El Tribunal de alzada integrado por los jueces Carlos Renna, Fernando Gentile Berzano y Jorge Andrés, resolvió confirmar el fallo de primera instancia dictado por el juez de Sentencia, Nicolás Musse Chemes, que absolvió de culpa y cargo a la docente Ana María González por el homicidio de su marido Alejandro Kornicki, violento y golpeador.
Los camaristas dejaron firme el fallo que absolvió a la mujer de Calchaquí que dio muerte con disparos de arma de fuego a su marido golpeador en la siesta del 14 de junio de 2013, luego de haber recibido una brutal paliza – mientras tenía a su bebé de 4 meses en brazos – y de ver cómo el violento golpeaba a su hijo con un correa.
Así desestimaron el recurso de apelación interpuesto por los fiscales Jorgelina Mosser Ferro y José María García Calvo, que expusieron que la encartada tenía alternativas para seguir antes de llegar a la acción de terminar con la vida de su pareja, tales como separarse, retirarse de la casa o pedir ayuda.
Los jueces de Cámara revocaron el fallo de primera instancia en cuanto calificó al hecho como “circunstancias extraordinarias de atenuación” y dejaron el claro que Analía González actuó en legítima defensa.
El abogado defensor, Virgilio Benedetto, celebró el fallo de la Cámara Penal y dijo que se hizo justicia porque “claramente quedó probado que la víctima fue Analía González, mi defendida, porque recibió por mucho tiempo un maltrato injustificado y atroz”.
Además, el profesional – titular del Estudio Benedetto – dijo que de los “60 testimonios, 57 fueron a favor de Analía” que por años vivió un calvario de golpes, agresiones y vejaciones a las que la sometió Kornicki.
“Es un fallo justo, como también es justo que Analía quede en libertad definitiva”, sostuvo.
El caso
En la indagatoria tomada a días de la muerte de Kornicki, y también en el juicio, Analía González relató que ese 14 de junio “estaba con su hijo de cuatro meses en sus brazos, cebándole mates a su concubino, éste le pide que le busque un ‘foco’ y que con motivo de haberse equivocado Kornicki comienza a insultarla”.
En resguardo del bebe optó por irse del taller y volver a la casa, pero Kornicki la siguió hasta el auto y comenzó a darle patadas y puñetes en todo el cuerpo, logró sacarla del vehículo de los pelos, todo delante de su hijo, que le pedía al padre que no le pegue más.
Luego, seguramente por la conmoción, portando el revólver que había sacado del dormitorio fue en búsqueda de su agresor y sin mirar le disparó, viendo luego a su concubino tirado en el suelo, volviendo luego al auto para asistir a su bebé que estaba llorando.
En ese momento y apenas sucedida la muerte, un médico que asistió al lugar del crimen constató lesiones tanto en la mujer, como en su hijo de 8 años.
Fuente: Infovera