La Agencia de Investigación sobre Trata de Personas es un área de la Policía de Santa Fe que desde el año 2012 se ocupa específicamente de investigar y actuar en los casos de trata de personas como también en aquellos que involucran delitos conexos.
Integrada por personal policial profesionalizado en campos específicos de las ciencias sociales y jurídicas, y con cuatro delegaciones distribuidas en el territorio provincial, lleva adelante una gran labor que en el año pasado supuso investigar 336 casos.
La responsable del área, directora general de Policía Mónica Viviani, explicó que “lo que más se ve y lo que más se ha investigado son los delitos conexos a la trata de personas que son promoción, facilitamiento y explotación económica de la prostitución, abusos sexuales y corrupción de menores”.
Al ser consultada sobre las características específicas de dichos ilícitos y establecer la diferencia con la trata de personas, Viviani indicó que “para que se configuren esos delitos tienen que darse ciertos factores ”.
En tal sentido, precisó que en “la promoción y facilitamiento de la prostitución o explotación económica, por lo general hay una persona que se llama proxeneta, que es quien alquila un lugar donde las chicas concurren a una hora determinada. Las víctimas tienen libertad para moverse, no están sometidas a situaciones extremas de coacción o maltrato, por lo general van por su voluntad y cierto porcentaje del dinero que ganan tienen que dárselo al proxeneta o explotador”.
En tanto que el delito de trata de personas necesita para su configuración que “haya un ofrecimiento, un traslado, una acogida y una explotación. En la inmediatez y rapidez de dar respuesta a las víctimas y en las investigaciones proactivas que hacemos detectamos que no se dan esos supuestos para que se configure trata de personas”, indicó Viviani.
La implementación del nuevo sistema de procesamiento penal en la provincia de Santa Fe, vigente desde hace casi tres años, facilita una respuesta más rápida a las víctimas e incluso, penas mayores a los victimarios. En ese marco, la jefa de la AITP destacó que “el nuevo sistema penal de la provincia y los fiscales son mucho más expeditivos que la justicia federal”.
Con un ejemplo concreto, Viviani refrenda dicha afirmación al recordar que “tuvimos un hecho en la ciudad de Santa Fe donde una niña de 16 años era trasladada al centro por un hombre mayor que la controlaba y le quitaba el dinero que ella percibía producto de esa explotación. En ese caso el proxeneta tuvo una pena de 10 años en la justicia provincial, en tanto que en el primer juicio por trata de personas que tuvo su fallo en noviembre pasado en Ushuaia, las penas fueron de entre tres y siete años”.
Víctimas vulnerables y victimarios
Las investigaciones que llevan adelante desde la AITP pueden iniciarse por denuncias recibidas en sede policial (ya sea en cualquiera de las delegaciones de la Agencia, como también en comisarías, subcomisarías y destacamentos), por causas que les delegue la justicia -provincial o federal- o de manera proactiva porque personal de Trata detectó en algún lugar algo anómalo.
El tiempo que lleve investigar un hecho varía según la complejidad, pero lo cierto es que luego de tener los elementos suficientes para pedir un allanamiento a la justicia, sobreviene el trabajo de irrupción en lugares donde no sólo hay victimarios, sino víctimas vulnerables.
Al ser consultada sobre la forma en que se trabaja en esos momentos, Viviani indicó que “toda investigación lleva un estudio previo de terreno, porque sabemos que están los prostituyentes ahí pero también las mujeres víctimas”. En tal sentido, la titular de la AITP dijo que “nosotros trabajamos en equipo y siempre con la Tropa de Operaciones Especiales, quienes nos hacen las irrupciones y aseguran el lugar para que ingresemos. Nuestro equipo interdisciplinario tiene el primer contacto con las víctimas, a quienes sacamos de ese sitio donde eran explotadas para asistirlas en un espacio acorde”.
Viviani explicó que “el trabajo con la víctima es algo complejo de abordar porque tenemos que acercanos a ellas y lograr la confianza, algo que no siempre conseguimos”. No obstante, no se desalienta: “la víctima lo primero que dice es ‘estoy acá porque quiero’, ‘estoy acá por voluntad’ o ‘estoy acá porque me gusta’ y en realidad no se dan cuenta que no es así sino que están completamente vulneradas. En eso fue de gran ayudar que se derogue de la ley el tema consentimiento de la víctima”.
