Entre las ciudades de Colón y Paysandú, hay menos de diez kilómetros de distancia y unos quince minutos de viaje en auto. Les atraviesa de Norte a Sur el “caminito de cristal, canto azul que busca el mar”, como supo referirle el cantautor Aníbal Sampayo al Río Uruguay. Playas, termas, palmeras yatay y un puente con historia, cimentan la unión de dos patrias, la argentina y la uruguaya, en estos pueblos que invitan a ser visitados.
Paysandú y Colón comparten la diversa fauna ictícola y la gastronomía del Río Uruguay, que a esta altura de su largo recorrido baja con fuerza rumbo al océano Atlántico. También las características palmeras yatay, que pueblan las dos orillas, detrás de la generosa costa de arenas doradas que espeja la oferta turística para disfrutar de los balnearios y practicar deportes náuticos.
Si bien Colón posee unos 25 mil habitantes estables, durante el verano cientos de miles se alojan en sus 20 mil plazas de alojamiento. El Parque Nacional El Palmar, las termas, la pesca deportiva y los deportes de río, su Fiesta de la Artesanía y las playas e islas, proyectan cada día más a Colón como Capital Provincial del Turismo en la Provincia de Entre Ríos.
En Paysandú viven unas 90 mil personas. A su perfil industrial se suma también su oferta turística, enfocada en las playas y complejos termales, y en la historia cultural que se conserva en sus edificios religiosos y monumentos históricos, muchos de los cuales son la memoria “heroica” de la ciudad.
Además de las coincidencias objetivas que acercan a Colón y Paysandú, hay un trato afectuoso que se brindan colonenses y sanduceros, un permanente ir y venir de una costa a la otra, incluso hasta casi un mismo tono de habla provinciano que confunden al distraído y al foráneo, como signo latente de un hermanamiento que se proyecta y minimiza la distancia.
Dos orillas con historia
Paysandú surgió a mediados del siglo XVIII, como puerto de embarque de ganado, llegó a ser la segunda ciudad más populosa de la República Oriental del Uruguay en la década de 1920.
La ciudad es conocida popularmente como “La Heroica”, en honor a su resistencia ante el asedio de fuerzas militares que sitiaron la localidad en tres ocasiones diferentes: 1811 al inicio de la Revolución Oriental, 1846 durante la Guerra Grande y 1864 revuelta del caudillo Venancio Flores.
Entre 1864 y 1865, su pueblo presentó heroica defensa ante las tropas del general Venancio Flores, que contaban con la colaboración de soldados aliados de Brasil. La valiente intervención de 1400 hombres frente a unos 17 mil soldados fuertemente armados, dejó una imborrable huella en la historia de esta ciudad. De aquel episodio se levanta la figura heroica del Gral. Leandro Gomez quién lideró la defensa de Paysandú.
En aquel tiempo, cruzando el río, la ciudad de Colón empezaba a nacer, con la llegada de contingentes de inmigrantes. Aquellos primeros colonos suizos, franceses e italianos, provenientes de los cantones Valais, de Saboya y del Piamonte, se asentaron en la zona con la ayuda del General Justo José de Urquiza, primer presidente de la Confederación Argentina y luego gobernador de Entre Ríos.
En inmediaciones de la Colonia San José se consideraba necesaria la fundación de un nuevo asentamiento. “Villa Colón” fue el primer nombre que tuvo cuando en 1863 vio colocar su piedra fundacional en el edificio de la escuela. La llegada de estos contingentes europeos marcaría para siempre la impronta cultural de la región.
Vestigios de ese pasado son atractivos turísticos insoslayables que ambas ciudades ofrecen a los visitantes. El Centro Artesanal La Casona, viejo edificio en el que supo alojarse Urquiza por el año 1870, o el tradicional “Molino Forclaz”, ubicado en el viejo camino que unía Colón con San José, conforman el patrimonio vivo de Colón. En Paysandú, es inevitable pasar por el Museo Histórico Municipal y la Basílica de Nuestra Señora y San Benito de Palermo, o adentrarse en el “Monumento a la Perpetuidad”, antiguo cementerio convertido en monumento histórico nacional, con piezas escultóricas imponentes.
El gigante que une
El puente Internacional José Gervasio Artigas, con el nombre de uno de los próceres que abogó por la unidad de Sudamérica, oficia precisamente de abrazo que une las dos costas en uno de los tres cruces viales que conectan a la provincia de Entre Ríos con la República Oriental del Uruguay.
Tras cinco años de construcción, fue inaugurado el 10 de diciembre de 1975. Medio siglo antes empezó a pensarse, cuando el diputado nacional argentino Herminio Quirós presentó un proyecto en el Congreso para la creación de un puente ferroviario que uniera la Provincia de Entre Ríos con el departamento de Paysandú, en el vecino Uruguay.
En la década del ’50 fue el embajador argentino en Uruguay, Alfredo Palacios, quien promovió la creación de un puente carretero un poco más al sur, conectando la zona de Arroyo Negro en Paysandú con la entrerriana ciudad de Concepción del Uruguay.
Diez años después, los gobiernos de ambos países acordaron construir tres puentes internacionales: Fray Bentos – Puente Unzué, la Represa de Salto Grande y el puente Colón – Paysandú.
Finalmente, en agosto de 1970 dio inicio la construcción de este gigante vial de patas largas, desde el cual el Río Uruguay puede apreciarse en su inmensidad, abierto, serpenteante y casi infinito. Día a día, su traza aporta conectividad, cooperación comercial y turística, y una hermandad cultural sincera que abre sus brazos a los visitantes. Una propuesta turística que de la mano de la historia permiten disfrutar de ambos destinos en un mismo viaje.
Para mayor información:
Dirección Municipal de Turismo de Colón