La Asociación que nuclea a los prestadores de la provincia no admitirá nuevos pacientes desde el 20 de noviembre ante la negativa de la obra social de recomponer los valores del servicio.
Los 470 centros de diálisis que brindan atención vital en todo el país a más de 10.000 afiliados de PAMI, se encuentran en una grave situación económica debido a que el precio que reciben por cada sesión de diálisis no logra cubrir los costos mínimos que implica la prestación.
La prestación es vital para 10 mil argentinos que tres veces por semana realizan su tratamiento que no puede interrumpirse ni ser reducido debido al riesgo que ello implicaría. Su vida depende de la diálisis.
Las redes que nuclean a los Centros de Diálisis han puesto en conocimiento a la Dirección Ejecutiva de PAMI y a varias autoridades del Instituto sobre la grave situación que se está atravesando, con notas recibidas por PAMI desde el mes de mayo. Esta situación se vio profundizada por el escenario de pandemia frente al COVID-19, tomándose medidas extraordinarias que incrementaron sustancialmente los costos de la prestación a fin de preservar la salud de los pacientes renales y del personal sanitario.
Lamentablemente a la fecha, en la única reunión concedida al sector no se ha dado respuesta a los pedidos claramente justificados.
Por este motivo, la Confederación de Asociaciones de diálisis de la República Argentina (CADRA), la Cámara Argentina de Productos y Servicios de Terapia Renal y la Asociación Regional de Diálisis y Trasplantes Renales de la Capital Federal y Provincia de Buenos Aires que agrupan a los centros especializados, preocupados por la atención de sus pacientes, hacen un llamado de atención frente a esta grave situación.
En paralelo, y como consecuencia de lo expuesto, los pacientes afiliados a PAMI que actualmente se encuentran en tratamiento seguirán recibiéndolo, pero a partir del 20 de noviembre la atención de nuevos pacientes corre peligro y no aceptarán nuevos de mantenerse las condiciones actuales.
Las redes declararon que el disparador de la crisis actual se relaciona con el incremento verificado durante el corriente año de los principales costos de las prestaciones de diálisis que son de público conocimiento, tales como paritarias del 35%, inflación acumulada superior al 25% , devaluación que afecta insumos importados del 33 %, entre otros; a esto se suma la ausencia absoluta de asistencia financiera del estado para estas empresas, que nunca recibieron la ayuda tantas veces anunciada.
Por ello, solicitaron al PAMI la imperiosa y urgente necesidad de ajustar el valor de las prestaciones en un porcentaje consistente con las variaciones de costos indicadas precedentemente que promedian a la fecha un 31%.
Adicionalmente, manifestaron que el precio actual no permite cubrir el costo de las prestaciones así como tampoco los adicionales vinculados a las medidas de bioseguridad que debieron y deben seguir siendo implementadas para atender a los pacientes en el marco de la pandemia COVID 19.
El servicio de diálisis es impostergable, diario y no puede ser interrumpido, se requiere de la participación de personal altamente calificado, médicos especialistas, tecnología específica, y una compleja estructura de soporte (transportistas, cirujanos vasculares, etc.) para continuar brindando la prestación en forma continua y adecuada.
La falta de recomposición del precio de las prestaciones generó un desfasaje imposible de sostener en el tiempo y además pone en peligro la continuidad de las prestaciones dialíticas.
Fuente: prensa Alejandra Vera