesto, saben muy bien que con el (presupuesto) reconducido podrán hacer absolutamente todo”.
Apenas despuntaba el alba del jueves, voceros oficiosos del gobierno ya instalaban en sus redes sociales los perjuicios que le ocasionaría a la Provincia no contar con el presupuesto, comparándolo con lo ocurrido en la Nación. El propio Diputado Real había aclarado en el recinto que no era lo mismo una cosa que la otra, porque acá se dejó en suspenso el presupuesto hasta febrero, en la nación lo rechazaron.
Perotti chicaneó duro: amenazó con recortar gastos en la Legislatura
Fue el propio Gobernador Omar Perotti quien le dio la razón a Clara García, señalando que analizará de dónde «sacar 1.500 millones de pesos, si de Salud, de Seguridad, Educación o de la Legislatura». «Habrá que ser más austeros» dijo, para agregar que “de los últimos tres presupuestos solo pudimos tener uno”.
Verano tórrido por donde se lo mire.