«A cada uno de ustedes que seguramente pisando este suelo siente el orgullo de hacerlo como santafesino, rosarino o argentino.
208 años atrás el general Manuel Belgrano aquí generó un hecho fundacional, no eran los mejores momentos y no tenía el apoyo del gobierno en ese momento, lo que le decían era que no había ni espada, ni sable, ni lugar donde comprarla, cuando solicitaba al gobierno ayuda.
Allí aparece una de las grandes lecciones de Belgrano en ese momento, no puso la excusa como instancia fácil; viendo el momento difícil, la desmoralización de su tropa, las malas noticias que venían del norte, toma la decisión de enarbolar la Bandera, de darnos a todos a partir de allí una Bandera, pero en ese momento para templar el espíritu de cada uno de los integrantes de su tropa.
Esa Bandera lo cobijó, lo motivó, pero además identificó claramente a ese puñado de argentinos que luchaba por la independencia, que luchaba por la libertad de nuestras tierras y de América.
Y es allí donde había que identificarse y tener claro cuál era el enemigo en ese momento; hoy esa Bandera nos tiene que cobijar para pelear contra adversidades tan duras, cómo en aquel momento, con otras formas, la adversidad que nos duele, el hambre, la desocupación, que nos muestra la falta de justicia, que nos muestra la violencia y el narcotráfico, y la creencia que los violentos tienen razón, o tienen el espacio para burlar la justicia.
Tenemos un compromiso y el presidente lo manifiesta permanentemente, con la provincia y la ciudad, llegar a fondo y generar un cambio aquí. Por eso es importante, no solamente en el año belgraniano, que usted Presidente esté aquí iniciándolo, donde seguramente el 20 de junio será un hecho hermoso poder volver a vivirlo plenamente, en las calles, con movilización, con esa Bandera de la que hablaba Pablo; pero también con un Monumento que lo tiene al Presidente como un impulsor para resolver esta situación que por años se le negó a los rosarinos, a los santafesinos y a todos los argentinos la posibilidad de verlo con todo su esplendor.
Recordar a Belgrano es también recordar a alguien que no solamente fue un general en las luchas, fue alguien preocupado por la educación de su pueblo, para que cada uno de los hijos estén yendo a la escuela, recordar a Belgrano es recordar a alguien preocupado por la industria, fundamentalmente cuando hablaba de valor excedente que se le tenía que dar a las materias primas.
Me permito leerles algo, porque es una situación en la que los argentinos, teniendo al Presidente al frente, estamos dando una dura batalla, para que el Fondo Monetario, los acreedores financieros internacionales le den una oportunidad a la Argentina, esa oportunidad se fortalece cuando todos nos juntamos debajo de la Bandera y acompañando al Presidente en esa lucha.
Decía Manuel Belgrano, mejor dicho escribía, «los rivales de un pueblo no tienen medio más cierto de arruinar el comercio que él de tomar intereses de su deuda pública. Las deudas públicas procuran a los acreedores fortunas inmensas, rápidas, al abrigo de todo riesgo, las otras maneras de ganar son lentas e inciertas. Así el dinero y los hombres abandonarán las otras profesiones, la circulación de las mercaderías, del uso del mayor número de habitantes está interrumpida por esta proporción y no se reemplaza por el acrecentamiento del lujo de algunos ciudadanos.
Manuel Belgrano escribía esto en 1811, alguien que nos hablaba lo que era la actitud, la deuda pública, la necesidad de la defensa de un modo de producir y de trabajar, apostando a ello y no al capital financiero.
Y esto es por lo que nuestro Presidente está luchando, para que tengamos esa posibilidad de que con producción, con crecimiento y con desarrollo, poder sacar a la Argentina adelante; poder tener todos y cada uno de los argentinos una vida digna.
Gracias Presidente por acompañarnos y gracias por la lucha que está dando».
Ministerio de Gestión Pública