La naturalista María Paula Getar nos cuenta sobre esta reserva de 32 hectáreas que está a 10 km de Villa Ocampo sobre el Paraná.
“Está ubicada en el corazón del Jaaukanigás, uno de los sitios RAMSAR más importantes de nuestra provincia. Allí encuentran refugio especies emblemáticas como el mono carayá, la boa curiyú, el carpincho, el yacaré negro y el overo. También se cuenta con un registro actualizado de 127 especies de aves (esto es el 62% del total de especies registradas para Villa Ocampo, y 29% del total de las especies registradas para toda la provincia).
El bosque tiene una diversidad de especies forestales muy importante las cuales presentan propiedades medicinales, alimenticias, recursos madereros, tanineros y melíferos entre un sinfín de potencialidades. Entre las 22 especies forestales se destacan el Laurel de río, el Ingá, Sangre de Drago, Curupí, Banara, Espina colorada y el Horquetero.
Estos ambientes ribereños son responsables de innumerables beneficios para el ser humano, por proveer alimentos, agua, combustible, madera y medicina, y sin duda brindan servicios culturales que abarcan beneficios recreativos y estéticos, así como aquellos asociados a la identidad y el sentido de pertenencia. La intención de acercarles virtualmente este espacio es motivarlos para que se acerquen a recorrerla y conocerla (cuando termine la cuarentena!), restableciendo los lazos que el ser humano está perdiendo con la naturaleza.”
En orden de fotos: 01 Arroyo El Pindó | 02 Dormilón Coludo | 03 Irupé | 04 Acceso a la reserva y pasarela | 05 Grupo familiar de Mono Carayá | 06 Arañas comunitarias | 07 Yacaré Negro | 08 Bosque de Tala, Laurel de río y Horquetero | 09 Culebra parda | 10 En sectores de árboles con más altura, la copa de los árboles no permiten el ingreso de luz y la regeneración de especies de estratos más bajos es escasa (fotos María Paula Getar).
Esta también es una forma de acercarnos a la naturaleza en esta cuarentena. Un recorrido donde acompañar a las y los naturalistas en una recorrida por ambientes santafesinos, conociendo su biodiversidad.
Está demostrado científicamente que las pandemias y epidemias como el Ébola, SARS o el actual Coronavirus guardan relación con la destrucción de los ecosistemas naturales.
Necesitamos ecosistemas sanos para estar sanos.
Por esto es que nos sumamos al pedido de una prohibición permanente del tráfico y consumo de fauna silvestre, y a la destrucción de su hábitat.
Ministerio de Cultura de Santa Fe | Gobierno de Santa Fe