El sistema financiero está muy sólido, los depósitos en dólares superan holgadamente a los préstamos en dólares, y hay un saldo de liquidez muy alto para devolver todos los depósitos en dólares que se quieran ir del sistema. La falta de confianza y las malas decisiones de política económica complican al gobierno.
Por Salvador Di Stefano
Asesor en Negocios, Económico y Financiero
En los bancos argentinos hay depósitos en dólares por un total de U$S 19.508 millones al 18 de septiembre del 2020, mayoritariamente están constituidos en caja de ahorro, ya que los plazos fijos en dólares suman U$S 5.104 millones.
Desde que Alberto ganó las PASO en agosto de 2019, se vio una salida de depósitos brutal, al 31 de julio de 2019 los depósitos en dólares ascendían a U$S 34.755 millones, y todo lo que el mercado fue a solicitar al mostrador de los bancos lo devolvieron sin problemas, no hablamos de una cifra pequeña, es la friolera de U$S 15.247 millones que se fueron en 13 meses y 18 días, una salida de más de U$S 1.000 millones por mes. Esto habla a las claras de la fortaleza del sistema financiero.
La contracara de la salida de depósitos en dólares fue la contracción en el crédito en igual moneda. Los préstamos en dólares al mes de julio de 2019 ascendían a U$S 16.219 millones, y en la actualidad suman U$S 6.350 millones, la consecuencia de la caída de depósitos fue una contracción del crédito en dólares de U$S 9.869 millones.
En el mes de julio de 2019 los encajes de los bancos en el Banco Central ascendían a U$S 15.964 millones, y en la actualidad suman U$S 12.136 millones, esto implicó una caída de reservas de U$S 3.828 millones.
Esto implica que los bancos perdieron gran parte de la liquidez en dólares que tenían, es normal que en la actualidad esté escaseando el dinero físico, el billete en los bancos y en la calle. El dinero que se fue del sistema, terminó estacionado en cajas de seguridad.
Como resumen, podríamos decir que en la actualidad hay depósitos en dólares por U$S 19.580 millones, y créditos en dólares por U$S 6.350 millones, esto implica que hay un margen de liquidez de U$S 13.220 millones.
¿Dónde está la liquidez de los dólares? Depositada en el Banco Central en carácter de encajes por un total de U$S 12.136 millones, y un resto en caja de los bancos por U$S 1.084 millones.
Conclusión
No existe la posibilidad de un corralito o corralón, no tiene ningún sentido cuando el gobierno no gana absolutamente nada con esta medida, al contrario, perdería credibilidad y potenciaría la suba del dólar blue y la brecha cambiaria.
No tiene sentido alguno hacer una confiscación de los depósitos cuando Argentina viene de reestructurar la deuda pública y tiene por delante 8 años de escasos pagos de intereses de la deuda, y en los próximos 4 años nulos pagos de amortización e deuda.
Llevar adelante un corralito es una locura cuando estamos en las puertas de un acuerdo con el FMI, que buscará medidas tendientes a dinamizar la economía para poder cobrar los U$S 43.600 millones que nos prestaron.
El sistema financiero es una pieza clave para reactivar el país, por ende, afectar la credibilidad del sistema sería letal para el gobierno, y mucho más para la conducción económica que perdería toda credibilidad en cuestión de segundos.
El corralito que se implementó en el año 2001 se llevó adelante porque el Banco Central no contaba con las regulaciones prudenciales necesarias para tener un sistema bimonetario.
En la actualidad la Argentina no tiene un sistema bimonetario formal. Los bancos toman depósitos en dólares, y solo pueden prestarlo en dólares, no pueden convertir esos dólares en pesos. Esto le da fortaleza y la liquidez que mencionamos más arriba.
Como los depósitos en dólares exceden largamente a las financiaciones en dólares, el remanente los bancos los depositan en el Banco Central para cumplimentar los requisitos de encajes que tienen con el ente regulador.
Si todos los depositantes que suman U$S 19.580 millones van a buscar sus ahorros, se demoraría la devolución de solo U$S 6.350 millones que están prestados a terceros, por ende, todos los que vayan a buscar sus ahorros verán satisfecha la entrega del dinero físico, los últimos con cierta demora porque están prestados.
Un sistema financiero que tiene líquido U$S 13.230 millones sobre un total de depósitos de U$S 19.580 millones, implica que es un sistema muy líquido y solvente.
Los depósitos en dólares a plazo fijo suman U$S 5.104 millones, equivalen a una cifra menor a los préstamos que representan el 38,6% de la liquidez del sistema.
Cuando lo que dice un WhatsApp o un tweet es más creíble que lo dicho por el Estado, bancos o la media de los analistas de mercado, implica que el gobierno tiene poca credibilidad, y que cualquier persona que diga algo negativo será tomado como creíble.
El gobierno debería revisar su comunicación, pero mucho más su programa económico que le deja una grieta enorme para que un influencer le modifique el clima financiero y lo haga explicar, lo que no necesita explicación.
Los bancos están sólidos, pueden devolver todo el dólar que le pidan, no hay dinero físico en todas las sucursales de la Argentina, por ende, con el pedido anticipado y la espera de algunos días el que desea sacar dinero lo tendrá.
No tenemos un problema económico, ni financiero, hay un mal diagnóstico de la realidad, necesitamos un plan económico, y un gobierno que genere más confianza en los agentes económicos.
Hasta ahora, con el intento de expropiación de Vicentín, la intervención en la industria audiovisual, el impuesto a la riqueza y las prohibiciones en el mercado cambiario, parecería que no están tomando el camino adecuado. Menos sarasa y más plan económico sería lo más propicio.