Señores concejales, autoridades presentes, medios de comunicación, público en general, por decimosegunda vez vengo a este recinto a informar sobre el estado de situación de la administración municipal; siendo éste el último año del tercer mandato que, con gran honor, me confiriera la ciudadanía ocampense para conducir y gestionar la institución madre de la comunidad.
No quiero dejar pasar la oportunidad para repasar cuáles fueron las estrategias de gestión que fuimos planificando con el equipo político y técnico que me acompaña desde el 2007, para sacar definitivamente a Villa Ocampo y a su institución municipal del ostracismo en que se encontraba; con la idea de recuperar su fuerza interior, su empuje, su protagonismo, tan característicos en tiempos lejanos y por el que recibiera el mote de “ciudad progresista del norte santafesino”.
Durante los cuatro años de mi primera gestión, los objetivos estaban puestos en el ordenamiento de la administración municipal y, especialmente, de las cuentas públicas; sabiendo que debía ser el cimiento para comenzar un proyecto de desarrollo de ciudad y para recuperar la confianza en la institución municipal por parte de la comunidad, de los contribuyentes, los proveedores y los propios empleados, algo que se había perdido desde hacía varios años.
Habiendo logrado ese objetivo, nos propusimos normalizar la prestación de los servicios básicos, reconstituir el parque automotor y de maquinarias, devolver la autoestima al trabajador municipal y recuperar la obra pública; siendo ésta la opción más inteligente que se puede tomar desde el Estado Municipal para generar mano de obra, desarrollar el comercio local y mejorar la calidad de vida, además de recuperar el orgullo de todos los ciudadanos por el lugar donde vive.
Ordenada y encaminada la administración municipal, y ante un contraste inocultable con respecto a las gestiones anteriores, recibimos el aval de la ciudadanía para iniciar un segundo mandato; donde, las circunstancias nos obligaban a diseñar y liderar un cambio en la matriz productiva de la ciudad, al haberse agotado el modelo que imperó durante décadas, basado principalmente en la producción del azúcar sin incorporar ninguna estrategia en cadenas de valor agregado, provocando el colapso previsible.
Las políticas nacionales del momento, direccionadas a subvencionar los procesos de sustitución de importaciones y a favorecer a determinados sectores, no alcanzaron para recuperar muchas producciones regionales; especialmente en zonas desfavorables o marginales como la nuestra en cuanto a infraestructura necesaria, además de otros beneficios para el desarrollo industrial.
Considero discriminación la que sufrió nuestra economía regional, porque sí en ese entonces se subvencionó a otras provincias y sus empresas con el mismo tipo de producción; a lo que se sumaron los prolongados vericuetos judiciales generados por industriales en procesos de quiebra, algunos por cuestiones objetivas y otros por desmanejos de sus propias empresas.
Todo esto nos llevó a la elaboración de un Plan Estratégico Productivo y a la creación de la Asociación para el Desarrollo de Villa Ocampo (ADVO) como herramientas que nos permitieran comenzar a transitar una nueva era en esta materia; no sin inconvenientes, específicamente porque es muy difícil desarraigar una cultura impuesta a lo largo de tanto tiempo, desde el nacimiento mismo de esta ciudad. Pero los tiempos cambian y quienes tenemos la responsabilidad de ocupar puestos de liderazgo, debemos estar a la altura de la circunstancias; asumiendo con el mejor criterio los desafíos que se nos presentan, dejando de lado planteos oportunistas, alejados de la realidad y sin ningún sentido de autocrítica, ligada a sus propias responsabilidades políticas y empresariales, actuando como si la comunidad no tuviera memoria.
Estamos convencidos que a los problemas estructurales hay que afrontarlos con cambios profundos; no sirven medidas a corto plazo que nos puedan dar un rédito político inmediato, pero que al poco tiempo demuestran su ineficacia Ya lo comprobamos y hemos perdido mucho tiempo en eso.
Despilfarrar los recursos públicos en proyectos que técnicamente han sido estudiados como inviables o implementar un modelo de gestión basado exclusivamente en el asistencialismo, como ocurriera hasta el 2007, ya conocemos sus resultados y los efectos devastadores que provocan en la sociedad; además del clientelismo político, sustentado en las necesidades básicas de quienes menos tienen.
A ese modelo asistencialista debemos reemplazarlo por un modelo de desarrollo, donde los recursos de la comunidad se destinan a generar empleo a través de la obra pública, a capacitar y dar herramientas útiles a quienes están excluidos de la oferta laboral, a agruparlos en proyectos asociativos y solidarios, a ayudarlos con créditos blandos y subsidios para que puedan encarar o consolidar sus propios emprendimientos; es decir, a darles dignidad, independencia económica y autoestima, todo esto estamos tratando de impulsar a través de áreas del gobierno municipal, como la Oficina de Empleo y la Subsecretaría de Producción.
