Por Virginia Buyatti en relación a las declaraciones de Miguel Lifschitz.
“Lo que se ha afectado en esta oportunidad son los tres departamentos que están al norte, limítrofes con Chaco y Santiago del Estero. No es la zona productiva más importante de la provincia, que se ubica del centro hacia el sur, pero también tiene economías regionales; además, el agua que recibió la provincia en estos días no solo es proveniente de las precipitaciones que azotaron al norte, sino que también se recibe agua desde las provincias de Córdoba, Santiago del Estero y Chaco, y que por eso históricamente se ha visto afectada la zona”. Así lo indicó esta semana el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, al ser entrevistado en la ciudad de Buenos Aires por el canal La Nación.
Esa última frase no falta a la verdad: el norte santafesino es una zona históricamente afectada por el olvido y la ausencia de obras articuladas con las provincias de Chaco y Santiago del Estero, además de la falta de conocimiento e interés por parte de políticos carentes de ideas y cortos de visión. En los últimos 19 años, 17 de ellos los pasamos de emergencia en emergencia (12 años de los cuales los gobernó su partido político señor gobernador).
¿Le parecemos poco productivos señor gobernador? Bueno, lo voy a instruir sobre esta zona de la provincia que usted gobierna.
Bajos Submeridionales: constituyen uno de los humedales de mayor importancia de la Argentina. Con una extensión de 3,3 millones de hectáreas, abarcan parte de Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe. En esta última ocupan el 21% de su superficie e incluyen parcialmente los departamentos Nueve de Julio, Vera, San Justo y General Obligado. La característica principal de la vegetación es la escasez de árboles. Más de tres cuartos de los Bajos Submeridionales están cubiertos por pastizales, principalmente por espartillares.
A pesar de que ocupan casi la cuarta parte del territorio de Santa Fe, los Bajos Submeridionales contienen sólo el 8,9% de la población de la provincia, lo que la hace una región poco productiva en votos, además de tratarse de una zona habitada por personas poco afectas por votar por su partido. Eso, junto con la ausencia de servicios básicos como electricidad, agua corriente, caminos –entre otros– define el pobre desarrollo socio-económico de la región.
Los humedales funcionan a escala regional como un inmenso colector de agua y son vitales para la regulación de la dinámica del río Salado (por lo cual, si bien podemos habitar una zona “poco importante”, al menos debería, señor gobernador, ser de su interés por el impacto que la misma puede llegar a tener en los flujos hídricos que puede llegar a afectar a la ciudad capital de la provincia).
A pesar del potencial económico, ecológico e hidrológico de los Bajos Submeridionales, históricamente han sido desvalorizados y es poco lo que comúnmente se conoce sobre ellos incluso en otras zonas cercanas de la misma provincia de Santa Fe.
Una de las consecuencias de ese pobre conocimiento sobre el sistema fue la construcción en la década de los 90 de una red de canales de desagüe destinada a reducir los efectos de los anegamientos que esta región periódicamente. La principal actividad económica del humedal es la ganadería extensiva, desarrollada sobre la base del forraje que ofrecen sus pastizales naturales. Actualmente, más del 40% del stock bovino de la provincia de Santa Fe se encuentra en esta región. Sin embargo, los recursos principales para tal producción –agua y pastos de alto valor forrajero– han disminuido por el desagüe provocado por las canalizaciones mal hechas, generando importantes pérdidas económicas. Estos impactos son pobremente conocidos y aún no han sido debidamente cuantificados.
Saliendo del sector de los Bajos Submeridionales, pero siempre dentro de los mismos departamentos en cuestión –que, según su visión, señor gobernador, son poco importantes– vale recordar que el norte santafesino produce el 100% de la producción algodonera de la provincia y que, gracias a las miles de hectáreas de alfalfa que se siembran en Villa Minetti (departamento de 9 de Julio), se abastece de hacienda no sólo al feedlot más grande presente en su provincia (perteneciente a unos de los frigoríficos más importante del país), sino también al resto de Santa Fe y provincias vecinas.
También producimos maíz, girasol, sorgo, trigo, soja, arroz, batata, caña de azúcar, etcétera, probablemente no en las misma cantidades que en el sur y centro de la provincia, pero en volúmenes suficientes –a pesar de la falta de infraestructura y servicios– para que una gran cantidad de personas tenga trabajos dignos y no deba trasladarse hacia los cordones de las grandes urbes para comenzar a engrosar las estadísticas nacionales de pobreza.
Aunque parezca mentira, en el norte de Santa Fe también existen industrias metalúrgicas, molinos y aceiteras, entre otras, además de amplio desarrollo comercial y cooperativo que dan vida a la región, al punto tal que justifica el hecho de que en la ciudad de Reconquista haya ¡un aeropuerto!.
¿Se preguntó alguna vez, señor gobernador, porque el desarrollo industrial no es mayor en el norte santafesino? Por la falta de dragado en los puertos de Reconquista, Villa Ocampo, etcétera, años atrás muchas industrias se mudaron a la zona de influencia del puertos del sur provincial (el tema portuario merecería un capítulo aparte considerando el lobby que mantuvo y mantiene Rosario). Faltan también redes viales troncales asfaltadas que faciliten la salida de granos proveniente tanto del sur del Chaco como del norte de Santa Fe (como por ejemplo las rutas 31 y 3).
Entonces la reflexión es: ¿Quién es el poco productivo? ¿El empresario, generador genuino de riquezas, que día a día arriesga su capital, lucha contra la falta de infraestructura y políticas agropecuarias, variables macroeconómicas adversas, abigeato, asfixia fiscal en los tres niveles estatales y que, a pesar de todo, sigue adelante con los pies llagados por el agua o la polvareda según toque de queda del clima? ¿O usted señor gobernador, quien, lejos de poder ver el potencial enorme presente en el norte santafesino, prefiere categorizarnos como ciudadanos de una zona “poco importante”?.
¿Hasta cuando los productores nos mantendremos mansos, aceptando la idea de que podemos salvar al mundo del hambre cuando a duras penas estamos pudiendo mantener a nuestras familias, conservar la salud y sostener las empresas?
Nuevas patentes
Virginia Buyatti. Empresaria ganadera del norte de Santa Fe.