Se trata de Gabriel Ismael López de 23 años. La pena también se le impuso por la autoría del delito de coacciones agravadas. El fiscal que investigó los hechos es Andrés Marchi. El hecho sucedió en 2017 en la ciudad de Santa Fe.
Un joven de 23 años identificado como Gabriel Ismael López fue condenado a 15 años de prisión como autor del homicidio de Adán Maximiliano Moreno cometido en 2017 en la ciudad de Santa Fe. Así lo dispuso el tribunal pluripersonal integrado por los jueces Susana Luna, Leandro Lazzarini y Rosana Carrara en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos.
López fue condenado como autor penalmente responsable del delito de homicidio calificado (por el empleo de arma de fuego), en concurso real con el delito de coacciones agravadas.
UN DISPARO
El fiscal Andrés Marchi estuvo a cargo de la investigación de los hechos e informó que «el homicidio que investigamos fue cometido el martes 7 de noviembre de 2017 aproximadamente a las 16:00, en inmediaciones de calle Pedro Espinoza al 5.400».
Durante la audiencia, el funcionario del MPA relató que «la víctima circulaba a bordo de una motocicleta en compañía de un menor de edad y fue abordada por el condenado». En tal sentido, explicó que «López les apuntó con un arma de fuego a ambos y finalmente disparó contra Moreno, provocándole una herida que le causó la muerte».
«Luego de cometer el ilícito, el condenado amenazó al joven que acompañaba a la víctima con el fin de amedrentarlo e infundirle temor», indicó Marchi. «Le apuntó nuevamente con el arma y, antes de darse a la fuga, le dijo que si llamaba a la policía también le iba a efectuar un disparo», agregó.
15 AÑOS
Acerca de pena resuelta, el fiscal subrayó que «contempla que el condenado usó un instrumento con una potencialidad letal inigualable, como lo es un arma de fuego, que le permitió cometer el homicidio». Además, precisó que «puso en riesgo la vida de otra persona y la amenazó para que no lleve el hecho a la Justicia».
Marchi sostuvo que «López desplegó su accionar delictivo porque creía que la víctima lo había denunciado por un ilícito». En tal sentido, concluyó que «su actitud denota una personalidad renuente a sujetarse a las normas mínimas de convivencia».
Oficina de Prensa y Difusión MPA