Si el gobierno provincial quisiera darle fortaleza política al flamante Ministro de Seguridad Jorge Lagna, debería instruir a sus cuadros políticos para que dejen de ponderar las virtudes de quien tuvieron que deshacerse, precisamente porque tales virtudes no habían aparecido.
Curiosamente, y contrariamente a lo que piensa y dice todo el mundo sobre la salida del controvertido ex Ministro de Seguridad Marcelo Sain, fue el diputado Maximiliano Pullaro quien señaló que “los audios no tienen nada que ver. Audios con buenos resultados no le hacen mella a ningún ministro. Lo que lo saca del cargo son los pésimos resultados. El aumento de todos los delitos”.
Justamente Pullaro, una de las personas que tuvo a Sain dos años en su staff y a quien le mordiera la mano hace poco, difundiendo un viejo audio con ex policía (Alejandro Druetta) ahora condenado por vínculos con el narcotráfico, que el propio sucesor de Sain en el Ministerio Público de la Acusación Víctor Moloeznik – despegándose de Sain- señalara como impropio: “por qué razón un Fiscal federal reproduce en juicio audios de la investigación que no tienen relación alguna con el objeto de su acusación? Es al menos mal desempeño, sino violación de secretos por los que tendría que responder penalmente”, disparó.
El jueves por la tarde en la Legislatura, cuando la eyección de Sain era un hecho todos respiraban aliviados – comenzando por diputados y senadores peronistas – no porque su sucesor vaya a solucionar de un día para el otro el tema de la inseguridad, sino porque se terminarían las tóxicas prácticas de Saín de “atacar las mafias vinculadas con la política” revoleando escuchas y capetazos a diestra y siniestra que, tal como dijimos en esta columna, el propio titular de la bancada de diputados peronistas Leandro Busatto consideró que “no llevan a ningún lado y le hacen daño a la gestión”.
Seguramente muchos extrañarán esa saga, digna de una serie de espionaje de Netflix, porque Jorge Lagna, no solo que no tiene acceso a los armarios del MPA – como corresponde – sino que es un hombre de la política (fue dos períodos ininterrumpidos Diputado provincial) comprometido con el objetivo que le marcó el Gobernador: atacar la inseguridad. De la política se ocuparán los ministros Corach y Sukerman, respetuosos ambos de la división de poderes que Saín había violentado peligrosamente.
Ocuparse la política en un año político
Con la llegada del venadense Jorge Lagna “dueño de un humor ácido, mordaz e inteligente”, según lo describiera su coterráneo el periodista Walter Barbarich, Omar Perotti podrá recuperar un poco de tranquilidad en el terreno de la seguridad; los gremios estatales aceptaron la modificada oferta salarial y el plan de vacunación, con sus bemoles por los zigzagueos nacionales, se estaría cumpliendo normalmente.
Habrá que ver cómo se aplicarán en la Provincia las venideras “severas restricciones sanitarias” por la llegada de la “segunda ola” de Covid. Desde la FECECO ya advirtieron que el sector no tolerará – económicamente – nuevos cierres. El Ministerio que conduce Daniel Costamagna está llamado a jugar un papel clave en los tiempos que se vienen.
Las “bases” peronistas no registran, según relatara el titular del PJ Ricardo Olivera, el severo oleaje entre el Poder Ejecutivo y sus propios legisladores que amenaza con romper muelles. “Abajo la muchachada está armando las listas con todos los sectores incluidos” cuenta, feliz, Olivera. ¿Piensan lo mismo los senadores, sobremanera aquellos desencontrados con la Casa Gris?. Saín con sus diatribas e insultos a senadores peronistas y de la oposición, daba letra para que desde el poder central se profundizaran las grietas. ¿Muerto el perro se acabó la rabia?.
Olivera es consciente de que la grilla de senadores y diputados nacionales se armará en oficinas porteñas ¿el Instituto Patria? entre Cristina Fernández, Alberto Fernández y el Gobernador Omar Perotti; al menos esa debería ser la lógica. Perotti tiene un hombre de su riñón político, Roberto Mirabella, ocupando en su reemplazo una banca en la Cámara alta del Congreso. ¿Pugnará por su continuidad, ó lo trocará por un escaño en el otro hemiciclo?.
En el arco opositor, llámese Frente Progresista por un lado (¿nuevo Frente Santafesino?) Miguel Lifschitz ya va por el segundo cambio de aceite del auto recorriendo la Provincia, mientras le pide a los suyos que lo esperen hasta después de la interna socialista del 18 de abril próximo para definir posiciones.
La decisión que tome Lifschitz será determinante para el radicalismo frentista y el resto de las fuerzas políticas. El ex Gobernador aseguraría un escenario electoral de racionales tres tercios; su exclusión profundizaría la grieta a niveles insospechados.
En Juntos por el Cambio, el PRO seguirá revisando las encuestas hasta poco antes del cierre de listas -junio próximo- para determinar el primer candidato a Senador nacional que hoy es Federico Angelini. Mauricio Macri le pidió a Miguel Del Sel colaborar en la estrategia electoral, pero sin ofrecimiento de cargo electivo alguno.
La temeraria “segunda ola” del Covid no sólo atacará el sistema inmunológico de las personas, lesionará severamente el cuerpo social si la política no actúa con raciocinio, sustantivo inexistente en la primera ola.