No fue un Día del Padre mas para Vicentín; podría haber comenzado a escribirse un nuevo capítulo de esta zaga. SanCor necesita ser rescatada por el gobierno como “insignia ideológica”. La cuarentena entra en su etapa sociológica definitoria.
Este miércoles será decisivo para el gobierno nacional; y un “leading case” para resto del país. La mancha satelital más poblada y politizada de Argentina – CABA y AMBA – volverá al riguroso ASPO. Solo el destino sabe cómo reaccionarán esas millones de personas esperanzadas en que, como Europa estábamos saliendo de la pandemia, cuando les avisan que recién estamos entrando.
El ex Embajador en China Diego Guelar allá por enero – febrero advirtió, recién bajado del avión que lo traía de regreso del ojo del huracán, que el gobierno debía cerrar inmediatamente Ezeiza, porque el coronavirus (aún no lo llamábamos familiarmente “COVID-19” y muchos menos SARS COv2) ingresaría en breve a nuestro país. En plenas vacaciones, ¡quién le iba a hacer caso a un diplomático macrista!.
¿Por qué a partir del miércoles el gobierno nacional será un cobayo experimental socio-político de la pandemia?. Porque se sabrá si el miedo a enfermarse será mayor al pánico por quebrar económicamente. De ahí que sería muy saludable que quienes tengan la providencia de contar con un salario asegurado (habitualmente de los estados) se abstengan de juzgar actitudes.
En Santa Fe, los comités de crisis departamentales ya comenzaron a tomar medidas precautorias; Castellanos por ejemplo, prohibió los encuentros familiares “inter pueblos”.
Si esta capital o ciudades densamente pobladas decidiesen hacer lo propio en sus ejidos municipales, ¿incluiría también a bares y restaurantes, que a duras penas – los que no se fundieron – pudieron abrir sus puertas para ir “tirando” con menos de la mitad de las mesas ocupadas?.
A partir de este miércoles entraremos en la psicológica fase “angustia expectante”, por enfermarse de coronavirus y temor a morir, ó fundirse irremediablemente si habría que hacer lo mismo que CABA y AMBA. La FECECO en Santa Fe está realizando un relevamiento comercial al respecto.
Vicentín-SanCor y el salvataje estatal: ¿solución o salvavidas de plomo?
El chubutense Gustavo Menna, Diputado nacional radical vicepresidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, receló sobre lo que podría ocurrir en Vicentín si interviniese el Estado: “¿quién arriesgaría su capital para asociarse con otras personas y correr el riesgo de que en cualquier momento le designen un comisario político para administrar su propiedad?”, escribió en La Nación ponderando la “lección de federalismo” que dio el juez de Reconquista Fabián Lorenzini con sus últimas resoluciones en el Caso Vicentín.
El pasado domingo no fue un Día del Padre mas para Vicentín; podría haber comenzado a escribirse un nuevo capítulo de esta zaga.
Habida cuenta que una parte del directorio de la compañía vería con buenos ojos la propuesta de la IGPJ santafesina, un “ingeniero en finanzas” (de Reconquista) comenzó a diseñar con el gobierno santafesino la “salida negociada” (a la que tendrá que ponerle el moño después el indómito Juez Lorenzini) que consistiría en integrar en el repuesto directorio a los tres interventores (dos de la Nación y uno de la Provincia de Santa Fe).
En ese cónclave secreto, se dibujó el diseño de una nueva sociedad integrando a las cooperativas acreedoras AFA y ACA, junto a los que ya se mencionaban como YPF, y hasta ronda la idea de que productores acreedores también capitalicen.
Durante la semana, el Gobernador Perotti se reunió con la Mesa Agropecuaria, a quienes les dio pistas sobre lo relatado (que obviamente los interlocutores desconocían): dicen los ruralistas que el Gobernador sostuvo que se necesita generar confianza en Vicentín, y que la misma la puede generar el Estado santafesino con la petición de la IGPJ al juez, facilitando “el ingreso de fondos necesarios para una nueva etapa de la empresa”.
El Primer Mandatario les aseguró que la actuación de la Provincia es “en defensa de la propiedad privada”, agregando que “todos debemos concentrarnos en la construcción de una nueva empresa en el marco del concurso, respetando el rol del juez y resguardando los derechos de los acreedores y accionistas”.
“SanCor sigue viva de milagro”
O porque “Dios es santafesino”, al decir del Ministro de Seguridad Marcelo Saín. Así y todo no cayeron muy bien en algunos estamentos gerenciales de SanCor las declaraciones (al semanario El Eco de Sunchales) del titular de ATILRA Héctor “Etín” Ponce, adelantando el trabajo de salvataje que el gobierno viene llevando a cabo para que la señera cooperativa latinoamericana no termine de volcar.
Hoy, con 600 mil litros diarios de recolección y 370 asociados, muchos de los cuales desvían su producción hacia otras industrias (porque SanCor les debe mucha plata por la producción), sin plata para comprar insumos para elaborar productos y materia prima (“leche sobra en el mercado, con plata fresca podríamos llegar al millón de litros”, reflexionaba un asociado) SanCor sigue agonizando.
El titular del INAES Mario Cafiero, amigo político de Ponce, desde el momento en que se hizo cargo del organismo comenzó a trabajar por SanCor junto al dirigente sindical de Sunchales, a los cuales se sumaron los funcionarios y directivos de SanCor, bajo el dogmático slogan político “un peronista no puede dejar caer una cooperativa”. El cooperativismo, dicen quienes forman parte de las negociaciones, es clave en la política de Alberto Fernández (basta el ejemplo de ACA y AFA tratando de formar parte de Vicentín).
En el año 2006 Néstor Kirchner, con la ayuda de Hugo Chávez le arrojó un salvavidas a SanCor – ¿que la terminó de hundir a la larga?- (Julio De Vido les dijo a los directivos de aquel entonces: “hagan ya el ajuste y la reconversión con esta plata”). En ese momento Chávez indirectamente le dio una mano a la lechería argentina, pues SanCor era un regulador del mercado.
Hoy día SanCor necesita mucha plata, y a diferencia de Vicentín no es una usina de dólares. Pero es una insignia ideológica. Para recuperar el capital de trabajo, estarían necesitando unos 20 millones de dólares (Venezuela les debe 14 millones de dólares).
Se está trabajado en un fideicomiso donde intervienen los fondos acreedores, otra cooperativa sunchalense, el BICE; AFIP ya les dio un respiro con la deuda, y el Banco Nación también ayudaría.
Hay conversaciones con la complicada Vicentín por ARSA (Alimentos Refrigerados S.A) por cuyas plantas en Córdoba y Arenasa (Buenos Aires) la compañía concursada pagó 100 millones de dólares en el año 2016. Y además Mead Jhonson está interesado en que SanCor siga elaborando las leches infantiles.
A primera vista podría advertirse que SanCor tendría fututo. Lo que no tiene es plata.
El campo en doble estado de alerta
A la inquietud por el desenlace del tema Vicentín, la Bolsa de Comercio de Santa Fe junto a sus pares de todo el país, y entidades del campo hicieron saber su inquietud por los hechos de vandalismo en los campos – rotura de silobolsas, incendios intencionales – que se tornan cada vez más frecuentes. Obviamente que, pese a soterradas operaciones de algunos, “la gringada” sospecha de donde provendrían las instrucciones.
Por ahora, salvo comunicados de repudio, las autoridades de las Provincias donde ocurrieron los sucesos no avanzaron en las investigaciones de las denuncias.
En definitiva, el país entró, en todo sentido, en la fase “tira y afloja”.