Esta enfermedad es una intoxicación causada por la bacteria Clostridium botulinum, toxina que ingresa al organismo cuando se consumen alimentos mal reparados, conservados de manera inapropiada o a través de heridas abiertas.
El Ministerio de Salud provincial, a través de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal), dio a conocer distintas medidas de prevención ante un posible brote de Botulismo en la provincia de Córdoba.
“Ante dos posibles casos de Botulismo presentes en la provincia de Córdoba, la Assal recuerda que esta enfermedad es una intoxicación causada por la bacteria Clostridium botulinum, toxina que ingresa al organismo cuando se consumen alimentos mal preparados, conservados de manera inapropiada o a través de heridas abiertas”, precisaron desde el organismo santafesino.
Los síntomas son vértigo, visión doble o borrosa, sequedad de la boca, dificultad para deglutir, hablar y respirar; debilidad muscular descendente, estreñimiento, dilatación o fijación de las pupilas y parálisis respiratoria. Los síntomas gastrointestinales pueden preceder a los neurológicos y, con frecuencia, esta enfermedad es mortal.
La persona intoxicada puede presentar estos síntomas a partir de las dos horas a ocho días después de haber ingresado la bacteria al organismo (promedio de 18 a 36 horas).
El Clostridium botulinum se encuentra en los suelos y en el agua no segura, y produce esporas que sobreviven en los alimentos mal conservados o mal enlatados, en donde se genera la toxina que origina la enfermedad. Al ingerir incluso cantidades pequeñísimas de esta toxina, se puede provocar una enfermedad grave.
Los alimentos que suelen contaminarse con mayor frecuencia, son las verduras enlatadas caseras, como espárragos, arvejas, remolacha y choclo; y menos frecuentemente, ajo y tomate. También puede ser transmitida por la carne de cerdo, el pescado crudo o ahumado, y la miel.
En los niños, la causa más común la constituye la ingesta de miel.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
>>> No consumir alimentos envasados que tengan alterado el envase (abombado) o el aspecto (cambio de coloración/consistencia) o el olor (rancio).
>>> Consumir, únicamente, conservas de origen seguro, es decir, de establecimientos habilitados.
>>> Verificar que los rótulos de los enlatados y conservas presenten toda la información obligatoria .
>>> Evitar el consumo de alimentos fuente de esporas (miel) en lactantes.