El Gobernador Omar Perotti se enorgulleció el 1º de Mayo en su discurso ante la Asamblea Legislativa de haber aplicado más de 500 mil vacunas en la Provincia, cubriendo todo el personal de salud de primera línea, pacientes con patologías de base serias y el 98% de los docentes, poniendo a los adultos mayores, “a los que muchas veces la sociedad los ubica último” – reprochó- en primer lugar.
Fue uno de los aspectos sobresalientes de su discurso pues, siendo misericordiosos con algunos desaguisados iniciales, en Santa Fe no se suscitaron los escandalosos vacunatorios VIP como sucedió – y sucede- dentro del propio gobierno nacional, en sedes partidarias y gremiales, acompañadas en no pocos casos con postales burlonas para la sociedad que clama por una dosis de vacuna contra el Covid-19.
Si el gobierno nacional no acompaña esta nueva etapa de irritantes restricciones con vacunación y testeos masivos, le será muy difícil sobrellevar el malhumor social. La ciudadanía es capaz de tolerar hasta lo intolerable inclusive, cuando advierte que no hay mala fe en quienes gobiernan. Ahora, si detectare “premeditación y alevosía” en sus actos, sinceramente no le arrendamos la ganancia. Y esto rige crudamente también para las autoridades provinciales, aunque no dependa de ellos la provisión de vacunas.
Un discurso en narrativamente distinto
Omar Perotti esta vez – la tercera – se dirigió ante la semi presencial Asamblea Legislativa con un tono discursivo menos confrontativo que las dos oportunidades anteriores (aunque sigue bajo sospecha opositora a la luz de los acontecimientos), matiz que hizo notar el jefe de la bancada de diputados radicales en el FPCyS Maximiliano Pullaro, con la salvedad ya convertida en mantra opositora: la discriminación a la que, según aseveran los senadores radicales, el gobierno somete a las administraciones opositoras. Dichos y hechos.
El Gobernador eligió el camino de la “formalmente tediosa” narrativa de lo realizado y las promesas por cumplir, donde de manual el oficialismo remarca las virtudes y la oposición se encarga de resaltar, ahora con las TIC en tiempo real, lo que considera inexacto.
Normalmente la población ni siquiera se entera que el Gobernador inauguró las sesiones ordinarias del Parlamento- menos en un feriado total como el 1º de Mayo- y tiende a desconfiar de las promesas (quizás por el innato espíritu evangélico del “si no lo veo, no lo creo”) mientras mensura si lo que se dice que se hizo lo alcanzó. Naturalmente gobernar es una tarea mucho más compleja que satisfacer situaciones particulares.
Elecciones a pesar de todo
Este es un año electoral, aún en medio de una pandemia que, en virtud de una vacunación se presupone masiva para cuando debieran darse las elecciones (agosto y octubre) no debería generar motivos para preocuparse demasiado por la circulación de votantes, que por otra parte no sería mayor a la concentración de personas que hoy asisten a un supermercado, por ejemplo.
De tal manera, el Gobernador Perotti y la oposición afilan las uñas para dar batalla distrito por distrito en las compulsas locales donde para los electores, y más aún en una intermedia donde no se eligen Gobernador ni legisladores y solo en 14 ciudades intendentes, priman otros factores más relacionados con las habilidades de gestión local y hasta humana de quienes se postulan, sobremanera en las comunas, cuyo mandato de dos años el Gobernador quiere, por Ley, llevarlos a cuatro como los intendentes.
La batalla que se viene: autonomías y mandatos comunales
De manera audaz, que no invalida la importancia conceptual del enunciado, sino por la manera en que se encarará, el Gobernador propone avanzar hacia las autonomías municipales con el programa “Santa Fe+Autonomía” que incluirá a especialistas, gobiernos locales, vecinos y hasta una plataforma web para “que cada municipio y comuna empiece a organizar su autonomía en pos de un mayor federalismo”, entusiasmó.
Al igual que Miguel Lifschitz cuando intentó, vanamente, reformar la Constitución en el año 2018, si Perotti no cuenta con la aquiescencia legislativa todo terminará en vía muerta y con un innecesario desgaste político: “podrán ejercer todas las presiones que quieran, pero los que votamos somos nosotros”, nos recordaba en aquellos afiebrados tiempos de presiones políticas para la reforma constitucional “lifschizta” un senador peronista por entonces, aun con sus bemoles, sólida mayoría.
Hoy, aún con los propios senadores se supone que por añadidura, considerados por funcionarios del gobierno como “jeques o príncipes”, será difícil construir consensos; solo le sumaría al gobierno que el devenir político fracture a la oposición frentista en Diputados; Cámara dominada, como pocas veces, por la atomización política.
La salud de Lifschitz en el tablero político
El delicado estado de salud de Miguel Lifschitz afectado severamente por el Covid-19, principal líder y ordenador de la oposición, comenzará a marcar la impronta política desde esta misma semana, en que los Diputados deberán elegir sus autoridades (por segunda vez en la historia democrática reciente, un Gobernador tuvo que inaugurar la apertura de sesiones con la Cámara de Diputados acéfala).
Las deliberaciones intestinas en el FPCyS y su relación con la oposición para formar la nueva mesa de conducción de Diputados, serán el espejo que proyectará el futuro político del FPCyS ante los desafíos electorales por venir. Esta vez el SARS-CoV-2 metió la cola.