Mientras “por protocolo institucional” el Dr. Alberto Fernández seguirá ejerciendo la presidencia de manera formal, ante los ojos de la sociedad la vicepresidente Cristina Fernández y su brazo ejecutor La Cámpora se hicieron cargo del gobierno real para tratar de dar vuelta el reciente desastre electoral.
El legislador cordobés Luis Juez advirtió: “tienen empadronados a los que van a ir a buscar para compelerlos a votar; en esta elección se durmieron en los laureles”.
En la Provincia de Santa Fe, con el panorama despejado (de 22 quedarán 8 boletas en el cuarto oscuro), el Gobernador Omar Perotti que dobló a sus contrincantes internos en la PASO, deberá revertir el “40 a 30” con que el que Juntos por el Cambio se impuso en su Provincia.
Solo cinco Departamentos gano el Frente de Todos en la categoría senadores (tres para diputados). En el resto, las listas de Losada-Scarpín (Barletta) y Maximiliano Pullaro (en Rosario Angelini) captaron los votos opositores.
De tal manera, Losada-Scarpín (Barletta) y Maximiliano Pullaro empataron en los Departamentos donde ganó Juntos por el Cambio (siete cada uno), mientras que en los cinco Departamentos donde ganó el Frente de Todos, Losada- Scarpín (Barletta) triunfaron en tres, Pullaro en uno y Angelini también uno (Rosario).
Losada – Scarpín: el voto duro anti K y la fuerza de un territorio
Finalmente el escrutinio definitivo consagrará a la lista Cambiemos con Ganas como triunfadora en la categoría Senadores nacionales, con el binomio Carolina Losada – Dionisio Scarpín, y cerca quedó Maximiliano Pullaro con Evolución, el sector que a nivel nacional orienta Martín Lousteau. José Corral quedó en último lugar, sin ganar un solo Departamento y tampoco en su ciudad Santa Fe, aunque su aporte terminara de consagrar el amplio predominio de la Unión Cívica Radical dentro del potenciado Juntos por el Cambio.
El PRO evidentemente no pudo asociar la imagen de Federico Angelini – Amalia Granata con la marca, debido a que los imprescindibles “votos independientes” también se repartieron entre los radicales, que arrancaban a las ocho de la mañana con un interesante caudal de votos propios. Angelini ganó Rosario, precisamente donde días antes de las elecciones estuvo Mauricio Macri apoyándolo en un acto.
El triunfo de Losada-Scarpín (Barletta) tuvo dos condimentos esenciales: los impresionantes 39 mil votos de diferencia que el intendente de Avellaneda Dionisio Scarpín obtuvo en su Departamento Gral Obligado, y la meditada, discutida y oportuna estrategia del consultor político Lucio Guberman junto con Julián Galdeano (el “padre de la criatura”: Losada) de contrastar la figura de la periodista rosarina-porteña con CFK. Mario Barletta aportó el residual de la militancia radical a la exitosa argamasa. Además ganó en su ciudad de Santa Fe.
Maximiliano Pullaro confirmó la fuerza de la territorialidad: los senadores radicales NEO lo llevaron al triunfo en sus comarcas (con excepción de Iriondo y Gral Obligado, Deptos radicales donde ganó Losada), y en la esquiva Rosario sus cuatro años de ministro de seguridad de Miguel Lifschitz no fueron mella, pues obtuvo casi 50 mil votos, quedando segundo detrás del PRO.
Ahora el desafío será juntar las partes para transformarla en un todo rumbo al 14 de noviembre. Losada dice que habló con los tres contrincantes internos y sus referencias nacionales; mientras que Mario Barletta y José Corral, que venían distanciados desde el año 2017, compartieron un café sobre el filo de la semana pasada para acordar estrategias, básicamente en esta ciudad de Santa Fe.
Solo restará que las cuatro listas se junten para redistribuir roles, sosegar egos, y conseguir financiamiento para la próxima campaña.
Perotti en su laberinto: provincializar o nacionalizar la elección de Noviembre
La suerte del peronismo estará atada a los vaivenes nacionales. Ganó Omar Perotti la interna, pero como dijimos, nada cambiará dentro del PJ; las heridas siguen supurando.
Eduardo Toniolli, precandidato a diputado nacional en la lista de Rossi quedará tercero en la grilla definitiva, y llegará de todos modos al Congreso.
Los senadores triunfantes son de María Eugenia Bielsa (Lewandowski) y La Cámpora (Marìa de los Angeles Sacnún). Omar Perotti sentará a su hombre, Roberto Mirabella en Diputados.
La diferencia obtenida por Juntos por el Cambio no le augura al peronismo muchas esperanzas de renovar las dos bancas senatoriales en juego en noviembre próximo, mientras que en diputados estaríamos ante un escenario parecido al de las intermedias del 2017.
Las disyuntivas de Perotti serán: provincializar nuevamente la elección, tomando un riesgo cierto, o nacionalizarla y que del resultado final se hagan cargos los capitostes del Patria y la Casa Rosada.
García ante el desafío de reconstruir el progresismo
El Frente Amplio Progresista consiguió en estas elecciones PASO el mismo porcentaje de votos que en las generales del 2017, con el FPCyS en el gobierno.
Clara García se impuso holgadamente en su interna senatorial, y al día siguiente compartió un café a la vista de todos con su contrincante interno Rubén Giustiniani.
Los casi 190 mil votos le permitirían sentarse en la “novena banca” de diputados nacionales a la ex intendente de Rosario Mónica Fein, lugar que ocupó antes de arribar al Palacio de Los Leones.
Clara García quedó muy lejos de los 500 mil votos del peronismo, para aspirar a algo más que la satisfacción espiritual y política de haber reemplazado a su extinto esposo Miguel Lifschitz, en un momento de desesperanza y desolación política -terminaban de irse los radicales NEO- para el socialismo. Ahora el tiempo dirá.
A la caza de los votos ausentes
Betina Florito con Alejandra “locomotora” Oliveras, Carlos Del Frade y más atrás Luis Contigiani y otras fuerzas menores, pugnarán – junto con los dos principales frentes – por atraer los poco más de medio millón de votos que podrían haber el 14 de noviembre, tomando como referencia que este 12 de setiembre fue a votar el 64% de los empadronados (la media era del 70%), y normalmente en las generales vota el 80%. En esta elección hubieron casi 80 mil votos en blanco y 96 mil votos anulados.
De aquí al 14 de noviembre, el gobierno nacional desesperado para “inyectar” 400 mil millones de pesos a la calle, con un respaldo ficticio basado en dólares del FMI que se tienen que usar para pagarle al FMI) (no para comprar votos), es probable que alerte “al mercado”, esa desconfianza se traslade a dólar paralelo (por eso Lozano proponía darle a la gente una moneda con la cual no se pueda comprar dólares), éste aumente, se traslade a inflación; y lo que dieron el lunes, el viernes ya no alcance.