Se les otorga la medalla «La Nación Argentina al Valor en Combate». Habían cumplido misiones «secretas» que fueron recientemente desclasificadas.
El miércoles 27 de marzo de 2019 a las 11 horas se llevará a cabo en el Recinto de Sesiones de la Camara de Senadores del Congreso de la Nación Argentina, la ceremonia de entrega de la Condecoración, Medalla “La Nación Argentina al Valor en Combate”, que fuera otorgado por la Ley 27.465/18, a ciudadanos argentinos combatientes de Malvinas, integrantes de la Fuerza Aérea Argentina, reconociendo la actuación, por sus relevantes méritos, valor y heroísmo en defensa de la Patria.
Solo podrán concurrir a esta ceremonia, aquellos que se encuentren previamente acreditados y las imágenes de este acto se transmitirá en directo por televisión por:
Canal DTV – Diputados Televisión en el canal 36 de Cablevisión;
Canal 26 de Cablevisión Flow;
Canal 21 de Telecentro y
Canal 29 de la TDA Satelital.
Además se podrá ver por la página de Internet: https://dtv.hcdn.gob.ar donde también se puede consultar y en Youtube: www.youtube.com/watch?v=Jt7eWSvkFA0
o consultar información en: http://www.youtube.com/results?search_query=camara+de+diputados.
La condecoración, Medalla «La Nación Argentina al Valor en Combate», no se otorgó antes y a lo largo de 36 años -desde 1982- ya que las misiones cumplidas eran de carácter «secretas» y fueron recientemente desclasificadas.
Serán condecorados:
– Brigadier Mayor VGM (R) Alberto VIANNA
– Brigadier Mayor VGM (R) Horacio Armando OREFICE
– Comodoro VGM (R) Jorge Alberto VALDECANTOS
– Comodoro VGM (R) Ronaldo Ernesto FERRI
– Comodoro VGM (R) Rubén Oscar MORO
– Comodoro VGM (R) Eduardo SENN
– Comodoro VGM (R) Roberto Mario CERRUTI
– Comodoro VGM (R) Walter Hugo VELIZ
– Comodoro VGM (R) Cristóbal Amando VILLEGAS
– Vicecomodoro VGM (R) Andrés Francisco VALLE
– Vicecomodoro VGM (R) Hugo Alberto MALDONADO (fallecido)
– Suboficial Mayor VGM (R) Julio Miguel DAVERIO
– Suboficial Mayor VGM (R) Juan Carlos LUJAN
– Suboficial Mayor VGM (R) Nicolás Carlos SEGOVIA
– Suboficial Mayor VGM (R) Jorge Luis CONTIGIANI (fallecido)
– Suboficial Mayor VGM (R) Roberto Guillermo PUIG
– Suboficial Principal VGM (R) Pedro Esteban RAZZINI
– Suboficial Principal VGM (R) Carlos Alberto BILL (fallecido)
– Suboficial Principal VGM (R) Delfino FRETES
– Suboficial Principal VGM (R) Sergio Alberto TULIAN
– Suboficial Principal VGM (R) Oscar Alberto GATTO
– Suboficial Ayudante VGM (R) Carlos Domingo NAZZARI
– Suboficial Auxiliar VGM (R) Carlos Alberto ORTÍZ
Estas misiones se denominaban Tigre y Loco y en el cumplimiento de esta última, el enemigo en un combate aéreo, derribó al avión Hércules C-130 matrícula TC-63, donde perdieron la vida siete tripulantes del Escuadrón I – Hércules C-130.
Este personal en su totalidad, durante varios años realizó innumerables vuelos, cumpliendo distintas misiones en el Continente Antártico con los aviones Hércules C-130, integrando tripulaciones con capacitación especial para operar en esas latitudes.
FUNDAMENTOS DE LA LEY 27.465/18
«Señor Presidente:
En la iniciativa que presento, se propone reconocer la actuación de ciudadanos argentinos, que por sus relevantes méritos, valor y heroísmo en defensa de la soberanía de la Patria durante la Guerra del Atlántico Sur, les deberían haber concedido la Medalla “La Nación Argentina al Valor en Combate”, que fue implementada por Ley 24.020/1991 y modificada su denominación por Ley 24.161/1992; que por distintas circunstancias no se le otorgaron esta Condecoración en su oportunidad por las Leyes 24.229/1993 y 25.576/2002, debido a que las misiones que cumplieron no fueron de carácter público y se dieron a conocer las mismas, años después de finalizado el conflicto.
A nuestros compatriotas la Nación Argentina le debe el reconocimiento por la valentía y arrojo que tuvieron al protagonizar entre otras, distintas misiones de vuelo, apoyando significativamente a operaciones aéreas ofensivas con aviones Hércules C-130, al cumplir silenciosamente peligrosísimas misiones poco conocidas, de Exploración y Reconocimiento sobre el Atlántico Sur, para poder ubicar, en oportunidad, a los blancos navales y ser atacados con precisión.
Estos grandes aviones que volaban al ras del mar en búsqueda de unidades navales enemigas; quedaban a distancias de suma peligrosidad, al alcance de los misiles que en distintas oportunidades les lanzaron, como así también de las PAC (Patrullas Aéreas de Combate) integradas por dos aviones Sea Harrier, que según lo que informaban desde los radares de las Islas Malvinas, ingresaban por distintos lugares en persecución de los Hércules, debiendo éstos realizar maniobras evasivas para no ser alcanzados por el fuego enemigo.
