El viaje en El Norte Bis que comenzó a las 13:00 horas en Reconquista, terminó 9 horas después, en la terminal de Rosario, con una larga parada en la localidad de Gobernador Crespo.
«Cuando me desperté estábamos frente al Bar El Norteño en Crespo, donde una joven hablaba acaloradamente con un policía, también el guarda y el chofer, y dos mujeres en los primeros asientos que me dijeron “usted se perdió todo por haberse dormido», contó la profesora Analía Berroni de Ferro, era una de las pasajeras.
Le contaron que en el primer piso, una joven se quedó dormida y al despertar encontró al muchacho que iba a su lado masturbándose, con el pantalón bajo. Llamaron al 911 y la policía dio instrucciones al chofer que pare en Crespo, donde esperaban tres patrulleros y varios policías.
En el Parador, al acusado lo bajaron mientras que una mujer policía y la joven damnificada subieron a explicar a los pasajeros que tenían que formalizar la denuncia, y que iban a demorar. Luego el viaje siguió unas cuadras hasta la comisaría del pueblo, donde estuvieron hora y media, «siempre arriba del colectivo porque no nos permitían bajar», explicaba.
«La denunciante -una persona muy educada- pidió disculpas y dijo: “Hoy por mí, mañana puede ser por ustedes, lo cual es entendible», concluyó la testigo que dio su versión.
Para el acusado, el viaje terminó en Crespo. Allí quedó aprehendido por unas horas para la identificación y la notificación del inicio de la causa judicial.
Gustavo Raffín