Cuando definimos que la obra pública iba a ser prioridad en nuestra gestión, al poco tiempo teníamos instaladas en nuestra ciudad tres plantas hormigoneras, a partir de la inversión privada genuina y de riesgo; las que durante todo este tiempo fueron creciendo e incorporando productos de valor agregado. Lo que hoy solamente esas tres empresas generan de puestos de trabajo, reemplazan a una de las dos históricas industrias cerradas en esta década por las causas anteriormente mencionadas; pero además, permitió que Villa Ocampo sea elegida como lugar estratégico para que se radiquen dos importantes obradores: el del Gasoducto del NEA y el del mejoramiento de la Ruta Nacional 11, con el consiguiente impacto laboral y beneficio para los sectores comercial, inmobiliario y de servicios. Como verán, la obra pública además de aportar a nuestra ciudad la estética y el mejoramiento de la calidad de vida, también permite crear trabajo que tanto necesitamos y que desde todos los sectores de la sociedad se reclama; esto se logra con un Estado Municipal presente y activo.
Con los resultados a la vista, la mayoría de los ciudadanos entendió el esfuerzo que estábamos haciendo y volvió a confiar en nuestra propuesta, otorgándome este tercer mandato de gestión, basado en el objetivo de fortalecer todo lo logrado y comenzar a proyectar la ciudad hacia desafíos más trascendentes; esos que hace una década parecían solamente una utopía o reservados para los grandes centros urbanos.
Es así que, a lo largo de estos tres mandatos, y con el esfuerzo y acompañamiento de la comunidad, consolidamos un plan de obra pública sin precedentes, definiendo un nuevo perfil urbanístico y un desarrollo equilibrado, favoreciendo por igual al centro, los barrios y la zona rural; afrontamos la responsabilidad histórica de modificar la matriz productiva para reconvertir y fortalecer nuevas cadenas de valor; abordamos la multifacética y compleja problemática social con equipos profesionales interdisciplinarios e implementamos medidas para mejorar la calidad de vida de las familias más necesitadas, sin discriminación, con dignidad y potenciando el desarrollo de sus propias cualidades; instalamos a Villa Ocampo como punto referencial de la Región Jaaukanigás desde el ámbito ecoturístico y en la defensa de los recursos naturales y del medioambiente; abrimos la ciudad y proyectamos a la región espacios culturales para la expresión de los más variados géneros artísticos; e impulsamos al deporte en todas sus disciplinas, con actividades de integración, desarrollo físico y mental, y sano esparcimiento.
Sobre esa base de una ciudad ordenada, un municipio con pleno funcionamiento de todas sus áreas y una administración abierta, transparente y participativa, encaramos en este período la planificación estratégica para los próximos años; gestionando y concretando los grandes proyectos que apuntalarán el desarrollo sostenido de la ciudad como ser:
Concreción del anhelado Puente “San Vicente” sobre el Paraná Miní para el desarrollo sustentable de la amplia zona de islas y para potenciar la interrelación con la vecina ciudad de Bella Vista (Corrientes). Para esto, el día 19 de este mes se abrirán los sobres para la licitar esta trascendental obra.
Plan de pavimentación e iluminación especial en todos los barrios, completando el circuito de los cuatro bulevares; y rotonda en el acceso principal de la ciudad. Al respecto, el día 20 de este mes se abrirán los sobres para licitar 3.500 m3 de hormigón preelaborado destinados a un nuevo plan de pavimentación urbana.
Recambio de toda la luminaria pública de la ciudad por luces LED.
Ampliación y mejoramiento de la electrificación rural en todo el distrito; y cierre del anillado eléctrico en el norte del Departamento Gral. Obligado.
Construcción del edificio propio del Sistema Integrado de Asistencia Médica (SIES 107).
Mejoramiento del ordenamiento urbano con la puesta en funcionamiento de la Playa de Camiones y las habilitaciones del Área de Talleres y Servicios sobre Ruta Nacional 11 y del Área Institucional de la Ciudad sobre Av. Independencia Nacional.
Nuevos planes de viviendas sociales; y urbanizaciones en barrios periféricos de la ciudad y parajes rurales para el otorgamiento a familias de escasos recursos de terrenos regularizados y con los servicios básicos instalados.
Puesta en funcionamiento del Centro Ambiental Regional para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos; enmarcado en el Consorcio GIRSU de la Micro Región 1-A.
Construcción del Centro Cultural Educativo (CCE) en Av. San Martín y Tibaldo; y de la Oficina Turística del Jaaukanigás en el acceso principal de la ciudad.
Creación de la Reserva Natural Municipal “El Pindó” en zona de islas; fortaleciendo a Villa Ocampo como destino ecoturístico emergente.
Expansión de la Asociación para el Desarrollo (ADVO) hacia el resto de las localidades de la Micro Región 1-A para potenciar nuevas cadenas de valor.
