El Ministerio de Salud de la provincia brindó una serie de recomendaciones para evitar infecciones en los oídos, tanto en niños como en adultos, debido a la frecuente concurrencia a natatorios, ríos y lagunas en esta época del año.
“Las temperaturas elevadas llevan a la gente a buscar refrescarse de alguna forma, pudiendo acceder así a natatorios, lagunas, ríos; y el ingreso de agua al oído externo macera el contenido -lo pone en mal estado- a lo que sobreviene una infección de dichas estructuras, es decir, a una otitis externa”, expresó el responsable del servicio de Otorrinolaringología del hospital Iturraspe de la ciudad de Santa Fe, José De Prado.
Asimismo, el profesional destacó que “lo común es que después de concurrir a un balneario comience un dolor importante. Pudiendo haber estado tapado o no el oído previamente, puede ir acompañado de fiebre y es más frecuente en chicos; se puede escuchar menos y puede supurar”.
En ese marco, De Prado recordó que “en esta época del año la consulta más frecuente es por otitis externa, una infección de la piel del oído y/o de la oreja; mientras que la otitis media, es una infección que acompaña siempre al aparato respiratorio, por lo que las causas y tratamiento de ambas entidades son diferentes”.
“También puede manifestarse como una foliculitis (cotidianamente conocida como grano, en donde se inserta un pelo) o una dermoepidermitis, es decir que afecta a todo el conducto, lo que hace más intenso los síntomas y signos”, continuó el especialista.
“Los microorganismos que producen dicha infección pueden ser pseudomona aeruginosa, staphilococcus y strepcoccus, siendo los primeros los más frecuentes. Estos gérmenes viven en el oído e infectan bajo ciertas condiciones propicias para su proliferación”, aclaró el titular del área de Otorrinolaringología del hospital Iturraspe.
CÓMO PREVENIR LA OTITIS
De Prado recordó que “es importante la limpieza del oído por un médico especialista antes de comenzar a concurrir a los balnearios”, además de:
>> Con previa aceptación de un médico, al salir del agua, usar alcohol boricado en cada oído para extraer el agua que pueda quedar.
>> Ante la posibilidad de que el dolor aparezca de noche, tomar un analgésico ya probado y recetado por el médico, a los fines de calmar el dolor; y por la mañana concurrir de un especialista.
>> No limpiarse el oído solo o con cotonetes y menos a los niños. Hoy tanto en hospitales como en consultorio, una de cada tres consultas es por otitis.