Cuando los mercados llaman…alguien debe acudir. En este caso es China quien está llamando desesperadamente al mundo para intentar calmar la intempestiva crisis proteica que sufre y deberá enfrentar aún durante los próximos años.
Este desesperado llamado se vio reflejado en los números de exportación que la región ha registrado durante el primer semestre del año. Desde el Mercosur – considerando Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentinahemos exportado durante los primeros seis meses un total de 1.426 mil toneladas de carne vacuna.
En términos de crecimiento interanual, esta cifra se traduce en un aumento del 20% respecto de lo exportado durante el primer semestre de 2018. El punto es que el 32% de los embarques totales de carne vacuna que partieron desde el Mercosur han tenido por destino China. El volumen total exportado a este país durante el período enero-junio 2019 ascendió a 455 mil toneladas peso producto, superando en un 45% el volumen exportado en igual período de 2018.
Más aún, si de participación se trata, cabe recordar que Paraguay aún no cuenta con habilitación para exportar a este destino por lo que, ajustando la participación China al volumen efectivamente exportador por Argentina, Brasil y Uruguay, el porcentaje real asciende al 35%, desde el 30% alcanzado durante el primer semestre de 2018.
Pero no todos hemos acudido a este llamado con el mismo grado de premura. En el caso de nuestro país, las exportaciones a China durante el primer semestre del año totalizaron 163,3 mil toneladas, marcando un incremento interanual del 108% respecto de las 78,4 mil toneladas exportadas en 2018.
En tanto Brasil y Uruguay, si bien también registraron incrementos respecto de 2018, sus tasas fueron más moderadas. De enero a junio de este año, Uruguay exportó a China 145,2 toneladas de carne registrando un crecimiento interanual del 30% mientras que Brasil incrementó su volumen exportado en un 19%, totalizando 146,6 toneladas embarcadas a ese destino.
Sin embargo, el peso relativo de los embarques desde Brasil no ha tenido el mismo impacto como sí en Argentina y Uruguay, países cuyos ventas con destino a China durante el primer semestre del año llegaron a representar el 72% y 61% de sus exportaciones totales, respectivamente.
Claramente este ‘salvataje’ es una solución de las que suelen llamarse de ‘frazada corta’ y, en este sentido, alguien tuvo que ceder. En términos de volumen exportado, en el caso de Argentina, las exportaciones totales se vieron incrementadas en 72.563 toneladas mientras que China llevó durante el período 84.919 toneladas más que en 2018.
En Uruguay, el desfasaje es aún mayor; mientras que sus exportaciones totales aumentaron sólo 5.042 toneladas de un período a otro, China compró 33.583 toneladas más, que sin dudas debieron restringirse a otros destinos.
En el caso de Uruguay, entre los mercados tradicionales que mayor impacto sufrieron a causa este aluvión de compras chinas se encuentra Rusia (-95,3%), Israel (-61%) y Chile (-34,6%) en tanto que para Argentina, tenemos nuevamente Rusia (-62,6%), Hong Kong (-62,4%) y en menor medida Chile (-1,6%).
En general, los destinos citados han logrado compensar estas bajas dentro del mismo bloque. Tal es el caso de Rusia que, tras la flexibilizar la restricción sanitaria impuesta a Brasil, logra cerrar embarques desde este origen por 31.456 toneladas luego de haber estado prácticamente vedado durante todo el año pasado.
En el caso de Israel, uno de los grandes ganadores ha sido Paraguay, quien supo explotar esta oportunidad duplicando sus envíos a este destino con ventas por 10.649 toneladas durante el primer semestre de este año lo que lo ubica cerca de Brasil y Argentina, como uno de los principales proveedores de este mercado.
Finalmente Chile, es otro de los mercados que Paraguay ha sabido capitalizar (+20%), ganando participación tras el ajuste que debió realizar principalmente Uruguay y en menor medida Argentina.
Concretamente para el caso argentino, hasta el momento este reemplazo tuvo una razón y fue que, además de volumen, China ofreció un diferencial por esta urgencia. El valor promedio de la tonelada exportada de carne vacuna a China este año alcanzó USD4.394, levemente superior (+1,1%) respecto del promedio pagado en igual período del año pasado. Pero ¿cuánto más podrá sostener China este nivel de compras? ¿Cuál es el punto de equilibrio a partir del cual la desatención de otros mercados comenzará a costar más que el ingreso marginal que hoy estamos obteniendo por China?
Argentina ha estado haciendo un enorme trabajo en cuanto a apertura de mercados, desde aquellos más masivos como China hasta nichos de alto valor como es el caso de Japón. Cuando los mercados llaman, alguien debe acudir. Sucede que algunos llamados son más silenciosos que otros y ante la urgencia, en ocasiones, no se consigue sopesar debidamente su valor.