En esas mismas circunstancias el día 1 de junio de 1982 fue derribado el avión Hércules C-130, matrícula TC-63 que cumplía esta arriesgada misión, siendo impactado por un misil y cañones, lanzados desde un avión Sea Harrier enemigo, donde perdieron la vida sus siete tripulantes, constituyéndose en el único avión de este tipo derribado.
Hace poco tiempo que se tiene conocimiento del cumplimiento de estas misiones, debido a las características de las mismas, aunque la lectura actualizada sobre los temas relacionados al Conflicto bélico de Malvinas, entre otros, lo que se menciona en el libro “Historia de la Fuerza Aérea Argentina” – Tomo IV – Volumen II “La Fuerza Aérea en Malvinas”, editado por la Dirección de Estudios Históricos de dicha Fuerza; como así también charlas, conferencias y reportajes radiales, hacen que ahora sean de dominio público y no podemos dejar de lado a estos hombres que con su valor en combate, defendieron nuestra patria ofrendando su vida por ella.
Estas misiones que se realizaban con estos aviones de gran porte, sin carga alguna y con sus tanques repletos de combustibles, eran un blanco fácil para ser abatidos por su gran tamaño y lento desplazamiento, llegando en muchos casos a tener que realizar maniobras evasivas a muy baja altura de vuelo, superando todos los márgenes de seguridad aérea.
Solo se pudieron llevar a cabo estas acciones de evasión del fuego procedente de los buques y de los aviones Sea Harrier enemigos que los asediaban en forma permanente, por el alto entrenamiento y valentía de sus tripulaciones.
Las misiones consistían en volar sobre el helado mar durante lapsos de entre 5 a 8 horas en un riesgoso vuelo rasante, para evitar ser detectados prematuramente y lograr acercarse a un punto determinado, evadiendo los múltiples radares enemigos. Llegando a ese punto, se aceleraba la velocidad al límite estructural, se elevaba la nariz del enorme avión para ganar altitud lo más rápido posible, hasta llegar a los 1000 metros, allí se aplicaban los “flaps” para dejar al avión suspendido en forma momentánea, como si estuviera “colgado”. En ese instante se encendía el radar meteorológico y se lo hacía funcionar solo unas “pasadas” frontales y “ver” si aparecía algún “eco” grande o barco enemigo.
Este riesgoso proceder, contrario a cualquier instinto de supervivencia básico tenía un objetivo, identificar a los barcos y de esta forma se obtenían las coordenadas exactas del blanco, se informaba al Comando que enviaba a los aviones cazabombarderos, para que lancen sus ataques en un lugar exacto del vastísimo mar.
Una vez enviada la información del sitio de la flota, el escape era la parte más arriesgada de la misión, prácticamente el Hércules se lanzaba en caída libre hacia el mar, intentando desaparecer de los radares que lo estaban “siguiendo”…, es el momento donde solo el coraje y el entrenamiento permiten manejar el temor a ser derribado por una respuesta inglesa, invisible e implacable.
Solo el radar de vigilancia aérea en las Islas Malvinas podía advertir la dirección en la que se aproximaban los Sea Harrier para interceptarlos, haciendo cambiar la dirección y altitud del lento Hércules, jugando un peligroso juego del “Gato y el Ratón” que le diera una salida de escape.
Al obtenerse los datos necesarios, aquí no terminaba la misión, la operación de “oteo” se repetía en algún otro lugar, buscando más blancos ciertos y rentables.
Cabe destacar que los ingleses en varias oportunidades reconocieron la valentía y arrojo de estos tripulantes de los C-130 a los cuales intentaron emboscar y derribar en muchas oportunidades, lográndolo solo una vez.
Estas riesgosas misiones de combate, utilizando un sistema criollo de Exploración y Reconocimiento, realizadas en las distintas operaciones, por el personal que se menciona en Anexo adjunto, fueron llevadas a cabo el día 27 de mayo de 1982 con el Indicativo PICHO, entre los días 28 y 29 de mayo de 1982 bajo el Indicativo LOCO, el día 30 de mayo de 1982, con Indicativo POLO y los días 31 de mayo de 1982 y 1 de junio de 1982 el Hércules derribado con el Indicativo TIZA, lo que pone de manifiesto el gran riesgo de estas operaciones aéreas.
Hubo otras misiones similares que no se han tenido en cuenta, que forman parte de esta presentación, por ejemplo la Interdicción Aérea, que se realizó con un avión Hércules C-130 entre los días 29 de mayo y 8 de junio de 1982, con el Indicativo TIGRE. Estas operaciones no solo consistían en detectar buques enemigos sino que también tenían que atacarlos descargándoles bombas que se habían dispuesto bajo sus alas con un sistema de puntería y tiro improvisados.
De lo expresado, surge el reconocimiento que se propone, nada más justo que valorar cívicamente a estos compatriotas que con su esfuerzo, valor, heroísmo y coraje, contribuyeron a defender, hasta perder la vida, nuestros Derechos Soberanos en las Islas Malvinas.
Por lo anteriormente expuesto solicito de mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto de Ley.»
Fundación Marambio
Órgano de Prensa
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