Por eso es fundamental que los trabajadores sociales y psicólogos que asisten a las víctimas puedan mostrarles que hay otras oportunidades. “Nuestro trabajo lo hacemos articulado con los equipos municipales, de género, de derechos humanos y del Centro de Asistencia Judicial. Ellos ayudan a empoderar a la víctima y a que vean su futuro de otra manera”.
Menos luces rojas
La Agencia de Investigación sobre Trata de Personas allanó lugares emblemáticos como La Rosa y supergatitas.com en Rosario, Místico y el Stud en la ciudad capital. Avanzar sobre esos sitios fue importante no sólo porque se logró el cierre definitivo de los mismos y la detención de sus responsables, sino también porque a partir de allí se generaron más controles y normativas, como las que prohiben las wiskerías y cabarets.
“Eso muestra el compromiso y la visión que van teniendo los gobiernos locales, que muchas veces habilitaban un negocio bajo un rubro pero había una cortina y detrás ocurría otro tipo de negocio. Esto nos da una mayor apertura hacia la ciudadanía y hace que todos tomemos conciencia y que los equipos de trabajo se capaciten de otra manera para detectar esas anomalías”, evaluó Viviani.
Para la jefa de la AITP, el trabajo policial acompañado de una mirada más amplia y atenta por parte de las autoridades locales, sumado a las capacitaciones en la temática y en campañas de concientización a nivel local ayudan a que hoy el territorio sea distinto. “Desde el 2012 a la fecha el territorio de la provincia cambió. Antes cuando viajábamos en la ruta veíamos muchísimas luces rojas, hoy eso no se ve y si todavía hay alguna encendida que nos avisen que ahí estaremos para que se apague”, enfatizó.
Mutación del negocio
Pero aunque muchas luces rojas se apagaron, y en los clasificados ya no se ven avisos engañosos que ofrecen masajes o estética para varones, Viviani reconoce que la mayor conciencia sobre la temática y el trabajo policial y gubernamental ha obligado a quienes aún siguen en el negocio a cambiar sus técnicas.
“Si bien hemos avanzado mucho, también se han reconvertido. Ahora lo nuevo es que los delitos se dan a través de internet y las redes sociales. Esto nos obliga a buscar otras herramientas para poder llegar al abordaje de ese lugar. Es más complejo y difícil, pero no imposible”, explicó.
Resarcimiento
Otro de los aspectos que produjeron un profundo cambio en las causas que investiga la AITP es el del resarcimiento económico para las víctimas. “Trabajamos articuladamente con la direccion de Investigación Patrimonial abordando el tema económico de los involucrados en las causas. Eso generó que el dinero y bienes incautados en allanamientos vuelvan a las víctimas como resarcimiento”, indicó Viviani.
El primer fallo en tal sentido ocurrió en Melincué, a instancias del fiscal Matías Merlo, luego del allanamiento realizado en la wiskería La Rueda. Los bienes secuestrados, que habían sido habidos por la explotación y facilitamiento de la prostitución volvieron a la sociedad y a las víctimas. El año pasado ocurrió lo propio en Rafaela por impulso del fiscal Diego Vigo y en la ciudad capital a través del fiscal Omar De Pedro.
DESTACADOS
La Agencia de Investigación sobre Trata de Personas se ocupa en primera instancia del delito de trata de personas propiamente dicho, con competencia en la justicia federal, y de los delitos conexos a la trata de personas, en los que interviene la justicia provincial a través del nuevo sistema penal.
CITAS
“El Centro de Asistencia Judicial hace un trabajo excelente y cierra todo el circuito de trabajo, porque además de asistir a las y ayudarlas en todo el proceso también actúan –en más de una oportunidad- como querellantes en los juicios. Eso ha dado resultados extraordinarios en lo que se refiere a la pena para los involucrados en los delitos”.
“El año pasado allanamos siete hoteles del centro de la ciudad de Rosario por facilitamiento y explotación económica de la prostitución. Los lugares eran de alta categoría, con mucho renombre y detuvimos a personas con muchos años de trabajo en esos lugares. Esto lo que demostró es que los delitos que investigamos no sólo ocurren en lugares invisibilizados o periféricos, sino que en todos los estratos sociales pasan cosas”.
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