«Estamos en un momento muy complicado, debido a que no se puede dialogar ni llevar a cabo una negociación con este tipo de agresiones. Ayer, cuando salía de mi empresa –dentro del lugar de mi empresa, no estoy en la calle- corro las cubiertas para salir y le digo al señor Faustino y al señor «Coqui» Luque para sacar las gomas, me dijeron que no había problemas, saqué las gomas, me subo a la camioneta y en ese momento, viene Salinas y tira un cascotazo en el vidrio, rompiendo todo el parabrisas que por suerte y gracias a Dios no pasó la piedra dentro de la camioneta sino le pega a Uriel, el gerente de la planta”, destacó Javier Speranza, uno de los propietarios de la planta industrial.
En relación a cual es el conflicto del parate de la producción, dijo: «no hay ningún conflicto. las paritarias están abiertas y las venimos cumpliendo como corresponde. En el primer semestre pagamos en abril y en agosto y ahora estamos esperando para este segundo semestre, a la expectativa de lo que salga», acotó.
Y agregó: «Esta empresa es la única creo yo en argentina que paga el cuarto día hábil en una crisis como la que se está viviendo hoy en Argentina. Cobran por encima del convenio las 250 personas que trabajan en la fábrica, casi un 20% más que otros obreros del rubro», aseveró Speranza.
Al preguntarle cómo está ahora el acceso a la planta, no informó que hay un par de personas, un grupo que debe ser el uno por ciento de los asociados y eso es lo que no se entiende. «Es una medida totalmente ilegal; no hay ningún reclamo, no hay ningún despido, no hay nada, es una medida para intentar justificar algo, no hay ningún despido, nada», expresó.
También, en virtud de que los del sindicato dicen que no hay ninguna negociación con la Empresa, Speranza nos dice: «Vamos negociando de acuerdo a como marcha el conflicto, lo que pasa es que todas las veces nos corren la cancha, ya que cuando solucionamos 3 puntos, nos salen con 7; solucionamos 7 y vamos a 10… y ahí la llevamos. Además, yo no me puedo sentar a negociar con nadie, imagínate que al dueño de la empresa le quieren pegar, cómo podés negociar con alguien así y con el agravante que no hay ningún reclamo concreto, ya que no se les debe nada».
«Ojalá la gente del sindicato baje un cambio, que dejen la agresividad, el egoísmo para otro momento, este no es momento para pelear sino para colaborar. La situación del país está muy jodida, sobre todo la industria del papel en argentina es muy crítica. Le pongo un ejemplo: En la fábrica que tenemos en San Pedro (Pcia. Buenos Aires), el aumento de luz fue del 200%; en Tacuarendí fue del 500%: de 500 mil pesos pasamos a pagar dos millones y medio. ¿Y sabe por qué lo puedo comparar? Porque tengo una fábrica en otro lado. Fíjese lo fuera de foco que estamos en Tacuarendí con respecto a otras regiones. Parar es un gran perjuicio porque son industrias de ciclo continuo las papeleras, nosotros este año no íbamos a parar; íbamos a rotar las vacaciones para no parar este año», finalizó diciendo.
Gentileza: Jesús Barria Quiñones – Mabel Francovich