La suba de tasas busca ahogar la trepada del dólar. Al Banco Central no le tiembla el pulso para hacer el ajuste. La economía real muy dañada. Invertir en pesos, bonos en dólares y vender la soja + maíz.
El presidente del Banco Central República Argentina (BCRA) ha cambiado la forma de comunicarse con el mercado, y esto ha generado algunas alteraciones en los precios de la economía.
El BCRA solo compra dólares que vende el tesoro nacional o las provincias, por ende, no interviene en el mercado de cambios y menos aún en los mercados de futuros de dólar.
El BCRA asiste al Tesoro nacional en lo que va del año en $ 96.500 millones, lo que le permite aliviar la carga financiera de deuda con terceros.
El BCRA absorbe pesos del mercado para contener el crecimiento de la base monetaria, y para ello eleva la tasa de interés todo lo que sea necesario, llegando a pagar por el dinero una tasa del 26,5% anual a 28 días y 25,35% anual a 9 meses de plazo.
Con una inflación pasada en el 21,7% anual, y una inflación por venir de aproximadamente el 17% anual, la tasas en pesos que paga el BCRA son positivas en el 9,5% anual de la inflación por venir, una exuberancia irracional.
Con tasas de interés tan elevadas, resulta bastante ilógico que el tipo de cambio siga creciendo, sin embargo, el mercado sigue pujando para convalidar mayores precios. En la semana que termina el dólar llego a valer en el segmento mayorista $ 17,40 y sobre le viernes volvió a cotizar en torno de $ 17,10.
Desde nuestro punto de vista, la suba de tasa de interés es un gran atractivo para los inversores, sin embargo, la cultura de acopiar dólares de los últimos años hace que muchos inversores se vean atraídos por la marea verde.
Como tantas veces en la Argentina, se habla de golpe de mercado, en este caso consideramos que hay una mala lectura de lo que ocurre en materia financiera. Si bien creemos que el tipo de cambio es bajo, lo que nos genera externalidades negativas en materia de comercio exterior, luchar contra niveles de tasa del 26,5% anual no es sostenible en el tiempo.
Desde nuestro punto de vista el tipo de cambio finalizaría el año en torno de $ 18,00/$ 18,50. El BCRA tiene el respaldo del presidente de La Nación y para que se produzca un salto en la cotización del dólar sería necesario un cambio de nombre en la presidencia del Banco Central, algo que no está a la vista.
En este escenario todos los caminos conducen a los pesos, y la suba del dólar será limitada en el tiempo. El combate de la inflación utilizando solo la variable tasa de interés, genera severos problemas en la economía real, ya que se encarece fuertemente el crédito, las empresas tienen menos ventas y la economía entra en un escenario recesivo.
No vemos graves problemas en materia financiera, por varias razones.
1) Los bonos en dólares no registran bajas, todo lo contrario, vemos rendimientos en dólares estabilizados, un bono a 10 años rinde el 6,4% anual, un bono a 15 años rinde el 7,2% anual y a100 años el 7,9% anual.
2) Los bonos en pesos muestran rendimientos estables, el Bocan 2022 sigue rindiendo el 26,0% anual y el Boncer 2021 que ajusta por CER rinde el 4,2% anual.
3) Las acciones lejos de caer, están en un proceso de recuperación, a la par de los que sucede en los mercados mundiales.
4) El dólar sube en la argentina, pero baja en el mundo, el euro estaría llegando a la paridad de 1,17.
5) Los mercados de futuros presagian una fuerte toma de ganancias. A esto hay que sumarle que muchas empresas están vendiendo dólares para enfrentar la iliquidez coyuntural.
Para los que creen que las lebac pueden ser un problema futuro, hay que comentarle que el stock de lebac cayo de los $ 900.000 a los $ 837.000 millones. El próximo vencimiento es 17 de agosto y suma $ 503.159 millones. Las reservas del Banco Central son de U$S 47.781 millones, y las lebac medidas en dólares suman U$S 48.883 millones.
Claramente el Banco Central necesita capturar más reservas, todavía queda por delante ingresar un crédito de U$S 4.500 millones ya aprobado, el gobierno nacional colocaría en Estados Unidos U$S 12.500 millones, y quedan por vender 29 millones de toneladas de soja y 20,8 millones de toneladas de maíz. Si a esto le sumamos que las importaciones están restringidas, hay menos viajes al exterior y menor atesoramiento de empresas, la baja del dólar esta cantada.
Recomendación. Invierta en lebac, bonos en dólares, venda la soja y el maíz, y capture precios en los mercados de futuro. Le aseguro que no se va arrepentir.
Salvador Di Stefano
Asesor en Negocios, Económico y Financiero tanto de empresas de la ciudad y la región; como de individuos y empresas familiares ligadas al comercio, industria y campo.
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