Cientos de árboles caídos, ramas por todos lados, cables cortados sobre todo a la vera de la Ruta 31 al norte de la ciudad de Avellaneda, casas destechadas fue el resultado del fenómeno meteorológico que se desató en esa zona en la siesta del martes 21.
La casa del intendente Gonzalo Braidot es una de las damnificadas, con voladura de techo. Eso es a la vera de Ruta Provincial 31. En ese trayecto también cayeron numerosos árboles y cables. Reportaron daños en un silo y en viviendas, una especialmente destrozada, propiedad de la familia Mieres.
El Ing. Carlos Franzoi, gerente de la Cooperativa de Servicios Públicos: «Esto fue un tornado, por eso estamos muy complicados en la zona norte y rural de Avellaneda, un sector de líneas nuevas están todas en el suelo, vamos a ver cómo encaramos la situación pero vamos a necesitar la ayuda de otras reparticiones y no damos garantías para restablecer el servicio eléctrico», indicó.