En el trágico accidente perdieron la vida 14 personas, en su mayoría chicos, ocho de ellos decapitados, producto de que el transporte de pasajeros, se incrustó totalmente debajo del acoplado cañero.
Alrededor de las 23;30 horas del domingo 26 de setiembre de 2010, una trafic de la comuna de Villa Guillermina, conducida por el docente jubilado Aroldo Vázquez de 63 años, donde viajaban en total 19 personas que volvían de un encuentro de Danzas llevado a cabo en la ciudad de Villa Ocampo, hacia la localidad forestalera de donde eran oriundos, se incrustó debajo del acoplado java con más de 15 toneladas de caña de azúcar, que ingresaba desde un camino vecinal de piso natural y quedó atravesado en la mano del sector este, por donde transitaba la trafic, a más de cien km por hora.
En el trágico accidente perdieron la vida 14 personas, en su mayoría chicos, ocho de ellos decapitados, producto de que el transporte de pasajeros, se incrustó totalmente debajo del acoplado cañero, los cinco menores heridos, que sobrevivieron venían sentados en la última hilera de asientos y salvaron sus vidas, después de una larga internación en distintos nosocomios, tras diversas intervenciones quirúrgicas.
El camión JAVA conducido por Dante Sosa de 18 años, con domicilio en Las Toscas, había cargado aproximadamente 23 toneladas de caña de azúcar, en el paraje denominado ‘’Colonia Tacuarendí’’ y salía a la ruta nacional once, con destino al ingenio azucarero de Villa Ocampo, a través de un camino vecinal de piso natural, tomando la ruta nacional once y al girar hacia el sur, el motor del camión se paró y el acoplado quedó obstruyendo la mano este de la ruta internacional, por donde avanzaba la traficc de sur a norte, a más de 100 km por hora, que no pudo evitar la colisión, ni siquiera, el conductor de la misma, intentó frenar, se incrusto debajo del acoplado a la velocidad que venía.
Los primeros en llegar al lugar de la tragedia fueron camioneros y automovilistas que transitan por dicha ruta, quienes al acercarse escuchaban gritos de auxilios de por lo menos dos chicos, que eran quienes viajaban en la última hilera de asientos y cinco de ellos permanecían vivos; dieron aviso a la comisaría cuarta de la ciudad ocampenese, bomberos voluntarios de Villa Ocampo y de Las Toscas, ambulancias de ambos hospitales, más todas las que habían en le centros médicos privados, integrantes de todas la comisarías de las localidades vecinas, el director de defensa civil de la provincia de Santa Fe, el doctor Robert Cano, que reside en la ciudad de Villa Ocampo, fue uno de los primeros en llegar y fue quien organizó junto a los jefes policiales de la URIX, el traslado de los heridos y de los restos humanos, hacia el hospital de Villa Ocampo.
Los cincos sobrevivientes, que presentaban un estado gravísimo en su salud, fueron derivados en forma urgente al hospital central de Reconquista, donde lograron estabilizarlo y comenzar la etapa de recuperación que les llevó varios meses de internación; medios de comunicación de todo el país transmitían el tristísimo suceso, que comenzó a salir a través del canal TN, primero en audio, desde el mismo momento del hecho, a través del periodista Antonio Avalos y luego en imágenes, hasta inclusive el velorio colectivo en la iglesia de Villa Guillermina y posterior inhumación de todos los restos, con la participación de miles de personas de toda la región que concurrieron a dar el último adiós a las víctimas.
Un hecho que permanece vivo en el corazón y en la retina de muchísima gente del norte santafesino, nos debe hacer reflexionar y debe crear conciencia NO solo en quienes transitan las rutas, SINO en las autoridades que deben velar por la condiciones de transitavilidad de dichas arterias que todos los días del años, se llevan vidas, en accidentes que son evitables y/o falta mantenimiento, controles adecuados y por sobre todas las cosas, concientización de quienes conducimos los vehículos, que son verdaderas máquinas de matar.
Gentileza: Antonio Ávalos