La situación generada por las lluvias extraordinarias sumerge a poblaciones y producciones del norte provincial en una realidad preocupante. Las precipitaciones registradas en las últimas horas se sumaron al abultado registro del primer cuatrimestre del año. No sólo genera problemas en la actividad ganadera, sino que numerosos pueblos, parajes y asentamientos rurales se ven poco a poco rodeados de agua, con el consecuente aislamiento.
Según un informe de la AER Garabato, del INTA, que chequeó el presente de los distritos comprendidos en el área de influencia (todo el norte del departamento Vera), los promedios va de los 500 a los 700 milímetros en el primer cuatrimestre.
En Los Amores, justamente, desde comienzos de 2017 cayeron más de 700 milímetros. Con una infraestructura de caminos totalmente colapsada, en ese punto limítrofe con el Chaco, los habitantes se movilizan por tren hacia la vecina provincia aunque las vías se encuentran en mal estado, casi sin mantenimiento.
Mientras que la Ruta Provincial 3, de calzada natural, es apenas transitable en los días de sol, la ruta 30 hacia el sector Bajos Submeridionales permanece cortada. La comuna local asiste a la población de esos lugares, con tractores propios.
En tanto, el canal de la Línea Paraná está desbordada en algunos lugares, con mucho caudal hace más de dos meses, lo que genera gran movimiento de hacienda hacia sectores más altos que, en algunos casos, produjeron mortandades de vacunos.
A su vez, en Cañada Ombú se presenta un marcado exceso de agua producto de la lluvias, y de agua que desciende desde la provincia de Chaco, la denominada “agua de a pie”, como dicen los pobladores, que escurre hacia abajo lenta pero incesantemente. Los movimientos de haciendas de incrementan, al mismo tiempo que existe mucha dificultad para el traslado por los caminos cortados. La Ruta 100 padece varios cortes y es imposible el tránsito de vehículos.
Asimismo, la comuna local de Fortín Olmos comunicó que es “desesperante” el estado del puente de madera sobre el Arroyo Golondrina, y aseguró que “tienen miedo que no soporte tanta presión del agua. Hay desborde del arroyo y esteros circundantes, gran caudal proveniente de los Bajos y de canales regionales.
En este distrito, el más grande de la provincia, la Ruta 40 tiene un estado que la vuelve imposible de transitar, sobre todo el tramo sobre el Arroyo Golondrina. También en este sector oeste se observan grandes movimientos de hacienda. El presidente comunal, Miguel Acevedo, estimó en “unas 400.000 hectáreas que están con problemas de inundación y más de 100.000 cabezas bovinas. Hay mucha problemática en ganado menor, problemas sanitarios y de alimentación”.
PÉRDIDAS
En Intiyaco, 90 kilómetros al norte de Vera, el titular comunal, Walter Villalba, informó que la Ruta 31 está cortada a sólo 10 kilómetros del pueblo hacia el oeste. Lluvia fue de 550 milímetros en el cuatrimestre. “El panorama es de gran acumulación de agua que anega los campos. Hay productores que han manifestado su preocupación porque no pueden salir hacia el este (pueblo), lo hacen hacia la ruta 13, a sectores más altos. Pero aquí no hay posibilidades de pastoreo. El estado de la Ruta 13 imposibilita poder llegar con algún tipo de recurso alimentario”, reseñó el funcionario.
SIN CLASES
En Villa Ocampo, ante las intensas precipitaciones registradas desde la madrugada de ayer -unos 150 milímetros-, el intendente Enrique Paduán convocó a la Junta Local de Protección Civil para evaluar la situación y poner a disposición todos los recursos humanos y técnicos disponibles a fin de atender la emergencia.
En un principio se dispuso acondicionar las instalaciones del Complejo Arno para atender a posibles evacuados; y se notificó de la situación a Protección Civil de la provincia y al referente nodal del Ministerio de Desarrollo Social.
Además, se dictó el decreto que estableció el asueto escolar para el resto de la jornada de ayer debido a “las abundantes precipitaciones en tan breve lapso de tiempo han producido anegamientos en algunos barrios de la ciudad” y a que no estaban dadas “las condiciones mínimas necesarias para asegurar el normal dictado de clases y garantizar la seguridad de los alumnos y personal escolar”.
Desde el municipio se hizo constar que “todas las fuerzas vivas de nuestra comunidad, con participación de organismos provinciales e instituciones que integran la Junta de Protección Civil, se encuentran en estado de alerta con el fin de brindar asistencia a los damnificados”.
El Litoral