Por medio del Decreto 721/2020 el Presidente de la Nación Alberto Fernández, instauró el Cupo laboral trans para la administración pública nacional. Al menos el 1% de los cargos de planta del Estado deberá ser ocupado por mujeres y varones trans.
En la actualidad en Argentina, la expectativa de vida del colectivo trans se sitúa entre los 35 y 40 años, menos de la mitad que en población cisgénero. La discriminación y el estigma social hacia mujeres y varones trans inciden en la expulsión temprana de los hogares, falta de acceso a los sistemas de atención de la salud, dificultades para el sostenimiento de las trayectorias escolares y enormes dificultades para la inclusión de éste colectivo en el empleo formal.
Actualmente se estima que el 95% de las personas trans no acceden al empleo registrado y cerca del 60% no ha podido finalizar sus estudios secundarios.
La ley de Identidad de Género, impulsada por la FALGBT y ATTTA y aprobada en mayo de 2012, vino a reconocer el derecho a la identidad del colectivo trans, el trato digno y el derecho a la salud integral. Sin embargo, a más de 8 años de sanción, aún es mucho lo que aún falta para que el derecho a la identidad se transforme en igualdad de oportunidades real.
El colectivo trans en números
De acuerdo con datos del Registro Nacional de las Personas (Renaper), entre las personas que accedieron a este derecho el 72% autopercibía su género como femenino, y el 28% como masculino.
La mayoría se sitúa entre 20 y 39 años. Las menores de 19 años representaron un 14% y las mayores de 60, un 1%.
Por jurisdicción, el 31,6% de los trámites se realizaron en la Provincia de Buenos Aires, el 11,6% en la Ciudad de Buenos Aires y el 9,2% en Santa Fe.
En relación a la autopercepción de la identidad, de acuerdo a la Encuesta de vulnerabilidad de derechos del colectivo trans realizada por la extinta Subsecretaría de Políticas de Diversidad Sexual de Santa Fe y el Instituto de Estadísticas y Censos de esa provincia, el 70% de las personas trans percibió su identidad de género antes de los 12 años, el 39,2% comprendió qué estaba viviendo en esa misma edad y sólo el 12,3% pudo expresarlo, lo que muestra las dificultades que sufre el colectivo trans y las barreras que entornos cerrados u hostiles pueden significar para el tránsito de ese proceso.
Asimismo sólo el 48% pudo finalizar sus estudios secundarios, y tan sólo el 5% accede al nivel superior de educación.
Durante la gestión de la Subsecretaría de Políticas de Diversidad Sexual (2015-2019) se implementó el Programa Integral de inclusión trans que promovió una red de atención de la salud integral en más de 60 servicios hormonales, se realizaron 145 operaciones de identidad de género en 4 centros quirúrgicos, retomaron sus estudios por medio de becas 180 personas trans, se instaló el Servicios provincial de acompañamiento a las infancias trans y de género variable, y se otorgó la primera reparación histórica a las personas trans mayores en América latina, alcanzando a 30 mujeres trans sobrevivientes al terrorismo de Estado durante el último gobierno de facto.
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