La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 23 de marzo cómo el “Día Mundial de la Rehabilitación” con la necesidad de destacar que las personas con discapacidad tengan acceso a tecnologías eficaces para su diagnóstico y tratamiento. La rehabilitación es el conjunto de procedimientos multidisciplinarios destinados a que las personas con capacidades diferentes puedan alcanzar el mayor potencial psicológico, social, físico, laboral y educacional compatible con sus limitaciones y las medioambientales.
Alrededor de 600 millones de personas viven en el mundo con algún tipo de discapacidad, mientras que en Argentina se conoce que más de 5 millones padecen alguna dificultad o limitación permanente según el Censo de 2010.
Entre los casos que pueden afectar el desarrollo de un niño en pleno crecimiento se encuentra la parálisis cerebral (PC), que agrupa una serie de trastornos que afectan el movimiento, el tono muscular y la postura de quienes los padecen. Estos trastornos están causados por una lesión del Sistema Nervioso Central durante el período temprano del desarrollo cerebral, que está por lo general limitado a los primeros años de vida. Es decir, que se presentan antes de completarse el crecimiento y desarrollo del cerebro.
La parálisis cerebral puede ser producto de una lesión neurológica en el período antenatal o perinatal como la anoxia (falta de oxígeno), o también puede darse por una lesión que origine un sufrimiento al bebé durante el parto: la prematuridad o el parto múltiple. Además, hay causas postnatales de parálisis cerebral como infecciones que ocurren durante los primeros años de vida: encefalitis o meningitis.
PC en cifras
En Argentina no existen estadísticas concretas de la cantidad de niños con parálisis cerebral, pero en el año 2000 un Consenso Argentino sobre Parálisis Cerebral estimó que de todos los nacimientos del país (aproximadamente 700.000 en ese momento), 0,25% tendrían parálisis cerebral (1500). En el año 2018 se registraron 17 millones de personas con parálisis cerebral en el mundo.
¿Por qué la rehabilitación en niños debe ser una prioridad?
Los programas de rehabilitación intensiva son herramientas muy valiosas para mejorar la calidad de vida de estos niños, ya que no hay tratamiento en la práctica clínica de rutina que sea efectivo para parálisis cerebral. El objetivo de la terapia intensiva de rehabilitación es reducir los reflejos patológicos del paciente, aumentar la fuerza, el control, la resistencia, la coordinación y la funcionalidad en un corto período de tiempo.
El tratamiento de oxigenación hiperbárica (TOHB) es otra alternativa terapéutica. Se realiza con una cámara hiperbárica donde el niño ingresa y se coloca una máscara por medio de la cual respira concentraciones altas de oxígeno a una presión atmosférica de tratamiento 1.45 ATA. Normalmente respiramos 21% de oxígeno a 1 ATA. Es un método no invasivo donde los menores pueden ingresar acompañados de sus padres y además llevar elementos para distraerse, libros, mantas, etc.
En cada sesión, la dosis de oxígeno hiperbárico inicia la reparación de vasos sanguíneos dañados en el cerebro y mejora el flujo vascular cerebral, lo que reduce la inflamación cuando hay daño, trauma o falta de oxígeno.
La Asociación Argentina de Medicina Hiperbárica e Investigación (AAMHEI) afirma que también puede ayudar a la formación de nuevo tejido neuronal y mejorar la funcionalidad mitocondrial (o energética) de la neurona y de ciertas células. Es decir, las células dañadas pueden comenzar a funcionar mejor y además se regenera tejido neuronal nuevo.
En concreto, los niños tratados con rehabilitación y cámara hiperbárica en conjunto podrían presentar mayor control de la cabeza, mejorar el contacto visual, reducir la rigidez, mantener su postura, dar sus primeros pasos con ayuda de andadera y comenzar a hablar.
Como ejemplo de lo anterior está un estudio de Mukherjee y Cols (2014), en el que se evaluaron 150 niños con parálisis cerebral al inicio y 4 y 6 meses después de haber iniciado los tratamientos. Un grupo se trató con rehabilitación intensiva y otros grupos con el mismo esquema de rehabilitación, pero con el agregado de TOHB.
Los autores observaron un aumento del puntaje de función motora de 0,46 unidades por mes en el grupo que solo recibió rehabilitación, comparado con 1,36 y 1,50 obtenidos en los grupos en los que se realizó TOHB. Se obtuvo una mejora muy significativa cuando se agregó el oxígeno hiperbárico dentro del esquema de rehabilitación.
En conclusión, en la actualidad muchos médicos e investigadores utilizan TOHB en niños con parálisis cerebral obteniendo muy buenos resultados. Efrati y Harch afirman que la oxigenación hiperbárica (con presiones medias o menores a 2 ATA) es una dosis de oxígeno óptima y una herramienta terapéutica a tener en cuenta para mejorar la calidad de vida de estos niños y su interrelación con la familia y la sociedad.
Asesoró: Dr. Leonardo Ramallo. Especialista en Psiconeuroinmunoendocrinología. Director de la Comisión de Clínica Médica y Reumatología de la Asociación Argentina de Medicina Hiperbárica e Investigación (AAMHEI)