Primera condena a civiles cómplices de la dictadura en Paraná

La Cámara de Diputados expresó su beneplácito por la sentencia del Tribunal Federal de Paraná en la Causa Melli. Fueron juzgados tres médicos del Instituto de Pediatría por la sustracción y supresión de identidad de los hijos de dos militantes desaparecidos.

Las diputadas y los diputados de Santa Fe expresaron su beneplácito por la sentencia dictada por el Tribunal Oral Federal de Paraná en la denominada Causa Melli, en la que fueron condenados a prisión tres médicos del Instituto Privado de Pediatría (IPP) por los delitos de apropiación y supresión de la identidad de los hijos mellizos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela, en 1978. Se trata de la primera condena a civiles cómplices de la dictadura cívico militar en la provincia de Entre Ríos que prueba el rol cumplido por importantes sectores de la población durante el Terrorismo de Estado.

Los ex directivos del IPP Miguel Torrealday, David Vainstub y Jorge Rossi recibieron penas de entre 9 y 6 años por su participación en el robo de los bebés mellizos, una niña, que fue dada en adopción y cuya identidad fue restituida en 2008, y un niño, que aún se encuentra desaparecido.

La diputada provincial, Alicia Gutiérrez, autora del proyecto de declaración que fundamentó el pronunciamiento, destacó la importancia de este juicio de lesa humanidad porque «no solo permite avanzar en el proceso de verdad, memoria y justicia por las compañeras y los compañeros desaparecidos, sino que también desnuda el entramado de encubrimiento y colaboración que existía en ese entonces y que permitió los aberrantes crímenes que se perpetraron».

BREVE RELATO

Raquel y Tulio eran militantes montoneros y fueron secuestrados en Mar del Plata, el 2 enero de 1978, y llevados al centro clandestino de la Quinta de Funes. Según la reconstrucción que hizo la justicia, ella estaba embarazada de siete meses de mellizos y, a principios de marzo del mismo año, dio a luz una niña y un niño en el Hospital Militar de Paraná. Ambos bebés permanecieron internados en la unidad de terapia intensiva de dicho hospital y luego fueron trasladados al Instituto de Pediatría. La pequeña, tras ser abandonada por las fuerzas de seguridad en la puerta de un convento, fue dada en adopción a la familia Gullino. Sabrina, desde que conoció su verdadera identidad, ha buscado a su hermano mellizo junto a sus hermanos y a las organizaciones de Derechos Humanos.

«A pesar de que no se pudo romper el pacto de silencio que mantienen aquellos que saben dónde está el melli, la justicia condenó a los médicos por su participación en estos delitos. Vamos a seguir la búsqueda hasta encontrar al hermano de Sabrina. Esta sentencia es una buena noticia en un momento donde no abundan. Debemos profundizar la lucha para defender los derechos del pasado y del presente», afirmó la diputada Gutiérrez para finalizar.