La política monetaria no favorece a las exportaciones, no baja la inflación, ni ha reactivado la economía. Es cierto que llueven dólares del exterior, pero esto no soluciona los problemas cotidianos.
La política monetaria del Banco Central ha sido coherente, ni bajo la tasa lo que el mercado deseaba para reactivar la economía, ni pudo colocar al dólar en un precio competitivo para las exportaciones, y ni logro contener la inflación.
Por otro lado, ha logrado unificar el discurso de quienes se oponen a la política monetaria y económica del gobierno. Con el actual tipo de cambio, si no cierran la economía el mercado interno queda destruido. A pesar de que el gobierno limita el ingreso de mercadería, los argentinos se atoran en las fronteras para ir a comprar mercadería de todo tipo y especie a los países vecinos en donde logran conseguir precios soñados.
El Banco Central nunca entendió que buena parte de la inflación de los últimos años esta atacada por dos factores, el primero fue la liberación del cepo y la suba del dólar de 9,50 a los precios actuales. El segundo, la suba de las tarifas públicas que impactan en todos los costos de la economía. Es imposible combatir con medidas monetarias la inflación de costos, solo un miope puede dar esa pelea, y pretender bajar la inflación al 17% anual.
En las últimas semanas vemos una tendencia declinante del tipo de cambio, por varios factores:
1) El gobierno tomo del exterior unos U$S 50.000 millones que volcó al mercado interno, esto genero una sobreoferta de dólares en el mercado.
2) Las provincias se endeudaron en U$S 10.000 millones, y transforman esos dólares en pesos para invertirlos en obra pública.
3) Los argentinos consideran que el dólar esta barato, y desde enero de 2016 a la fecha atesoraron U$S 15.770 millones.
4) Los viajes al exterior son más económicos que vacacionar en Argentina, por ende, la balanza de turismo es deficitaria en U$S 8.625 millones de enero de 2016 a la fecha.
5) El blanqueo de capitales fue un éxito, hay depositado en los bancos U$S 7.200 millones que se libera a partir del mes de mayo. El blanqueo total rondaría los U$S 130.000 millones.
6) Entre los meses de abril y junio las exportaciones de maíz y soja podría generar un ingreso de dólares cercano a los U$S 11.000 millones.
Por todas estas razones el dólar está sobre ofertado en el mercado cambiario, y no hay miras en el horizonte de que pueda subir en el próximo trimestre.
La miopía del Banco Central es creer que el dólar está bajo porque la tasa de interés esta elevada, es un error garrafal. El Banco Central podría bajar la tasa de interés, y no habría una mayor demanda de dólares en el mercado.
El gobierno cree que es funcional un tipo de cambio bajo para generar más bienestar en la población y poder ganar las elecciones de mitad de mandato. Desde nuestro punto de vista es un error, y complica la expectativa del oficialismo de cara a las elecciones del año 2019.
Este tipo de cambio bajo es muy difícil de sostener en el tiempo, la baja de los precios de las materias primas hace que la rentabilidad sobre campo alquilado de la soja y el maíz sea muy escasa. Los cálculos de costo para sembrar trigo de cara a la próxima campaña dan rendimiento negativo sobre campo alquilado.
Por otro lado, el tipo de cambio bajo no logro por el momento disminuir el riesgo país. La tasa de retorno de la letra de tesorería en dólares a un año de plazo se ubica en el 3,4% anual, un bono al año 2022 renta el 5% anual, al 2026 el 7% anual, y al año 2033 el 7,5% anual. Nuestro riesgo país es más elevado que el de Bolivia y Paraguay. Sin palabras.
En pesos la tasa de interés que pagan las lebac se ubican en el 22,75% anual, un prestamos personal se ubica en el 39% anual, documentado en torno del 33% anual y adelanto en cuenta corriente en el 28% anual. En los tres casos estamos hablando de buenos clientes, y excelente carpeta.
El índice merval que refleja la media de las acciones cotizantes en la bolsa de comercio, no logra arrancar y este planchado en la zona de los 20.000 puntos. El viernes 21 de abril vence el mercado de futuros y opciones, cuando esto sucede los mercados entran en compás de espera. Parece mucho tiempo, pero solo restan 12 ruedas para dicho vencimiento, con un paro en el medio, con lo cual no vemos al mercado accionario con bríos alcistas.
Conclusión
Hay analistas que ven un tipo de cambio bajo por mucho tiempo, otros una suba en lo inmediato. Nuestra mirada es intermedia, creemos que el gobierno está convencido que es el dueño de la verdad, y seguirá pisando el tipo de cambio en el año 2017, con la convicción de que esta política le hará ganar las elecciones de mitad de mandato.
Si gana las elecciones, en el año 2018 tendremos un pequeño ajuste en el tipo de cambio, y de ingresar más inversiones volveremos al atraso cambiario en el año 2019. Si el gobierno pierde las elecciones en el 2017, creemos que cambiara de libreto. El oficialismo debería permitirse revisar la estrategia monetaria, aunque gane las elecciones, de lo contrario la economía estará lejos de arrancar y los problemas económicos se transformaran en políticos en el año 2019. Por ahora, y solo por ahora, el peso manda, aunque la historia diga lo contrario.