Y retomando el tema productivo, se ha relevado, estudiado y proyectado en el Plan Estratégico elaborado junto a la Asociación para el Desarrollo el potencial existente en nuestra región. Allí surge la producción cárnica (ganadera, porcina y aviar), la elaboración de sus insumos alimenticios (balanceados) y el valor agregado de sus derivados, como la de mayor expectativa de crecimiento.
Pero también debemos apreciar el avance que tuvimos en materia de producción energética, con la puesta en funcionamiento de la usina termoeléctrica y la recuperación de la destilería de alcohol como producción de energía renovable donde, entre ambas industrias, se generan más de 90 puestos de trabajo genuinos y estables. Como lo dije anteriormente, nuestra ciudad es punto referencial en el norte santafesino en cuanto a la fabricación de hormigón preelaborado y una variedad de productos prefabricados relacionados con la construcción; cadena de valor que se va potenciando, ya que existen proyectos de expansión en las plantas hormigoneras locales, lo que redundará en mayor cantidad de puestos laborables, y un incremento en la demanda de otros servicios.
Otro potencial productivo es el ecoturismo, desde hace varios años que lo hemos detectado y estamos trabajando arduamente para que Villa Ocampo y su zona de influencia de esta valiosa Región Jaaukanigás se convierta en un destino emergente del turismo nacional. Actividades culturales afines como la Fiesta Nacional de los Humedales, la Feria de la Empanada de Pescado y la Feria del Libro del Jaaukanigás, junto a obras de infraestructura como el Puente “San Vicente” en el Paraná Miní y la creación de la Reserva Natural Municipal “El Pindó” apuntan a fortalecer esta alternativa, a lo que debemos agregar la necesaria inversión privada en este rubro, con emprendimientos de cabañas y la actual construcción de dos nuevos hoteles en la ciudad.
La explotación sustentable de los recursos naturales y el cuidado del medio ambiente son lineamientos que guían nuestra gestión en materia productiva; por eso fuimos considerados como modelo desde la provincia y Nación con la implementación del programa “Producción Más Limpia”; a través del cual se financiaron 23 proyectos productivos (lácteos, turismo, ganaderos, avícola, calzado, gastronómicos). En esta misma materia, también estamos trabajando para la puesta en funcionamiento del Centro Ambiental Regional, lo que significará un gran aporte a la histórica problemática del tratamiento de los residuos sólidos urbanos, cumpliendo con los objetivos del programa “Basura Cero”; además que con el proceso de reciclado, también abriremos una importante fuente de trabajo genuina y segura para muchas familias.
Tal como hiciera la oportunidad anterior, junto a este mensaje incluiré el resumen de actividades por área que presenté a la sociedad a fin de año; por lo que considero redundante y tedioso volver a leerlo. Pero no quiero terminar sin antes agradecer a los integrantes de este cuerpo deliberativo el acompañamiento que nos han brindado en cada uno de los proyectos que presentamos para beneficio de la comunidad, los que con matices y miradas distintas, lógicas en un ámbito representativo de diferentes sectores políticos como éste, fueron aprobados por unanimidad, en su casi totalidad; eso nos demuestra que estamos transitando juntos el camino correcto y nos fortalece para seguir profundizándolo.
Por otra parte, quiero destacar que esta interrelación entre los dos poderes se dio en un ámbito de sincero respeto democrático y republicano, que se profundizó desde el momento en que tomamos la trascendente decisión de brindarle autonomía económica al Concejo Municipal; sabiendo que con ello, también le brindábamos autonomía y libertad de conciencia a cada integrante, sin distinción de pertenencia partidaria. Y, particularmente, en este año electoral, donde además la composición del Concejo y de sus autoridades se modificó en relación a períodos anteriores, esta autonomía será reconocida y justipreciada en su real dimensión.
Siempre planteamos el desafío de cambiar la visión, el rumbo y las características de una ciudad que estaba marcada por la resignación y desesperanza de sus habitantes; apuntábamos a cambiar el ánimo de la comunidad, impregnándolo de actividad y dinamismo, sabiendo que allí había una fortaleza que estaba adormecida y había que despertarla.
Con el compromiso y acompañamiento de todos los que anhelábamos un futuro distinto, hemos logrado transformar la desesperanza en optimismo, la resignación en una sana y productiva rebeldía, la nostalgia por lo perdido en esperanza por un destino alentador que nos permite avanzar hacia la transformación pretendida.
Somos conscientes también que el cambio profundo que estos tiempos nos exige para subsistir no está concluido; tenemos muchos objetivos que lograr como sociedad, y todo nuestro esfuerzo está direccionado en ese sentido; para consolidar la importante transformación que iniciamos hace más de una década y que pretendemos continuar.
De esta manera, dejo inaugurado el 44º período de Sesiones Ordinarias del Honorable Concejo Municipal de Villa Ocampo, correspondiente a este año 2019.