El Ministerio de Salud detalló que ya fueron inoculados 10 mil santafesinos contra la Hepatitis B en el territorio provincial, de los cuales 6.500 residen en la Región 4, y de este número 5.000 en la ciudad de Rosario.
Al respecto, la directora provincial de Promoción y Prevención, Andrea Uboldi, sostuvo que en las últimas tres semanas “se aplicaron cinco mil dosis de vacuna contra esta enfermedad en diferentes jornadas de vacunación que se llevaron a cabo en los seis Centros Municipales de Distrito (CMD), en Plaza Pringles, y en todos los efectores de Salud Pública de la ciudad de Rosario”.
“En los CMD y Plaza Pringles, además, se efectuaron controles de peso, talla, tensión arterial y se realizaron más de 200 extracciones voluntarias y gratuitas para determinar cuatro patologías: Hepatitis B y C, VIH y Sífilis”, precisó.
A continuación, la funcionaria recordó que “la vacuna contra la Hepatitis B está incluida en el Calendario Nacional de Inmunizaciones, y es gratuita y obligatoria, estando disponible para su aplicación en todos los hospitales y centros de salud de la ciudad, durante todo el año. El esquema completo comprende 3 dosis, y no necesita refuerzos”.
HEPATITIS
Existen varios virus de la Hepatitis (A, B, C, D y E), que pueden causar infección e inflamación aguda, grave o crónica del hígado, pudiendo a largo plazo llevar a la cirrosis y cáncer del hígado. La hepatitis A y la E son causadas generalmente por la ingestión de agua o alimentos contaminados.
La Hepatitis B, C y D se producen por el contacto con líquidos corporales (saliva, sangre, semen) infectados. Las formas de transmisión son contacto sexual sin protección, transfusión de sangre o productos sanguíneos infectados, los procedimientos médicos invasivos con equipos contaminados y la transmisión de la madre durante el parto.
La Hepatitis A se presenta en forma aguda y en general se resuelve, solo un porcentaje pequeño de los casos puede complicarse y desarrollar una forma fulminante.
La infección aguda puede acompañarse de pocos síntomas o de ninguno; también puede producir manifestaciones como coloración amarillenta de la piel, orina oscura, fatiga intensa, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
En particular, los tipos B y C ocasionan una afección crónica y en conjunto son la causa más común de cirrosis hepática y cáncer del hígado, en tanto que en el caso de la hepatitis C más del 90 por ciento de los pacientes no tiene síntomas cuando contrae la enfermedad y ésta se suele descubrir de forma casual en un análisis o cuando comienza a dar síntomas porque ha producido una hepatitis crónica o una cirrosis.
Finalmente, entre un 50-70 por ciento de los pacientes infectados desarrolla una hepatitis crónica. Estos pacientes tienen la enfermedad y además la pueden contagiar a los demás.